28 de marzo de 2011
Aunque el terremoto de Japon del 11 de marzo - que provocó un gran tsunami y daño la central nuclear – ha sido el de mayor intensidad en el país desde el nacimiento de la sismología moderna, no es “el grande” por llegar, como lo definen los expertos.
No es que una magnitud de 9 no sea grande sino que el sitio no es el que se ajusta a las predicciones. Los sismólogos llevan tiempo prediciendo un terremoto de características similares al de Kanto en 1923, que tuvo lugar en una peligrosa falla cercana a Tokyo y en el que murieron unas 142,000 personas.
Japón es una zona tectónica compleja dónde tres importantes placas; la placa Pacífica, la placa de Ojostk y la placa Filipina se oprimen las unas a las otras.
En el terremoto de 1923, cuya magnitud estimada fue entre 7,9 y 8,4, se produjo debido a la colisión entre la placa Filipina y la isla de Japón, en la zona de Sagami, a las afueras de la costa de Tokyo.
El reciente terremoto tuvo lugar al norte, al sur de la zanja japonesa, formada por la colisión de las placas Pacifica y Ojostk.
“La mayoría de los expertos no esperaban uno tan grande en esa zona” dijo Chris Goldfinger, director del Laboratorio de Active Tectonics and Seafloor Mapping Laboratory en la Universidad de Oregon.
Esto se debe a que la zanja de Japón siempre ha producido grandes, pero no monstruosos terremotos, al menos en los últimos mil años, desde que los humanos llevan seguimiento de ellos.
Seth Stein, profesor de geofísica de la Northwestern University en Evanston, Illinois, dijo “Los japoneses han estado durante mucho tiempo preparándose para un gran terremoto más al sur, en la zona de Tokyo.
El terremoto del 11 de marzo fue lo suficientemente fuerte como para desplazar Japón unos 2.4 metros, según un reciente estudio geológico americano.
Predecir terremotos, ciencia movida
No es que la zanja Japonesa estuviese sísmicamente inactiva, destacan los expertos.
“El norte de Japón ha sufrido varios terremotos a lo largo de su historia”, afirma Robert Yeats, profesor emérito de geología en la Universidad de Corvallis, Oregon.
El problema es que los científicos no tienen un amplio historial de pasados terremotos para poder predecir el mayor terremoto posible sea cual sea su localización, según Stein.
Esto ocurre hasta en Japón, dónde los estudios antiguos – no tan precisos como los estudios sismológicos modernos pero aún así buenos – datan de hace más de 1,100 años.
“La historia reciente no es un indicador de lo que podría ocurrir” afirma David Applegate, Consejero senior del Geological Survey's Earthquake Hazard Program de los Estados Unidos, en una nota de prensa el pasado 11 de marzo.
Dicen los expertos que todavía existe miedo ante la posibilidad de otro posible gran terremoto en el sur, en la zona de Sagami.
Predicción de grandes terremotos
Los registros de pasados terremotos no son el único sistema de monitorizar el peligro de terremotos.
Por ejemplo, Yasutaka Ikeda, especialista de la Universidad de Tokyo, ha llevado a cabo mediciones de con GPS de alta precisión, del nivel de la fuerza de presión de las placas tectónicas a lo largo de la zanja de Japón.
Ikeda comparó los resultados con el nivel de la tensión liberada por los terremotos.
Sus conclusiones muestran “la insuficiencia de terremotos en los pasados cien años para toda la presión existente” dijo Yeats. Sugiere que en el futuro habrá terremotos más fuertes”, como el del 11 de marzo.
Ikeda estaba en China en el momento del terremoto y incluso el fue sorprendido por el mismo. “ No espera ver con vida semejante terremoto” dijo a National Geographic News a través de un email.
El terremoto de Japón precedido por replicas
Otro aviso del terremoto del 11 de marzo fue visible en retrospectiva; un terremoto con magnitud de 7,2 azotó la misma región el pasado 9 de marzo.
Normalmente, a los terremotos de esa magnitud les suceden replicas menores, no terremotos de mayor intensidad.
“Muchos terremotos de magnitud 7 no tienen réplicas” dijo Applegate. “Es solo a modo retrospectivo que podemos mirar hacia atrás y ver que es una réplica” como en el caso del 9 de marzo”. “Solo una de cada veinte veces este tipo de terremotos tiene réplicas mayores al temblor inicial”.
La conclusión de esto es que “os terremotos no llegan con aviso precio” dijo Craig Fugate, Adminisitrador de la Federal Emergency Management Administration de Estados Unidos, tras el terremotos del 11 de marzo.
No importa el cuidado que se tenga al construir estructuras resistentes, fenómenos del tipo tsunami así como los movimientos de la tierra, seguirán causando daños.