El terremoto de Japón ha provocado que el planeta Tierra haya reducido su longitud
17 de marzo de 2011
La magnitud 9,0 del terremoto que sacudió Japón el pasado viernes fue lo suficientemente potente como para reducir la longitud terrestre en 17 centímetros haciendo que los días sean 1,8 microsegundos más cortos.
Eso no apunta que las ondas de choque hayan desplazado al planeta fuera de su eje norte-sur, en torno al cual gira el planeta.
Lo que sí ha provocado es una transformación en lo que se conoce como “el eje figura” una línea imaginaria alrededor de la cual se equilibra la masa del planeta, situada a unos 10 metros del cerca eje norte-sur.
La Tierra suele tambalearse un poco a medida que gira, debido a que la masa de la superficie cambia, como los glaciares al deshacerse. Es durante ese movimiento cuando las corrientes oceánicas pueden hace que la Tierra se desplace de su balance habitual.
Gracias a los datos registrados en los GPS se puede comprobar que partes de Japón han sido modificadas hasta 4 metros. Estos datos han podido ayudar a los científicos calcular la cantidad de masa terrestre que ha sido redistribuida.
El cambio en la masa también afecta en la rotación del planeta, según explica a National Geographic el geofísico Richard Gross, del Jet Propulsion Laboratory de la NASA en Pasadena, California.
“Debido a que la Tierra es grande, este cambio es apenas perceptible para la mayoría de nosotros “ comenta Gross . "No tiene ninguna consecuencia inmediata".
Los investigadores están más intrigados por el cambio en la oscilación de la Tierra ya que podría ayudar a la predicción de los futuros terremotos.
Datos de Japón Terremoto "Increíbles"
Los cambios en la distribución de la masa de la Tierra se calcularon a partir de datos obtenidos de los GPS durante el terremoto de 2004 y el terremoto de Sumatra del 2010 en Chile. En el caso de Sumatra, el terremoto tuvo el efecto contrario: los días se alargaron 6.8 microsegundos.
Sin embargo, para el terremoto de Japón, el cambio en la oscilación de la Tierra ha sido dos veces mayor que los calculados en 2004 y 2010.
Para Grossman “Es emocionante. La oscilación de Japón ha sido lo suficientemente grande como para que los científicos puedan ser capaces de medir los cambios en la inclinación terrestre, no solo calcularlos”.
Los científicos estudiando detenidamente los datos que tratando de averiguar si había algo inusual en los terremotos anteriores para intentar descubrir si estos temblores eran avisos para futuros terremotos más fuertes.