¿Vikingos más amables? No es cierto, o al menos, eso dicen sus esclavos

Nuevas pruebas muestran que los vikingos no eran tan amables como pensábamos, pues el esclavismo era una parte fundamental de su estructura social.

Por Andrew Lawler
Esclavos vikingos
Un vikingo ofrece una esclava a un mercader persa en una ciudad comercial del río Volga en esta ilustración.
Fotografía de TOM LOVELL, NATIONAL GEOGRAPHIC CREATIVE (ILUSTRACIÓN)

La reputación de los vikingos de sangrientos saqueadores del frío norte puede haber cambiado en los últimos tiempos, pasando a ser unos caballeros encantadores y apuestos.

Pero nuestra visión de los pueblos nórdicos podría estar a punto de cambiar de nuevo gracias a nuevos estudios que dirigen su mirada a segmentos de la sociedad vikinga que han permanecido durante mucho tiempo en la sombra.

Los arqueólogos están estudiando pruebas y hallazgos en Irlanda y los han comparado con otros materiales para arrojar luz sobre una de las sombras de esta civilización: la esclavitud.

"Esta era una economía de esclavos", explicaba Neil Precio, arqueólogo de la Universidad de Uppsala, Suecia, en un congreso reciente que reunió a arqueólogos expertos en esclavitud y la colonización. "La esclavitud no ha recibido casi ninguna atención en los últimos 30 años, pero ahora tenemos la oportunidad de mostrar la verdad gracias a las modernas herramientas de estudio".

La esclavitud escandinava aún resuena en la cultura británica en la actualidad. Su expresión “to be held in thrall,” que significa estar bajo el poder de una persona, se remonta al antiguo término nórdico para un esclavo: thrall.

La esclavitud en la región es muy anterior a los vikingos. Hay pruebas de la gran disparidad económica desde el primer siglo de nuestra era, en el que algunas personas vivían con los animales en establos, mientras que otros poseían mansiones de la época.

Las crónicas del año 793 describen un tiempo en el cual las personas eran objeto de los saqueos vikingos, al igual que los objetos preciosos, como sucedió entonces en el monasterio de Lindisfarne (Escocia). En Ulster existe un registro que habla de "un gran botín de mujeres" tomadas en un ataque cerca de Dublín en el año 821, mientras que otra crónica habla de 3000 personas que fueron capturadas en un solo ataque un siglo más tarde.

Ibn Hawqal, un geógrafo árabe, describe el comercio de esclavos vikingo en el año 977 como un negocio que se extendía a través del Mediterráneo, desde España a Egipto.

La escasez de mujeres y de trabajadores

Price sospecha que "la esclavitud era una de las motivaciones más importantes en las incursiones". Otro factor clave puede haber sido la gran necesidad de mujeres que tenían los vikingos.

Algunos investigadores creen que estos eran una sociedad polígama, lo que hacía que fuese muy difícil encontrar parejas entre las clases populares. Esto pudo haber impulsado los saqueos y los ambiciosos viajes de exploración que caracterizaron a esta civilización. Algunos estudios genéticos, por ejemplo, sugieren que la mayoría de las mujeres islandesas están relacionadas con antepasadas escocesas e irlandesas que probablemente fueron tomadas como botín en sus incursiones.

Otro motivo importante que propició el aumento de la frecuencia de los viajes vikingos fue la necesidad de lana para la fabricación de las velas de sus barcos, lo que también creó un cambio en el sistema de producción de materias primas entre los habitantes de las tierras nórdicas.

William Fitzhugh, arqueólogo de la Smithsonian Institution, ha añadido que "las esclavas eran concubinas, cocineras y trabajadoras del hogar, mientras que los hombres eran mano de obra para la tala de árboles y la construcción".

Sacrificios humanos

Otros estudios sugieren que los esclavos vikingos eran sacrificados cuando sus amos morían.

Elise Naumann, arqueóloga de la Universidad de Oslo, ha descubierto recientemente cuerpos decapitados en varias tumbas vikingas que probablemente fuesen restos de esclavos victimas de rituales de enterramiento, algo que también se ha mencionado en sagas vikingas y crónicas árabes.

Los huesos también revelaron una dieta basada en gran medida en pescado, mientras que sus amos comían más carne y productos lácteos.

En la isla de Man, en el mar de Irlanda, la tumba de un señor vikingo incluye los restos de una mujer joven muerta a causa de un golpe en la parte superior de la cabeza y mezclada con las cenizas de animales incinerados, y se pueden encontrar muchos más ejemplos de este tipo en todo el norte de Europa.

Sin embargo, un reciente descubrimiento desafía las ideas acerca de la condición de los esclavos. En los últimos años, los investigadores han identificado cerca de 80 esqueletos vikingos que cuentan con surcos profundos en sus dientes frontales superiores. Algunos especulan que estos pueden haber sido una marca de la casta guerrera, ya que todos los esqueletos pertenecían a hombres.

Anna Kjellstrom, de la Universidad de Estocolmo, señaló que los restos de dos hombres enterrados como esclavos en el centro de Suecia incluyen las marcas de los dientes, lo que hace replantearse las teorías anteriores.

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