
Gran parte del éxito de Herodes el Grande como líder se vincula a sus relaciones conciliatorias con los romanos. Setenta años después de su muerte, sin embargo, los rebeldes de Judea desafiaron abiertamente al gobierno romano. Tras tomar Jerusalén en el año 70 d.C., las fuerzas romanas asediaron Masada, el espectacular fuerte del Mar Muerto donde unos 1.000 rebeldes se habían refugiado. Unos 15.000 soldados asediaron la ciudadela de la montaña durante casi dos años antes de poder traspasar sus barreras. Los rebeldes, llamados zelotes, supuestamente se suicidaron para no ser capturados.
Fotografía de James L. StanfieldLa impresionante ciudadela de Masada se encuentra en las laderas y en la cumbre de una enorme mesa en la orilla occidental del Mar Muerto. El rey Herodes construyó dos palacios en el lugar: uno que se extiende sobre la cumbre plana de la mesa y otro construido en tres niveles sobre el acantilado de su cara norte.
Fotografía de James L. StanfieldEl puerto judeo de Cesarea en la costa mediterránea de Israel no tenía fuentes de agua potable cuando comenzó la construcción de la ciudad en torno al 22 a.C. Por ello el rey Herodes encargó este acueducto romano para traer agua desde los manantiales del monte Carmel a casi 16 kilómetros.
Fotografía de Ira BlockPara fomentar el comercio en Judea, el rey Herodes construyó un puerto en mar abierto en Cesarea. Protegió el lugar rodeándolo de muros inmensos que se extendían hasta 460 metros desde la orilla y que fueron anclados al lecho marino empleando un hormigón hidráulico recién inventado e importado desde Italia. Los arqueólogos no están seguros de por qué los muros del puerto se derrumbaron en el mar, pero una de las teorías sugiere que podrían haberse derrumbado debido a un terremoto o a un tsunami.
Fotografía de Mark S. LittleLas multitudes se reúnen al anochecer en el Muro de las Lamentaciones, lo único que queda en pie de uno de los logros arquitectónicos más importantes del rey Herodes: el Segundo Templo en la Explanada del Templo de Jerusalén. Las ruinas del templo, arrasadas en el año 70 d.C. por los romanos, son unos de los lugares sagrados en la religión judía.
Fotografía de Richard NowitzLos judíos que acuden al Muro de las Lamentaciones en Jerusalén rezan para que algún día el Segundo Templo sea restaurado. El yacimiento se llama Muro de las Lamentaciones debido a la pasión con la que algunos peregrinos rezan en la estructura sagrada.
Fotografía de Annie GriffithsLa ciudad portuaria de Herodes el Grande, Cesarea, era una maravilla arquitectónica construida en honor al primer emperador romano de Roma, César Augusto. La ciudad amurallada tenía un palacio, un teatro con 3.500 asientos, un hipódromo y un puerto de gran calado rodeado de un enorme rompeolas de hormigón, del que todavía se pueden ver restos bajo el agua.
Fotografía de Bill CurtsingerImagen aérea que muestra un antiguo palacio fortificado sobre una colina artificial en el desierto de Judea, cerca de Jerusalén. El conjunto palaciego, llamado Herodión, fue construido por el rey Herodes el Grande durante sus 33 años de reinado, desde el año 37 al 4 a.C. Fue adornado con brillantes edificios de piedra caliza blanca, jardines con diferentes niveles y baños rituales. También albergaba un mausoleo en el que fue enterrado Herodes.
Fotografía de Jodi CobbLa tumba de Herodes el Grande, legendario rey de Judea, fue descubierta por un equipo de arqueólogos de la Universidad Hebrea el 27 de abril de 2007. Venerado y denigrado durante sus 33 años de reinado, Herodes descansó por fin en paz en el año 4 a.C. en Herodión, cerca de Jerusalén. En torno al año 64 d.C., los rebeldes que se sublevaron contra el gobierno romano se ocultaron en Herodión. Mientras estaban allí, destruyeron la mayor parte del mausoleo de Herodes como venganza por su actitud conciliadora con los gobernantes supremos romanos de Judea.
Fotografía de David Silverman/Getty Images