
Tshering Om, de 43 años, ordeña un yak en el campamento de verano de su familia. El glaciar Masangang aparece en el fondo. Pasan cinco meses al año aquí, lejos de su ciudad natal, Laya. Recientemente, los glaciares se han ido derritiendo rápidamente y decreciendo, y la familia está preocupada por la carencia de recursos hídricos en el futuro.
Fotografía de Ciril JazbecTshering, pastor nómada de yaks de 50 años, lleva a cabo un ritual mensual en el que derriba a los yaks macho y les echa sal en la garganta. Se cree que esta práctica mantiene la fuerza de sus cuerpos. Tshering posee 40 yaks, 20 de los cuales son machos.
Fotografía de Ciril JazbecEl deporte nacional de Bután es el tiro con arco. Jóvenes y adultos disfrutan de este pasatiempo. Aquí, unos niños practican disparando flechas de bambú durante su semana de vacaciones en julio.
Fotografía de Ciril JazbecTres hombres descansan durante una competición local de tiro con arco en Paro. De izquierda a derecha: Pema (sus amigos lo llaman «roca») trabaja en un hospital local, Bona trabaja en el Museo Nacional de Bután y Dawa tabaja para la oficina forestal del distrito.
Fotografía de Ciril JazbecEstas banderas blancas representan las almas de los muertos en Gasa, Bután.
Fotografía de Ciril JazbecEn Gasa, Bután, los monjes juegan al voleibol contra la policía local.
Fotografía de Ciril JazbecKarma Tenzin, de 15 años, es un estudiante de instituto de Laya. A diferencia de sus padres, pastores nómadas de yaks, Karma quiere ser ingeniero y trabajar en la capital de Bután, Timbu
Fotografía de Ciril JazbecLos abetos crean una densa cubierta forestal en este bosque de Bután. La constitución de Bután garantiza que el 60 por ciento de los bosques del país permanecerán protegidos.
Fotografía de Ciril JazbecDos agricultoras se toman un descanso de su trabajo en un campo de arroz en Laya para hacer una llamada. Laya se conectó a la red eléctrica por primera vez el año pasado. La conexión ha sido bien recibida, ya que la siguiente localidad está a varios días a pie.
Fotografía de Ciril JazbecSonam, de 20 años, teje un paño hecho de pelo de yak y lana de oveja. Es una tarea que suelen realizar las mujeres y que se transmite de madres a hijas. Además de tejer para su familia, Sonam vende sus trabajos manuales.
Fotografía de Ciril JazbecKarma Yangchen, de 6 años, acaba de empezar a estudiar.
Fotografía de Ciril JazbecLa única tienda de Laya es también uno de los lugares de reunión más populares. Los niños juegan a un juego llamado «carom», de la India.
Fotografía de Ciril JazbecTshering prepara la madera en su campamento de verano cerca del glaciar Masangang. No está seguro de si sus hijos seguirán el arraigado estilo de vida nómada de pastoreo de yaks de su familia. La vida está cambiando a gran velocidad en Laya, y algunos prefieren trabajar en oficinas en lugar de en el campo.
Fotografía de Ciril JazbecUna mujer de Laya lleva a su hija a la espalda.
Fotografía de Ciril Jazbec