Una expedición a la Antártida en busca de bosques fósiles
Publicado 19 mar 2018, 13:52 CET
El científico Erik Gulbranson disfruta de las vistas de la Antártida encaramado en el promontorio McIntyre, de 600 metros de altura. Aquí ha descubierto un gran número de tocones fosilizados del Pérmico (hace 250 millones de años).
La sombra de un avión Twin Oter que vuela bajo sobre el pico Graphite. Debido a la abundancia de fósiles de animales y plantas pérmicas, el pico Graphite ha sido el centro de numerosos estudios científicos durante décadas de investigación antártica.
Vista aérea del campamento del glaciar Shackleton, la base de operaciones de los investigadores durante la temporada de diciembre de 2017 y enero de 2018. El campamento se construyó y reconstruyó en varias ocasiones en la historia del programa antártico estadounidense.
La científica Patricia Ryberg regresa al campamento del pico Graphite tras pasar el día recopilando fósiles en afloramientos de roca cercanos. El equipo pasó nueve días aquí, viviendo en pequeñas tiendas de montaña y explorando el terreno circundante entre tormenta y tormenta.
En los costados del pico Graphite, Rudolph Serbet descubre un tocón fosilizado de 250 millones de años de antigüedad.
Aunque otros geólogos la han visitado antes, en la cordillera Collinson se ha producido una cantidad inesperada de nuevos hallazgos, como el tocón vertical fosilizado que Gulbranson está midiendo.
Un tronco caído fosilizado sepultado en un lecho de arenisca en los flancos del pico Graphite.
Una serie de capas de roca expuestas en el promontorio McIntyre. Erik Gulbranson busca ceniza volcánica y árboles fosilizados.
El personal del campamento, los científicos y los pilotos juegan al vóleibol en el campamento del glaciar Shackleton.
Cerrando la escotilla de carga de un Hercules LC-130. Esta aeronave, operada por la Guardia Nacional de Nueva York, ha servido como bloque de construcción logístico del programa antártico estadounidense durante décadas. Tiene la capacidad inigualable de transportar 4,5 toneladas de carga y pasajeros y aterrizar en glaciares remotos.
A la espera de que les recoja el helicóptero antes de que llegue el mal tiempo, Brian Atkinson y Patricia Ryberg construyen un muro de nieve para protegerse del viento gélido.
Un helicóptero lanza carga para el campamento con una eslinga en la cordillera Collinson. El equipo pasó 10 días allí y descubrió varios bosques fósiles y turba. La turba es un material fósil único porque conserva la anatomía de las plantas en 3D, lo que permite reconstruir la morfología vegetal primitiva de manera más precisa.