6 de agosto de 2012
La granjera Donna Melton nos muestra mazorcas de maíz devastadas por la sequía en su plantación a las afueras de El Dorado (Illinois). Esto no es más que una muestra de la sequía que está desgarrando Estados Unidos, una de las mayores en los últimos 50 años. Porcentajes superiores al 50% nos indican el volumen de la sequía moderada, y si esto fuese poco, el 17% de país la está sufriendo de forma extrema.
Brian Fuchs, climatólogo y creador del monitor de sequía, ha señalado en su informe del 26 de julio que “se ha intensificado la sequía en Illinois, Iowa, Missouri, Indiana, Arkansas, Kansas y Nebraska en la última semana”
Estamos alcanzado unas caídas similares a 1988, cuando las cosechas perdieron un 30% de su producción, lo que está alzando los precios hasta límites insospechados. Los expertos esperan un incremento de los precios de los alimentos que se extenderá hasta 2014, debido a la escasez de suministros de alimentos básicos como maíz, soja y trigo. La escasez también afectará a la carne y los productores de leche porque el ganado depende de los cultivos forrajeros mismos, y sus crecientes costes repercutirán en los consumidores finales.