Revista Nat Geo
Registrarse
Programación TV
Disney+
National Geographic
National Geographic
National Geographic
Ciencia
Animales
Historia
Medio Ambiente
Viajes
Ciencia
Animales
Historia
Medio Ambiente
Viajes
Página del fotógrafo
Paolo Verzone
El suelo de Can Mata alberga fascinantes fósiles de hace entre 12,5 y 11,2 millones de años, incluidas especies de antiguos primates que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo. Los paleontólogos llevan vigilando la expansión del vertedero desde 2002.
El cráneo de un falso gato de dientes de sable, un tipo extinto de carnívoro parecido a los felinos, es acunado por la conservadora jefe Xènia Aymerich, del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont. El ejemplar es uno de los más de 70 000 fósiles encontrados en el Abocador de Can Mata, un vertedero cercano a Barcelona que se ha convertido en el paraíso de los paleontólogos.
El vertedero de Can Mata es uno de los vertederos más grandes de España. Desde el 2002, un equipo de paleontólogos del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont (ICP), en Barcelona, ha descubierto unos 70 000 fósiles de este periodo, cuando el clima neotropical de la región estaba volviéndose más árido.
Con nuevos huesos llegan nuevos modelos: Guzun Ion de DI.MA. Dino Makers, una empresa que fabrica esculturas para museos en Fossalta di Piave, Italia, elabora una versión actualizada de la cola de un Spinosaurus para una escultura en tamaño real. El hallazgo de un nuevo fósil de la cola del animal ha cambiado las nociones científicas sobre este depredador gigante, que hace historia como el primer dinosaurio nadador que se conoce.
La cueva 4, que vemos en lo alto de los barrancos del parque nacional de Qumrán en Cisjordania, fue la «mina de oro» de los manuscritos del Mar Muerto. Contenía unos 600 manuscritos, divididos en más de 10 000 fragmentos.
Barcelona, España—Carlos Hernández (izq.) y Rocío Cano, periodistas de una cadena local, informan desde las playas vacías de la ciudad.
Con huesos nuevos llegan modelos nuevos: Guzun Ion de DI.MA. DinoMakers, una empresa que fabrica esculturas para museos en Fossalta di Piave, Italia, moldea una versión actualizada de la cola de un Spinosaurus para una escultura a escala real.
El Museo de Fósiles de Tahiri, dirigido por un vendedor de fósiles, incluye restos de Marruecos y moldes de fósiles de todo el mundo. Casi la mitad del espacio lo ocupa una tienda de regalos donde los turistas pueden comprar fragmentos cortados de huesos de dinosaurios.
Una estatua de un Triceratops, una especie presente en Norteamérica, frente al Museo de Fósiles de Tahiri cerca deRissani, Marruecos. Aunque Marruecos tiene sus propios dinosaurios, son menos conocidos que sus parientes americanos lejanos.
MohandIhmadi, dueño del Centro de Trilobites deIhmadi en Alnif, Marruecos, prepara un diente de Spinosaurus para venderlo. Durante años,Ihmadi ha guardado los fósiles más raros que pasan por su tienda para intentar fundar un museo. “Es importante que preservemos nuestro pasado”, afirma. “Si lo perdemos, nunca lo recuperaremos”.