
La Calavera de Jericó, de hace 9.500 años, contiene un cráneo relleno de arena y recubierto de yeso para reproducir los rasgos faciales del individuo. Las conchas representaban los ojos del difunto.
Fotografía de The Trustees del Museo BritánicoReconstrucción facial basada en los restos encontrados dentro de la Calavera de Jericó.
Fotografía de RN-DS Partnership, Copyright de Trustees del Museo BritánicoEn esta fotografía de 1953 de National Geographic, la arqueóloga Kathleen Kenyon (a la derecha) y la técnico Cecil Western examinan las calaveras enyesadas recientemente excavadas en Tell es-Sultan, cerca de Jericó. Se puede ver la Calavera de Jericó al fondo.
Fotografía de David Boyer. National Geographic