9 imágenes de mascotas exóticas
Publicado 29 ene 2018, 13:09 CET, Actualizado 30 ene 2018, 11:08 CET

Melanie Typaldos compró a su capibara Garibaldi Rous después de que su primera capibara muriera de fallo hepático. A la texana le encantan los gigantescos roedores desde que los vio libres en Venezuela. Suelen morir en cautividad.
Fotografía de Vincent J Musi, National Geographic Creative La entrenadora de animales de Florida Pamela Rosaire Zoppe compró a Chance a sus anteriores dueños, que ya no podían mantenerlo. Ahora aparece en películas de Hollywood. «Los chimpancés son tan inteligentes que se aburren», afirma.
Fotografía de Vincent J Musi, National Geographic CreativeSasha, un puma, es «el amor de mi vida», afirma Mario Infanti, que se formó durante más de 1.000 horas antes de adquirir a sus primeros pumas. El músico de Florida le quitó las garras a Sasha cuando esta tenía un mes, pero «todavía es capaz de morder».
Fotografía de Vincent J Musi, National Geographic CreativeUna pitón birmana rodea a Albert Killian en la casa de Florida que comparte con 60 serpientes. Junto a sus mascotas venenosas hay etiquetas que describen el antídoto apropiado y el hospital más cercano que lo tiene.
Fotografía de Vincent J Musi, National Geographic CreativeJohn Matus compró a Boo Boo de forma impulsiva cuando era un cachorro. El verano pasado, este hombre de Ohio la donó a un santuario de fauna salvaje. «Necesita estar con su propia especie», afirma. «Es una vida solitaria».
Fotografía de Vincent J Musi, National Geographic CreativeShawn Geary y Allo. Shawn es un informático profesional. Su abuela tenía mofetas con las que jugaba cuando era niño. Su esposa Carole siempre había querido una.
Fotografía de Vincent J Musi, National Geographic CreativeBobbi Phelan compró un mono patas en parte porque suelen evitar el conflicto. Aun así, Eujo se soltó, arañó al hijo de Phelan y mordió a su perro. La jaula de Eujo está unida a la sala de estar de la casa de Indiana de Phelan, con una puerta que conduce al exterior, a un recinto más grande.
Fotografía de Vincent J Musi, National Geographic CreativeAlison Pascoe Friedman, zoóloga, compró a Amelia en 1980 para rescatarla y la entrenó para un proyecto de investigación de la conducta. Cuando el proyecto llego a su fin, se llevó a su casa de Nueva York al mono capuchino. Amelia, de 45 años, murió mientras dormía después de sacar esta foto.
Fotografía de Vincent J Musi, National Geographic Creative«Mi vida gira en torno a los animales», afirma Lelie-Ann Rush, entrenadora de caballos de Florida. «Apenas los dejo solos durante la noche ni me voy de vacaciones». Ha criado a sus canguros y sus lémures desde que eran bebés.
Fotografía de Vincent J Musi, National Geographic Creative