LA TUMBA MÁS GRANDE ENCONTRADA HASTA EL MOMENTO EN PACHAMAC
Publicado 9 mar 2022, 11:47 CET

Como la mayoría de las culturas precolombinas, el Ychsma no dejaron registro escrito.
Fotografía de J. Enrique Molina, Alamy
Aproximadamente la mitad de los cuerpos en la tumba pertenecieron a bebés que o bien fueron sacrificados o murieron por causas naturales y luego fueron depositados en un lugar hasta que se terminó de construir la tumba.
La evidencia física de sacrificio es difícil de detectar en los cuerpos pequeños, en particular en los casos de asfixia.
Fotografía de Université Libre de Bruxelles
Otra cara, esta vez de arcilla.
Antes de que los Inca se hicieran con el poder de Pachacamac en el siglo 15, los Ychsma habían gobernado la ciudad durante más de 500 años. La cultura de los conquistadores dejó un vasto complejo de edificios monumentales, entre ellas 18 de adobe y pirámides escalonadas.
Pachamac fue un importante centro religioso y de peregrinación durante casi dos milenios. Albergaba una poderosa oráculo, y varios grupos de antiguos construyeron estructuras sagradas y enterraban a sus muertos entre sus numerosos templos y cementerios.
Fotografía Cortesía de Université Libre de Bruxelles
En la tumba también se encontraron cinco cabezas de madera como la de la foto.
Las cinco cabezas falsas en la tumba recién descubierta no cubría los rostros de los difuntos, pero los cuerpos si fueron momificados con ellas.
Los artefactos probablemente sirvieron para proporcionar una identidad a las difuntos y ayudarles a llegar a la otra vida.
Fotografía Cortesía de Université Libre de Bruxelles
Esqueletos y ajuares de cerámica en la tumba recién descubierta en Pachacamac, no muy lejos de Lima.
Fotografía Cortesía de Université Libre de Bruxelles
Colocado en posición fetal, este esqueleto es uno de unos 80 cuerpos encontrados en esta extensa tumba de Perú, la más grande encontrada en Pachacamac.
En su día la tumba se encontraba cubierta con un techo de paja. El lugar podría tratarse un lugar donde perecían los peregrinos enfermos atraídos por las curas milagrosas, según informa el arqueólogo Peter Eeckhout de la Universidad Libre de Bruselas en Bélgica.
Fotografía Cortesía de Université Libre de Bruxelles