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Danté Fenolio
Todo el mundo está enamorado de él. Tanto es así, que los científicos están pensando en nombrarle Adorabilis. Conocido como Dumbo por su parecido con el famoso elefante de dibujos animados de Disney, también se le denomina pulpo flapjack. Vive en las profundidades del océano, tiene un diámetro de 17,8 centímetros y utiliza sus dos aletas para dirigir su rumbo. Se trata de la misma especie que Pearl, el pulpo rosa de "Buscando de Nemo".
Extraño pez con una curiosa mezcla de pájaro y anguila, el nemíctido habita en los océanos tropicales y subtropicales de todo el mundo. Dispone de un largo pico con numerosos dientes afilados que le ayudan a cazar gambas y otros crustáceos como camarones. Puede alcanzar 1,5 metros de longitud.
Este anfibio vive en aguas subterráneas y se ha adaptado tanto a su vida en la oscuridad que la piel ha cubierto sus ojos por completo. Es tal la ausencia absoluta de luz que su piel ha perdido la pigmentación. En la imagen, la especie de Texas (abajo) y la de Georgia (arriba).
También conocido como calamar de cristal, este pequeño invertebrado translúcido puede cambiar de forma en un segundo. Cuando se siente amenazado, introduce su cabeza y tentáculos dentro de su manto y se hincha como un globo inflado.
Este curioso cefalópodo es bioluminiscente, esto es, que su cuerpo tiene la capacidad de emitir luz fosforescente. Esto es posible gracias a una reacción química de una enzima, la luciferasa, que produce luz dentro de unas células llamadas fotocitos. Es un alimento muy demandado en Japón, aunque no se pueden consumir crudos porque contienen numerosos parásitos.
Estos crustáceos transparentes, conocidos como phronimas, bien podrían haber inspirado la película Alien. Habitan en las profundidades de los océanos polares y tienes un aspecto parecido a los camarones. En la imagen puedes ver a sus numerosas crías en el interior. Para alimentarlas, la madre atrapa a sus presas, se come el caparazón, forma una masa gelatinosa con él en la que coloca los huevos. Cuando sus crías son lo suficientemente grandes, son expulsadas al exterior.
Tal como era de esperar, el rape es una de las criaturas más extrañas del fondo marino. Estos peces, opacos y sin pigmentación, logran atraer a sus presas gracias a su capacidad de bioluminiscencia. Cuando sus víctimas se dan cuenta de que la luz es una trampa, ya es demasiado tarde.