“La niña afgana”, acusada de usar un carnet de identidad falso
27 de octubre de 2016
La niña afgana que protagonizó la icónica portada de la revista National Geographic en 1985, ha sido detenida en Pakistán acusada de residir en el país ilegalmente en posesión de documentos falsos.
Sharbat Gula tenía 12 años cuando Steve McCurry la fotografió en un campo de refugiados en Pakistán en diciembre de 1984. La inolvidable imagen de la niña de los ojos verdes se convirtió en un símbolo internacional de los refugiados y de la inestabilidad política y social de la región, además de hacerle, siendo una total desconocida, uno de los rostros más reconocibles del siglo veinte.
La imagen volvió a dar la vuelta al mundo cuando McCurry regresó a buscar a Gula en 2002, y pudimos comprobar lo mucho que había cambiado y sufrido durante esos años.
La Agencia Federal de Investigación de Pakistán (FIA) arrestó a Gula el miércoles. Como cuenta Arshad Yusufzai, periodista que ha trabajado como traductor para National Geographic y cercano a Gula y su familia, las autoridades entraron por la fuerza en casa de la mujer en Peshawar.
“Algunos expertos afirman que podría salir impune, mientras que otros piensan que podría enfrentarse a entre 7 y 12 años de prisión” declara Yusufzai.
Gula está retenida y está siendo investigada por la policía, confirma Yusufzai. Puede permanecer recluida hasta 14 días hasta que el gobierno decida si presentar una causa penal.
“Estamos intentando esclarecer los hechos,” cuenta Emma Carrasco, Directora de Marketing en National Geographic Society. “Nuestra prioridad es su bienestar.”
Shahid Ilyas, un funcionario local de la Dirección Nacional de Bases de datos y Registros, declaró en The Guardian que Gula había, supuestamente, estado usando un carnet de identidad ilegal que había obtenido sin permiso oficial en 2014.
Ilyas afirma que su agencia estaba investigando al mismo tiempo a tres oficiales sospechosos de enviarle ilegalmente el carnet a Gula. Normalmente los ciudadanos extranjeros no deberían recibir esos carnets.
Los tres funcionarios de Peshawar fueron arrestados y despedidos, acusados de corrupción, declara Yusufzai. De momento están en libertad con cargos, pero deben volver a los tribunales el viernes.
“Me opongo a esta decisión de las autoridades de la forma más rotunda posible,” publicó McCurry en su cuenta de instagram hablando del arresto de Gula. “Ha sufrido durante toda su vida, y su arresto es una violación atroz de sus derechos humanos.”
Huyendo de Afganistán
Millones de personas huyeron de Afganistán durante la guerra con la Unión Soviética en los años 80. Muchos se asentaron en Pakistán, donde actualmente las estimaciones cifran que quedan 2,5 millones.
Sin embargo, los refugiados no siempre han sido bien recibidos en el país, teniendo que enfrentarse a la enemistad y discriminación de algunos residentes y políticos pakistaníes.
En 2014 Pakistán anunció planes para expulsar a muchos de sus refugiados fuera del país, como consecuencia se obtuvieron ilegalmente nada más y nada menos que 60.000 carnets de identidad.
Cientos de afganos han sido arrestados este último año bajo sospecha de poseer documentación ilegal, afirma Yusufzai. “Sharbat es famosa internacionalmente, por eso es tan trascendental que esté envuelta en algo tan grande cuando se trata de alguien con su prestigio.”
Gula está acusada de pagar el equivalente a 412 euros en sobornos a funcionarios para obtener el carnet de identidad, cuenta Yusufzai.
Los carnets se han vuelto, en los últimos años, un objeto muy deseado porque facilitan a la gente poder viajar y llevar negocios.
Gula ha vivido en Peshawar desde que McCurry volvió a conectar con ella en 2002. Tenía cinco hijos, pero una de sus hijas murió dando a luz hace unos años, más o menos a la vez que su marido falleció por una enfermedad.
“Sus hijos también tienen miedo de que les arresten,” relata Yusufzai. “[Gula] no quería volver a Afganistán, su pueblo no es seguro.”
Buscando a la niña afgana
Encontrar a Gula en 2002 fue difícil. McCurry le enseñó su foto a mucha gente en el campamento de refugiados de Pakistán, hasta que un hombre la reconoció. Se ha refugiado en las montañas de Tora Bora, le contó. Tres días después, ese mismo hombre trajo a Gula de vuelta al campamento.
“Es tan sorprendente ahora como lo era cuando la fotografié hace 17 años,” afirmó McCurry en 2002.
La entonces joven Gula desconocía que millones de personas habían visto su foto y que había inspirado a mucha gente para realizar donaciones o presentarse como voluntarios para trabajar con refugiados.