Vestido de Boda Real y su significado
Publicado 9 mar 2022, 11:47 CET

Mientras el príncipe Guillermo y Kate Middleton, quienes se conocieron hace 10 años en la universidad, han tenido mucho tiempo para llegar a conocerse el uno al otro antes de su boda, la reina María I de Inglaterra y el príncipe Felipe de España (en la foto) se casaron a los dos días de haberse conocido en 1554.
Desde la Edad Media hasta el siglo 19, los matrimonios reales eran uniones políticas, no romances de cuento de hadas, y las novias reales se vestían adecuadamente para la ocasión.
Fotografía de Grabado por José Brown Hulton Archive / Getty Images
Tejido con hilos de plata, el vestido de novia usado en 1816 por la princesa Carlota, hija única del rey Jorge IV, es el último vestido de boda real que se encuentra dentro de este estilo.
Fotografía Cortesía de Royal Collection, Palacios Reales Históricos
La Eeina Victoria quiso promover los productos británicos, por eso su vestido de boda era la oportunidad perfecta.
La atención de los medios que recibió su boda le dio la oportunidad de llevar este vestido de seda tejida en el este de Londres y decoradas con encajes producidos en el suroeste de Inglaterra.
Fotografía Cortesía de Royal Collection, Palacios Reales Históricos
Cuando la reina Victoria se casó con el Príncipe Alberto en 1840, como se muestra en la ilustración, su elección de vestuario para la boda marcó la diferencia con las bodas reales celebradas en el pasado.
Fotografía de Fotografía de Mansell, retratos Time Life / Getty Images
Hija recién casada de la reina Victoria, la princesa Beatriz, posa para una foto de la boda con el príncipe Enrique de Battenberg en 1885.
En siglos anteriores las bodas reales eran en gran parte privada. Pero en el siglo XIX, el crecimiento de los medios de impresión y la fotografía ayudó a crear un interés público sobre los vestidos de bodas reales.
Fotografía de Fotografía de W. y D. Downey, Getty Images
Usado por su boda con el futuro rey Jorge V en 1893, la princesa María de Teck llevó un vestido de boda que pertenece a una colección de vestidos de boda real alojada en el Palacio de Kensington en Londres.
Durante el siglo 19 las novias de la realeza británica cambiaron sus vestidos de novia hechos con telas opulentas bordadas en oro y plata, símbolo de riqueza y poder de Gran Bretaña a un diseño más común y simple.
Fotografía Cortesía de Royal Collection, Palacios Reales Históricos
El vestido que llevó la futura reina de Inglaterra Isabel II cuando contrajo matrimonio con Felipe Mountbatten en 1947, es un documento importante de postguerra para Gran Bretaña, según el comisario de la boda real Marschner.
El país seguía sufriendo los costos humanos y económicos de la Segunda Guerra Mundial, "la idea que se quería transmitir con el vestido era muy importante, porque es un vestido que daba esperanza para un futuro más próspero”, dijo.
Con esto en mente, el vestido real de la novia del diseñador Hartnell tomó como inspiración la pintura de Botticelli "Alegoría de la Primavera ", a pesar de la boda se celebró en noviembre.
Fotografía de Prensa, Ap
Pero cuando la futura reina Isabel II de Inglaterra (foto), caminó por el pasillo de la Abadía de Westminster, en Londres en 1947, su vestido de novia era más que una declaración de moda: Representaba la esperanza de una nación, de acuerdo con el comisario de la boda real Joanna Marschner.
"Es un vestido que en ese momento transmitía un mensaje ", dijo Marschner trabajador de Historic Royal Palaces, una organización independiente que actúa como cuidador de cinco edificios de la realeza británica.
Fotografía de Fotografía de Popperfoto / Getty Images