
Los orectolóbidos pasan desapercibidos en su entorno gracias a sus dibujos y los «flecos» que rompen la silueta de su cuerpo aplanado. A pesar de que les resulta relativamente fácil devorar una presa de buen tamaño, los científicos no están seguros de cómo consigue digerir una presa tan grande como otros tiburones. «No hay estudios completos sobre cómo digieren sus presas», reconoce Ceccarelli. «La mayoría de los tiburones se tragan sus víctimas enteras, por lo que la digestión de otro tiburón podría durar varios días». El estudio sobre el tiburón comiéndose a otro tiburón aparece en el número actual de la revista Coral Reefs.
Fotografía de Ethan Daniels, AlamySin duda, el cuerpo plano y los flecos de los orectolóbidos, en la imagen uno en Indonesia, recuerdan a una alfombra.
«Se quedan en el lecho marino, camuflándose y esperando sin moverse a que posibles presas pasen a su lado. Entonces, se abalanzan sobre ellas a la velocidad de la luz», señala Ceccarelli.
«No son muy exigentes en cuanto a la presas», añade, lo que explica por qué el orectolóbido australiano convirtió otro tiburón de casi su mismo tamaño en su comida del día.
Al igual que ocurre con otros muchos tiburones, la mandíbula de los orectolóbidos se disloca para ayudarles a engullir grandes presas, y sus dientes apuntan hacia atrás, para poder agarrarlas.
«Con el tiempo necesario pueden desmembrar y tragar presas más grandes que ellos mismos», afirma Ceccarelli.
Fotografía de Reinhard Dirscherl, AlamyEl orectolóbido tiene en la boca la cabeza del tiburón bambú muerto en la Gran Barrera de Coral (Australia).
Ambas especies implicadas en este curioso episodio suelen tener tamaños similares (entre 100 y 150 centímetros) de la cabeza a la cola. También comparten hábitat en el Pacífico occidental, normalmente cerca de los arrecifes de coral.
«En zonas donde habitualmente se encuentran los orectolóbidos, es muy posible que se crucen sus caminos», afirma Ceccarelli. «Los tiburones bambú suelen hurgar por el fondo, metiendo la cabeza en agujeros en busca de invertebrados de los que alimentarse».
De acuerdo con la enciclopedia online Fishbase, los tiburones bambú también han sido vistos en pozas de marea y pueden sobrevivir hasta 12 horas fuera del agua.
Fotografía de Tom ManneringLa cámara pilla a un tiburón comiéndose a otro en la Gran Barrera de Coral australiana. Las imágenes, publicadas este mes, muestran a un orectolóbido a medio engullir un Chiloscyllium punctatum (llamado tiburón bambú).
Daniela Ceccarelli y David Williamson, del Centro de Excelencia para el Estudio de Arrecifes de Coral del Australian Research Council, se encontraron por casualidad con este espectáculo mientras elaboraban un censo de peces en el arrecife de Great Keppel Island.
«Lo primero que me llamó la atención fue el blanco casi traslúcido del bambú», comenta Ceccarelli por correo electrónico. Pensando que la parte delantera del tiburón estaría escondida bajo un arrecife de coral, Ceccarelli se acercó y fue cuando se materializó el otro tiburón, que estaba camuflado.
«Vi con claridad que la cabeza del tiburón bambú estaba dentro su boca», afirma. «No se movía, estaba muerto».
Análisis anteriores del estómago de esta especie confirman que los orectolóbidos atacan a otros tiburones.
«No creo que ésta sea la primera vez que se ve algo así», añade Ceccarelli, que sí cree que se trata de la primera fotografía de un orectolóbido engullendo otro tiburón.
Fotografía de Tom Mannering