
Mandíbula de tiburón con restos de comida no identificada en las aguas de Honduras.
Fotografía de Antonio Busiello
Un tiburón en el Parque Marino de Roatán de dirige hacia un pez león vive justo antes de devorarlo.
Un pez león menos en el Parque Marino de Roatán después de que este león se lo merendase. Pero, ¿entrenar tiburones para devorar estos peces es la mejor manera de terminar con la plaga?
Fotografía de Antonio Busiello
Un tiburón se come de un bocado a un pez león en el Parque Marino de Roatán.
Fotografía de Antonio Busiello
Dos tiburones se plantean qué hacer con el pez león que tienen en frente en el parque marino de Honduras. Los buzos están trabajando en un plan para que los depredadores nativos de se alimenten de los peces león invasores.
Fotografía de Antonio Busiello
Peces león muerto en un muelle del Parque Marino de Roatán, en Honduras. Los intentos del parque para promover la cocina del pez león no son inusuales. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU ha puesto en marcha una campaña para promover el pez león como alimento llamada "Si no podemos vencerlos, nos los vamos a comer!" ("If we can't beat them, let's eat them!")
Fotografía de Antonio Busiello
"Como en todas partes del Caribe, Roatán Marine Park está tratando de encontrar una solución, y una de las ideas que se nos ocurrió fue la de tratar de introducir el pez león en la dieta de las personas y tratar de hacerles ver que estos peces se pueden comer y cocinar”, dijo el fotógrafo Busiello.
Fotografía de Antonio Busiello
El pez león, como los que se ven en la imagen, puede invadir los hábitats del fondo marino y los arrecifes, poblando las zonas con hasta más de 200 adultos por hectárea.
Un pez león hembra produce unos dos millones de huevos cada año, y los huevos y las larvas se desarrollan a lo largo y ancho por las corrientes.
Fotografía de Antonio Busiello
Sin depredadores naturales, las poblaciones de peces león se han disparado en las aguas del Caribe y el sudeste de EE.UU. desde su introducción accidental por los aficionados de acuarios hace una década.
“En Honduras maestros de buceo locales familiarizados con los tiburones decidieron tratar de convertirlos en alimento para tiburones", dijo el fotógrafo Antonio Busiello, quien recientemente tomó las imágenes de los esfuerzos durante los tres meses de inmersión en el sitio.
Fotografía de Antonio Busiello