No podrás resistirte a estas fotos de bebés perezosos
Publicado 5 nov 2020, 7:33 CET

Este perezoso de dos dedos recién nacido se está echando una siesta. National Geographic le pregunta a la fotógrafa por qué decidió publicar su libro Slothlove:“Mi motivación principal era dar a conocer la situación de los perezosos, porque hay mucha falta de información ahí fuera. He escuchado muchas cosas sin sentido, como que los perezosos nunca se estresan, algo totalmente falso. Quizá es por eso que los perezosos no consiguen todo el respeto que merecen”. “Mucha gente no sabe que ser alcanzados por coches, atacados por perros o quedarse atrapado entre cables eléctricos son amenazas muy peligrosas. La gente simplemente piensa que son monos y que nunca se estresan. Así que se sacan selfies con ellos, sin tener ni idea de que el perezoso probablemente está molesto”.Sigue leyendo: Los perezosos no se aparean con tanta calma como podría parecer
Fotografía de Sam TrullLocket y Elvis se acurrucan en el refugio.“Simplemente me enamoré. Era como su madre suplente, y normalmente tenía mi cámara junto a mí, así que empecé a sacarles fotos. Así aprendí a quererlos y respetarlos y quiero intentar salvarles”, explica Trull.Para saber más: ¿Cómo obtienen energía los perezosos?
Fotografía de Sam TrullEn esta foto vemos a Elvis, el perezoso de tres dedos con solo un par de semanas de edad, envuelto en su mantita.¿Pero qué pasó después con Monster?“En el libro hablo de Monster y de cómo consiguió ese irónico nombre, pero el libro salió antes de que la liberáramos. Ahora tiene dos años y medio, se encuentra en libertad y está muy bien. Como hacemos con todos los perezosos que hemos liberado, la estamos siguiendo con un collar de frecuencia VHF. Así podemos ver cómo están y registrar diferentes aspectos de su comportamiento. Monster nunca había sido tan feliz”, relata Trull.Sigue aprendiendo: Los antiguos perezosos nadaban en el océano
Fotografía de Sam TrullEsta hembra de perezoso de tres dedos de solo tres meses se llama Monster. En esta foto juega con el tallo de una flor de hibisco, uno de sus aperitivos favoritos. “Llegó a la clínica cuando solo tenía dos semanas de edad y básicamente estaba histérica. Era una diminuta bola de pelo que había sido encontrada cuando estaba intentado cruzar una carretera y estaba llorando sin parar, llamando a su madre. Esa primera noche no pude hacer nada para calmarla, simplemente la tenía en brazos y caminaba con ella, pero no conseguí que estuviese quieta”.“No dormí nada esa noche, y la mañana siguiente uno de los voluntarios entró y me preguntó sobre la nueva cría de perezoso. Yo contesté ‘¡Esta perezoso es un monstruo!’. Y así es como le pusimos el nombre, que no le pega nada ahora, porque es el ángel más adorable, precioso y perfecto que haya existido nunca”.También te puede interesar: Fotografía - Oso perezoso escupiendo
Fotografía de Sam TrullEstos tres perezosos de dos dedos, Kermie, Ellen y Pelota, se acurrucan en el criadero dirigido por Kids Saving the Rainforest.La autora nos cuenta cómo se empezó a interesar por este tipo de fotografía. Estuve trabajando en África Occidental un tiempo y tenía una cámara digital básica, y fue entonces cuando empecé a practicar. Cuando estás en otro país, todo te parece fotogénico, y simplemente le sacaba fotos a todo. Me mudé a Carolina del Norte y me especialicé en fotos de familia y bodas, y también en fotografía periodística. Finalmente me mudé a Costa Rica con la organización Kids Saving The Rainforest y empecé a trabajar en una clínica de rehabilitación de fauna silvestre.Sigue aprendiendo: Nuevo perezoso “venenoso”
Fotografía de Sam TrullEste es Kermie, un perezoso de dos dedos que solo tiene unos meses y está aprendiendo a trepar. Puede que siempre tengan una apariencia risueña, pero los perezosos, estos adorables y peludos dormilones del reino animal, se encuentran en peligro.Las seis especies que viven en Sudamérica y América Central se encuentran o en peligro de extinción o con poblaciones en declive debido a la invasión humana de sus hábitats. La fotógrafa y conservacionista de primates Sam Trull ha pasado unos años documentando a estos carismáticos habitantes de los árboles.“Me mudé a Costa Rica para trabajar con primates. Y fue allí donde vi a mi primer perezoso, el resto es historia”, afirma ella.En un refugio para fauna dirigido por la organización estadounidense sin ánimo de lucro Kids Saving the Rainforest, Trull ha ayudado a criar a muchos bebés perezosos huérfanos o abandonados, la mayoría de los cuales han sido puestos en libertad posteriormente. Durante su estancia ha documentado su trabajo con fotografías que ahora aparecen en su primer libro, Slothlove. También te puede interesar: Fotogalería - Costa Rica
Fotografía de Sam Trull