
En 2015, los transnistrios celebraron el 70º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial —también conocida como la «gran guerra patriótica»— y 25 años de independencia de Moldavia.
Fotografía de Thomas Vanden Driessche, InstituteEl Museo de la Guerra de la Independencia de Bender conmemora la guerra con Moldavia. Los enfrentamientos más violentos tuvieron lugar en Bender, al oeste del río Dniéster.
Fotografía de Thomas Vanden Driessche, InstituteNadesha Bondarenco —editora jefe de Bravo, el periódico del Partido Comunista Transnistrio— entre banderas y un busto de Lenin. El PC tiene solo un escaño en el parlamento. Según Bondarenco, aunque Transnistria es una sociedad capitalista, todavía abundan los símbolos comunistas.
Fotografía de Thomas Vanden Driessche, InstituteMientras los transnistrios celebran el Día de la Victoria con un desfile militar —que cuenta con un tanque de la época soviétiac— las banderas rusas se alinean en las calles de Tiraspol.
Fotografía de Thomas Vanden Driessche, InstituteTransnistria no está reconocido por ningún país del mundo, así que un pasaporte transnistrio no es válido. Pero como se permite la doble nacionalidad, la mayoría de personas tienen derecho a tener un pasaporte moldavo, ruso o ucraniano. Algunas tienen documentos adicionales por si «el viento sopla hacia el este o hacia el oeste», afirma Vanden Driessche.
Fotografía de Thomas Vanden Driessche, InstituteEn Tiraspol, Transnistria, una estatua de Vladímir Lenin se levanta frente al edificio del parlamento, también conocido como Soviet Supremo.
Fotografía de Thomas Vanden Driessche, InstituteEn un centro ecuestre a las afueras de Tiraspol, el hijo del dueño se prepara para una competición de salto.
Fotografía de Thomas Vanden Driessche, InstituteEn la carretera que une Tiraspol con la ciudad industrial de Ribnita, un monumento conmemora la Segunda Guerra Mundial.
Fotografía de Thomas Vanden Driessche, InstituteUnos hombres pescan en el río Diniéster a unos cientos de metros de una central eléctrica en Dubassari.
Fotografía de Thomas Vanden Driessche, InstituteAndrey Smolenskiy, de 30 años, entrena todos los días en este gimnasio de la época soviética en Cionurciu. Cuando no hace ejercicio, dirige una agencia de viajes.
Fotografía de Thomas Vanden Driessche, InstituteZinaida Borets, de 37 años, es una actriz transnistria que ha formado parte de un grupo de teatro de Tiraspol durante más de una década. Cada año, cuando se acerca el aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial, el grupo interpreta una obra dedicada a la gloria de los soldados soviéticos.
Fotografía de Thomas Vanden Driessche, InstituteEn un teatro de Tiraspol, los actores interpretan una obra patriótica que rinde tributo a los soldados soviéticos fallecidos durante la Segunda Guerra Mundial.
Fotografía de Thomas Vanden Driessche, InstituteLa «casa de la cultura» es una reliquia de la época soviética que perdura en las aldeas de Transnistria. Esta, en Cionurciu, ha sido limpiada para prepararla para un baile que conmemora el final de la Segunda Guerra Mundial.
Fotografía de Thomas Vanden Driessche, InstituteEn Tiraspol, unos guardias militares del presidente (Vadim Krasnoselsky, elegido el año pasado) descansan al final de la celebración del Día de la Victoria.
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