5 de septiembre de 2010
La NASA tiene una excitante nueva visión del futuro de los vuelos espaciales, el regreso de los humanos a la luna para el 2020 como preparación de visitas a Marte y puede que más lejos.
Las misiones a la luna son esenciales para la exploración de mundos más lejanos. Las estancias prolongadas en la luna aportan la experiencia y conocimientos necesarios para las misiones espaciales de larga duración requeridas para visitar otros planetas. La luna también puede usarse como una base de operaciones avanzada en la que los humanos aprendamos a reponer suministros esenciales, como el propergol y el oxígeno, creándolos a partir de material local.
Dichos conocimientos son vitales para la futura expansión de la presencia humana en el espacio exterior.
El Programa Constelación también tiene objetivos científicos a corto plazo. Aunque los humanos ya hemos visitado antes la luna, nuestra vecina más cercana aún alberga sus propios misterios científicos por explorar -incluida la investigación del agua helada cerca de los polos lunares.
Las futuras misiones humanas a la luna irán precedidas de lanzamientos de reconocimiento robóticos, entre 2008 y 2011, para identificar lugares de alunizaje que puedan proporcionar abundantes recursos para los astronautas. El polo sur lunar se considera particularmente prometedor porque es rico en hidrógeno y también puede contener agua helada.
Una nueva nave espacial
Estas nuevas misiones de la NASA están encabezadas por el desarrollo de una nueva nave espacial vanguardista -pero con un aire retro.
El Vehículo de exploración tripulado Orión recuerda al diseño de las misiones Apollo originales pero actualiza sus sistemas con tecnología moderna. Las nuevas cápsulas serán más grandes, con tres veces más capacidad de carga y la posibilidad de alojar una tripulación de cuatro personas. El nuevo tamaño ha llevado a los oficiales de la NASA a describir la misión como un "Apollo que toma esteroides".
La nueva cápsula Orión, que se lanza acoplada a un sólido propulsor de cohetes y una fase superior similar a la del Apollo, se considera un diseño más fiable y seguro para la futura exploración del espacio que el ahora familiar transbordador espacial.
Una vez en el espacio, los flexibles vehículos Orión llevarán y traerán los astronautas a la Estación Espacial Internacional. También entrarán en la órbita lunar, una ubicación desde la cual las sondas pueden visitar repetidamente la superficie.
Las cápsulas Orión, que se pueden reutilizar hasta diez veces, serán lanzadas en paracaídas a la Tierra como antiguamente -aunque se posarán sobre tierra firme en lugar de amerizar en el océano.
En lo años posteriores a 2020, estas naves espaciales podrán ayudar a ensamblar en órbita vehículos dirigidos a Marte para llevar a los primeros humanos al planeta rojo.