
Sunarto, de 41 años, saca un cargamento de azufre del cráter de Kawah Ijen.
Fotografía de Andrea FrazzettaEl aire en el cráter es denso, con gas volcánico tóxico, y los mineros no suelen emplear el equipo de protección adecuado.
Fotografía de Andrea FrazzettaLos mineros se desplazan sobre terreno difícil mientras transportan cargamentos de entre 70 y 90 kilos de azufre.
Fotografía de Andrea FrazzettaLa linterna de un minero atraviesa la oscuridad y el gas volcánico. Los mineros suelen comenzar su trabajo durante la noche, antes de que el calor del sol se vuelva demasiado agobiante.
Fotografía de Andrea FrazzettaLos bloques de azufre extraídos del monte Ijen se procesan y se emplean para fabricar una serie de productos. Aunque históricamente se ha usado en pólvora, en la actualidad se suele usar en cosméticos y en refinerías de azúcar.
Fotografía de Andrea FrazzettaLos mineros rompen bloques de azufre en el interior del cráter volcánico y llenan cestas de mimbre para bajarlas.
Fotografía de Andrea FrazzettaLos turistas exploran el cráter del monte Ijen, que puede recibir más de mil visitas al día en temporada alta.
Fotografía de Andrea FrazzettaWito, de 43 años, talla una flor a partir de un bloque de azufre para ganar ingresos extra de los turistas.
Fotografía de Andrea FrazzettaEl complejo volcánico de Ijen es famoso por sus llamas azules, provocadas por la combustión de los gases sulfúricos y que solo se pueden ver durante la noche.
Fotografía de Andrea FrazzettaUn minero, envuelto en gas sulfúrico, emplea un tubo metálico para extraer trozos de azufre.
Fotografía de Andrea FrazzettaEl gas sale del lago ácido del cráter del monte Ijen.
Fotografía de Andrea FrazzettaLos mineros ganan dinero extra vendiendo recuerdos hechos a partir del azufre de la mina.
Fotografía de Andrea FrazzettaBandi, de 40 años, procesa el azufre en la aldea de Tamansari. Tras ser transportado a la fábrica desde el volcán, el azufre fundido se saca de las ollas de fundición y se introduce en recipientes de transporte.
Fotografía de Andrea FrazzettaPak Suil, de 70 años, procesa azufre en la aldea de Tamansari. El azufre líquido se extiende sobre el suelo para que se enfríe en forma de láminas. Una vez endurecido, se parte en fragmentos y se carga en sacos. La mina produce 14 toneladas de azufre al día, y gran parte se exporta a China y al sureste asiático.
Fotografía de Andrea Frazzetta