'Jurassic Park' refleja erróneamente casi todo lo que muestra de este icónico dinosaurio

Nuevos descubrimientos fósiles y el análisis más detallado hasta la fecha del ‘Dilophosaurus’ han sacado a la luz la primera imagen clara de cómo era realmente el dinosaurio crestado.

Por John Pickrell
Publicado 8 jul 2020, 13:40 CEST
Una reconstrucción muestra a un ejemplar adulto de Dilophosaurus wetherilli acercándose para incubar un grupo de ...

Una reconstrucción muestra a un ejemplar adulto de Dilophosaurus wetherilli acercándose para incubar un grupo de huevos.

Fotografía de Brian Engh

En la película Jurassic Park de 1993, un malvado personaje fallece durante un encuentro con un Dilophosaurus. No más alto que un humano, el dinosaurio se transforma de pronto en una verdadera amenaza cuando extiende un gran volante alrededor de su cuello, silba y escupe veneno a los ojos del hombre. La escena consolidó al Dilophosaurus como un icono de la cultura pop, excepto porque el verdadero depredador jurásico no se parecía en nada al de la película.

"Yo llamo al Dilophosaurus el mejor dinosaurio peor conocido", dice Adam Marsh, un paleontólogo del Parque Nacional del Bosque Petrificado en Arizona que dirigió una descripción completa de la especie, publicada hoy en el Journal of Paleontology.

A pesar de haber sido descubierta hace 80 años, la especie no se conoce bien.

Esta foto muestra una escena de una excavación de 1942 realizada por científicos de UC Berkeley, cuando se descubrió un espécimen de Dilophosaurus.

Fotografía de Museo De Paleontología De La Universidad De California

Ahora, el nuevo análisis incluye dos especímenes fósiles de Arizona no estudiados previamente, proporcionando la primera imagen clara de cómo era el Dilophosaurus en la vida real. En lugar de un pequeño dinosaurio que dependía de trucos como el veneno y un volante en el cuello para dominar a su presa, el Dilophosaurus fue un poderoso depredador y uno de los animales terrestres más grandes de América del Norte cuando vivió durante el período Jurásico temprano, que tuvo lugar de 201 a 174 millones de años atrás, aproximadamente.

"Es mucho más grande de lo que la gente pensaría al ver Jurassic Park", afirma Marsh.

Parte fósil, parte yeso

Un hombre navajo llamado Jesse Williams encontró los primeros especímenes de Dilophosaurus en 1940, en la Nación Navajo, cerca de Tuba City, en Arizona. En 1942, Williams mostró los fósiles a los paleontólogos de la Universidad de California, Berkeley, incluido Samuel Welles, quien lo nombró como una nueva especie en 1954.

El equipo que reconstruyó el dinosaurio para exhibirlo usó versiones de yeso de huesos para reemplazar los fósiles faltantes. El dinosaurio resultante "fue hecho intencionalmente para parecerse al [depredador diferente] Allosaurus... Porque iba en un soporte de pared y querían hacerlo parecer completo", dice Marsh. El problema es que el estudio de 1954 y la investigación adicional que Welles publicó en 1984 no aclararon qué huesos eran fósiles reales y cuáles eran partes de yeso.

La investigación posterior, basada en estos primeros trabajos, condujo a la confusión sobre si el Dilophosaurus estaba más estrechamente relacionado con carnívoros del Triásico del tamaño de un pavo, como Coelophysis, o especies jurásicas tardías más grandes, como Ceratosaurus y Allosaurus.

"Después de 1984, no estaba claro si estaban hablando de una anatomía real o algo descrito en base al yeso", dice Marsh. A falta de que alguien gastara más tiempo y recursos en estudios adicionales, la imagen confusa de la anatomía del animal persistió durante décadas.

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    "Todos han confiado en esa monografía para sus propósitos de investigación de una forma u otra, pero resulta que hay algunos problemas con la manera en la que se redactó ese documento", dice Peter Makovicky, un paleontólogo de la Universidad de Minnesota que no participó en el nuevo estudio.

    Redescubriendo al Dilophosaurus

    Con el objetivo de tratar de esclarecer su historia, Marsh pasó siete años estudiando cada uno de los tres esqueletos de Dilophosaurus más completos que existen, que son propiedad de la Nación Navajo y se encuentran en la Universidad de California. También examinó dos especímenes no estudiados hasta el momento, que habían sido encontrados en tierras navajas hacía dos décadas por el paleontólogo de la Universidad de Texas en Austin, Timothy Rowe, coautor de la nueva investigación y tutor de Marsh.

    Las primeras investigaciones sobre el Dilophosaurus sugirieron que tenía mandíbulas débiles y una cresta frágil, algo en lo que Marsh cree que pudo haber influido la descripción del animal como un dinosaurio delgado que escupía veneno en el novedoso Parque Jurásico de Michael Crichton en 1990. Ni el veneno, ni el adorno del cuello que fue agregado en la película tienen ninguna base científica en la evidencia fósil.

    Los nuevos fósiles incluyen una pata trasera completa y varias partes del esqueleto que no se conocían de los especímenes anteriores, incluido el cráneo y la pelvis, y estos huesos muestran que el Dilophosaurus tenía mandíbulas fuertes, equipadas con músculos poderosos. Medía seis metros de largo, aproximadamente la mitad del tamaño de un T. rex adulto, y pesaba tres cuartos de tonelada, lo que significa que cazaba fácilmente grandes presas que vivían en los mismos entornos, como Sarahsaurus, un pariente del tamaño de un saurópodo de cuello largo.

    En la Universidad de California, Berkeley, Wann Langston supervisa la reconstrucción del primer esqueleto de Dilophosaurus a principios de la década de 1950. 

    Fotografía de Texas Vertebrate Paleontology Collections

    "El Dilophosaurus está claramente construido para ser un gran macropredador", dice Marsh. "Es un animal de cuerpo grande que fue construido para comer otros animales". El trabajo es una "descripción muy bienvenida de este animal", dice Martín Ezcurra, un paleontólogo que estudia los primeros dinosaurios carnívoros en el Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, en Buenos Aires. "Es muy interesante que los autores hayan aumentado el número de especímenes, mostrándonos que Dilophosaurus era más común en los primeros ecosistemas jurásicos de lo que pensábamos".

    Belleza con cresta

    Una característica que se muestra en Jurassic Park que sí era precisa es la doble cresta que recorre la parte superior del hocico de esta criatura. Probablemente se trata de una característica de visualización, debido a que esta cresta pudo haber sido de colores llamativos en la vida real y podría haber sido utilizada para intimidar a sus rivales o cortejar a sus compañeros, de manera similar a las cornamentas de un ciervo o la cola de un pavo real.

    "Es un animal impresionante. Tiene esas dos crestas óseas delgadas que recorren la parte superior de su cráneo, básicamente desde la fosa nasal y hasta la cuenca del ojo”, dice Makovicky.

    A pesar de estar construido de finos huesos, esta cresta, que es "única en su construcción", fue reforzada con un panal de bolsas de aire para fortalecerla y protegerla, dice Marsh. Él y Rowe también descubrieron que las bolsas de aire continúan a través del cráneo y otros huesos del esqueleto, insinuando cómo los antepasados ​​de Dilophosaurus desarrollaron esqueletos más ligeros. Esto permitió que los animales alcanzaran tamaños más grandes sin ser lisiados por su propio peso, convirtiéndose en los primeros grandes dinosaurios carnívoros de América del Norte.

    Los espacios en la cresta, que se unen con las fosas nasales del animal, pueden incluso haberse conectado a bolsas de aire inflables para exhibirlos. Sin embargo, esta teoría tendrá que ser probada por otros paleontólogos utilizando los datos anatómicos recientemente publicados, según afirma Marsh.

    Dilophosaurus, Cryolophosaurus y los dinosaurios con cresta relacionados de China y Argentina aparecen a principios del Jurásico, lo que representa "un aumento repentino en el tamaño del cuerpo a través del límite Triásico-Jurásico, que se cree que coincide con la desaparición de grandes líneas [de depredadores] como cocodrilos", dice Makovicky. "Ese nicho de depredadores superior está en juego, y estos dinosaurios con cresta parecen introducirse en él muy rápidamente".

    A pesar de su éxito inicial, los dinosaurios con cresta solo existieron durante un corto período de tiempo en términos evolutivos, unas pocas decenas de millones de años, antes de ser reemplazados por especies como Ceratosaurus y Allosaurus. Las crestas de la cabeza son mucho menos comunes en los dinosaurios posteriores, quizá porque estos animales comenzaron a desarrollar plumas, que habrían sido más efectivas a nivel de exhibirse y menos costosas biológicamente que las láminas de hueso.

    "En muchos sentidos, el Dilophosaurus es una especie clave para nuestra comprensión de los terópodos del Jurásico temprano", dice Makovicky. "Pero la literatura al respecto ha quedado desactualizada durante mucho tiempo".

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