Karolin Klüppel nos muestra a las matriarcas de la etnia mosuo
Publicado 9 mar 2022, 11:48 CET

Naju Dorma, de 73 años, y Lacuo Dorma, de 66, procedentes de la aldea de Luoshui, llevan trajes mosuo tradicionales.
Fotografía de Karolin KlümppelPema Lamu, de 73 años, en su habitación en la aldea de Zhashi. Al igual que otros muchos dabu, su cuerpo ha resistido años de trabajos en los campos. Aunque los hombres ayudan con las tareas más pesadas, las mujeres son las responsables del trabajo agrícola.
Fotografía de Karolin KlümppelSergei Dorma, de 70 años, de la aldea Shankua: «Cuando llegó el Ejército Rojo después de 1959, nos robaron muchas cosas. Se nos prohibió practicar nuestra religión daba. Quemaron nuestros monasterios y nuestros libros de oraciones. A partir de 1975, los chinos incluso nos obligaron a renunciar a nuestras costumbres matrimoniales: lo llamaban la campaña de "un marido, una esposa". Teníamos que casarnos como lo hacían los chinos y empezar a vivir juntos. Eso iba en contra de nuestra costumbre del matrimonio ambulante».
Fotografía de Karolin KlümppelGeiku Dorma, de 77 años, en su casa. Llega a fin de mes a través del incipiente sector turístico en su región. Recientemente, su familia abrió un restaurante para los visitantes que acuden para experimentar la cultura mosuo y la belleza natural del lago Lugu.
Fotografía de Karolin KlümppelPara los mosuo, los viejos barcos de madera siguen siendo un importante medio de transporte. No se permiten lanchas en el lago, ya que contaminarían el agua. El lago es de especial relevancia en el folclore local. Según la religión daba de mosuo, la diosa madre, Gemu, reside en una montaña, y el lago Lugu se formó con sus lágrimas después de que ser rechazada por un espíritu que era su amante.
Fotografía de Karolin KlümppelAsa Pure, de 67 años, de la aldea de Shankua, mira por la ventana de su casa.
Fotografía de Karolin KlümppelLibi Lamu, de 70 años, en su dormitorio en la aldea de Bushucun. En la tradición mosuo, el dormitorio es también la estancia donde se come, se celebran reuniones familiares y se conversa.
Fotografía de Karolin KlümppelDashi Lamu, de 72 años, junto a la orilla del lago Lugu cerca de su aldea, Luoshui. Cada mañana, las mujeres se reúnen aquí para rezar. Los mosuo practican dos religiones: la daba y el budismo tibetano. En la actualidad, el budismo tiene un papel mucho más importante en la vida diaria respecto a las generaciones anteriores. Abundan los monjes y las banderas de plegarias, y la mayoría de los mosuo tienen estatuas de deidades budistas en sus hogares.
Fotografía de Karolin KlümppelDu Zhi Ma, de 61 años, vive en la aldea de Zhashi. Ha estado con su pareja, Gan Ru, desde que tenía 18 años. Él pasa mucho tiempo en su casa, pero oficialmente todavía vive con su madre.
Fotografía de Karolin KlümppelSada Dorma, de 70 años, de la aldea de Yixi: «Hace algunos años, muchos turistas llegaron a nuestra aldea, Yixi, ya que hay una cueva muy hermosa que visitar. Sin embargo, hace dos años, el gobierno chino construyó un aeropuerto justo sobre la cueva, por lo que ahora es demasiado peligroso entrar y por eso el turismo se ha detenido aquí».
Fotografía de Karolin Klümppel