¿Podría ser esta la «firma» del profeta bíblico Isaías?

La inscripción de un sello de arcilla de 2.700 años hallado en Jerusalén podría mencionar a Isaías, convirtiéndolo en la referencia más antigua al profeta fuera de la Biblia.

Por Kristin Romey
Publicado 22 feb 2018, 12:24 CET
Sello
Este sello de arcilla roto de 2.700 años, descubierto en un antiguo depósito de desperdicios en Jerusalén, podría contener el nombre del profeta bíblico Isaías.
Fotografía de Ouria Tadmor, Eilat Mazar

Un sello de arcilla del siglo VIII a.C. descubierto en una excavación en Jerusalén podría llevar el nombre del profeta bíblico Isaías, según un nuevo artículo en Biblical Archaeology Review.

En el artículo, titulado Is This the Prophet Isaiah's Signature? (¿Es esta la firma del profeta Isaías?), la autora y arqueóloga Eliat Mazar sugiere que la antigua inscripción hebrea que aparece en el óvalo de arcilla dañado de 1,2 centímetros podría haber rezado «Perteneciente al profeta Isaías».

Si la interpretación de los caracteres del sello de 2.700 años es correcta, sería la primera referencia a Isaías fuera de la Biblia. Al profeta hebreo se le describe como consejero del rey judío Ezequías, que gobernó entre finales del siglo VIII y principios del siglo VII a.C.

Una imagen del Monte del Templo o Explanada de las Mezquitas en Jerusalén. El sello se descubrió en el Ophel, una antigua zona fortificada cuyas ruinas pueden verse en la esquina inferior derecha.
Fotografía de Annie Griffiths, National Geographic Creative

El sello de arcilla, o bulla, fue uno de los 34 descubiertos durante las excavaciones realizadas por Mazar en 2009 en la base de la muralla sur del Monte del Templo o Explanada de las Mezquitas en Jerusalén. Los sellos, o bullae, se recuperaron en pequeñas fosas de desperdicios de la Edad del Hierro (1200-586 a.C.), fuera de la muralla de lo que Mazar describe como una panadería real, arrasada durante la destrucción babilónica de Jerusalén en el 586 a.C.

El profeta Isaías

El sello lleva impresos caracteres en hebreo antiguo que forman el nombre Yesha‘yah[u] (nombre en hebreo de Isaías), seguido de la palabra nvy.

Como el sello está dañado al final de la palabra nvy, Mazar sugiere que la interpretación podría estar incompleta. Si nvy estaba seguido originalmente por la letra hebrea aleph, el resultado sería la palabra profeta, revelando la inscripción siguiente: «Perteneciente al profeta Isaías».

El contexto arqueológico en el que se descubrió el sello refuerza esta interpretación, según escribe la arqueóloga.

En 2015, la revelación de que otra bulla descubierta en las excavaciones en Ophel llevaba el sello personal del rey Ezequías llegó a los titulares internacionales. Según el artículo más reciente, el sello de Isaías se descubrió a solo 3 metros del de Ezequías en la misma excavación de 2009.

La bulla de arcilla con el sello del rey Ezequías se descubrió en la misma zona de excavación, a solo 3 metros del lugar donde se descubrió el sello de Isaías.
Fotografía de Ouria Tadmor, Eilat Mazar

La relación cercana entre el profeta y el rey que se describe en la Biblia y la proximidad de los hallazgos de los dos sellos «parecen dejar abierta la posibilidad de que, pese a las dificultades que presenta la parte dañada de la bulla, podría tratarse de una inscripción del profeta Isaías, consejero del rey Ezequías», escribe Mazar.

«Grandes obstáculos»

Por tentadora que sea la interpretación, Mazar reconoce que hay «grandes obstáculos» a la hora de interpretar sello, en particular la palabra nvy. Sin aleph al final, es probable que nvy solo sea un nombre propio (normalmente el nombre del padre de la persona) o un lugar (el lugar de procedencia de la persona).

Christopher Rollston, profesor de lenguas semíticas de la Universidad George Washington, está de acuerdo en que la lectura de nvy es problemática.

Galería relacionada: 7 descubrimientos arqueológicos a los que ha contribuido National Geographic

«La letra que sería necesaria para confirmar que la segunda palabra es el título profeta es un aleph. Pero no se lee ningún aleph en esta bulla, y por eso esta interpretación no puede confirmarse», afirma.

Rollston señala que la falta del artículo definido h complica la lectura de nvy. En la mayor parte de referencias bíblicas, se alude a el profeta en vez de solo a profeta. «En resumen, si esta fuera la palabra profeta, me hubiera gustado ver la palabra el, como en el profeta Isaías», afirma.

Aunque Mazar señala que la falta de artículo definido también supone un problema para la interpretación del sello, sugiere que el artículo definido podría haber aparecido originalmente en una zona dañada sobre la palabra nvy o, citando otros ejemplos arqueológicos y textuales, sencillamente se omitió.

Los investigadores sugieren que la zona dañada del sello podría haber contenido originalmente los caracteres hebreo vav y h en el registro medio y aleph en el registro bajo (texto reconstruido en azul). El grabado completo del sello diría «Perteneciente al profeta Isaías».
Fotografía de Illustration by Ouria Tadmor/ Eilat Mazar

Además, Rollston señala que la raíz hebrea yš‘ no es solo la base del nombre del profeta Isaías, sino también para veinte personas diferentes que aparecen en la Biblia. «Hay muchas personas con el nombre Isaías o nombres basados en la misma raíz», observa. Y si en realidad la palabra nvy forma parte del nombre del padre de alguien, definitivamente no está asociada al profeta, cuyo padre, según la Biblia, era Amoz.

El posible descubrimiento de objetos asociados al rey Ezequías y a Isaías, el profeta bíblico que asesoró al rey durante una época tumultuosa tras la conquista asiria del norte del Reino de Israel, al norte, y la amenaza continua al Reino de Judea, al sur, «es una rara oportunidad para revelar claramente esta época específica de la historia de Jerusalén», concluye Mazar.

«Está claro que el supuesto de que este sea [el sello] del profeta Isaías es fascinante, pero no deberíamos asumir que es totalmente cierto», advierte Rollston. «No lo es».

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