
Los corales y las anémonas de mar rodean el camino de una salada de mar que serpentea a lo largo del fondo marino. La imagen muestra lo que sucede cuando la sal intenta salir a la superficie empujando los sedimentos y rocas marinas.
Fotografía de OAA Okeanos Explorer Program Platos de cerámica y vidrio recubiertos de sedimentos.
Los platos pueden ser clave para determinar en que época tuvo lugar el naufragio.
Fotografía de NOAA Okeanos Explorer Program Utilizando el vehículo de control remoto el Pequeño Hércules, se pudo examinar con más cuidado los restos encontrados. Este robot ayuda a identificar, por ejemplo, los artefactos encontrados.
Fotografía de NOAA Okeanos Explorer Program Una anémona atrapamoscas sobre una pila de mosquetes encontrados en el lugar del naufragio, a unos 1.200 metros de profundidad.
El contenido de los restos del naufragio indican que el barco podría haber estado involucrado en algún conflicto de la época como la guerra de 1812 o la guerra de México- EE. UU de 1846.
Fotografía de NOAA Okeanos Explorer Program El cobre envejecido y la madera podrida han dejando el casco de un color verdoso en este naufragio recién descubierto en las profundidades del Golfo de México.
Se calcula que el barco se hundió hace unos 200 años. A su alrededor se han encontrado mosquetes, botellas de cerveza y un ancla. La procedencia y el propósito siguen siendo una incógnita.
Fotografía de NOAA Okeanos Explorer Program