Estas fotografías retratan la vida diaria en una comunidad primitiva
Publicado 9 mar 2022, 11:48 CET

Tod construyó esta casa para su novia Talia. La técnica de construcción del bahareque emplea pequeños árboles vivos y los entreteje con ramas más grandes para crear la estructura. A continuación, se introduce entre los árboles jóvenes una mezcla de arcilla roja, arena, agua y paja para crear los muros, y se añade un tejado de corteza de álamo. Esta casa fue abandonada poco después porque el terreno era demasiado húmedo. Octubre 2011.
Fotografía de Mike BellemeNatalie y Greyson juegan entre las hojas. Octubre 2010
Fotografía de Mike BellemeLindsey, en el centro, y otros miembros de la comunidad Wild Roots preparan la cena sobre una fogata. Para hacer fuego para el desayuno y la cena se emplea la fricción. Los miembros han descrito su dieta como «oportunista», lo que significa que comen cualquier cosa que puedan encontrar gratis. Octubre 2015.
Fotografía de Mike BellemeLos patos son unos miembros relativamente recientes en Wild Roots y son los primeros animales que tienen allí. La propiedad no es ideal para la agricultura de ningún tipo, por lo que la ganadería es limitada y los suministros de alimentos proceden mayoritariamente de vertederos, del atropello de animales, de las donaciones de piezas de cazadores y de la recolección de comida en el bosque. Octubre 2015.
Fotografía de Mike BellemeTod hace un corte en la cabeza de un ciervo para extraer la lengua en el vertedero de una carnicería de caza silvestre en Marion, Carolina del Norte. Wild Roots tiene un acuerdo con esta empresa conforme al que esta avisa a Wild Roots cuando los vertederos están llenos. La comunidad recoge las pieles y las lenguas, así como algunos ojos, cerebros y huesos para hacer estofados y caldos. Diciembre 2011.
Fotografía de Mike BellemeNiko, de 18 años, posa junto a una de las estructuras de la comunidad llamada la cabaña de la corteza en Wild Roots. Niko pasó el verano de 2013 en Wildroots y era entonces la persona más joven que había vivido allí.
Fotografía de Mike BellemeTod seca hierbas y bellotas en el tejado del taller principal en Wild Roots. El principal suministro de comida en Wild Roots procede de viajes semanales a vertederos de ciudades cercanas, pero lo suplementan con bayas silvestres, los frutos que da la jardinería y los huevos de sus patos. Octubre 2015.
Fotografía de Mike BellemeJonathan ayuda a sacrificar a un oso negro. Una de las mayores fuentes de alimento procede de los cazadores locales que les dan sus piezas sobrantes durante la temporada de caza a cambio de obtener acceso al bosque nacional adyacente a través de la propiedad de Wild Roots. Cuando llega una pieza fresca, todas las actividades se detienen y comienza un proceso que dura dos días para preparar cada una de las partes del animal. Octubre 2015.
Fotografía de Mike BellemeLos miembros de Wild Roots, una comunidad intencionalmente primitiva que vive en el bosque, conducen el camión que funciona a partir de petróleo vegetal de vuelta a Wild Roots tras un día entero recogiendo manzanas para elaborar sidra. La pequeña comunidad existe desde hace unos quince años y por ella pasa un elenco en constante cambio de personas que se quedan durante varios periodos de tiempo, aunque su miembro más fiel lleva allí desde hace diez años. El prensado de sidra es una tradición otoñal anual en la comunidad. Octubre 2015.
Fotografía de Mike BellemeTod y Talia preparan la cena sobre el hornillo de madera en la cabaña a la que llaman «Rat Shack». Aunque haya nieve sobre el suelo en el exterior, normalmente dejan las puertas abiertas para que estos angostos espacios no se calienten demasiado mientras cocinan. Enero 2013.
Fotografía de Mike BellemeFotografía de la cabaña Rat Shack en una tarde de invierno. La población en Wild Roots disminuye hasta únicamente 2 o 3 habitantes durante el invierno para conservar los recursos como la madera. Enero 2013.
Fotografía de Mike BellemeUn camino serpenteante atraviesa la propiedad de 12 hectáreas de Wild Roots. Después de la cena, la gente deja el calor del fuego y recorre el camino en total oscuridad para regresar a sus viviendas en las profundidades del bosque.
Fotografía de Mike Belleme