Un cohete miniatura cerca de la estación de ferrocarril de Plesetsk, una localidad a unos cuatro kilómetros del cosmódromo con el mismo nombre.
Fotografía de Raffaele PetrallaEl residente Pavel Popov extiende pieles de reno sobre un trineo que construyó a partir de componentes de cohetes rescatados.
Fotografía de Raffaele PetrallaAunque Rusia ténicamente prohíbe esta práctica, los aldeanos rescatan componentes de oro como estos de los cohetes, los funden y los venden al peso en la ciudad de Arcángel.
Fotografía de Raffaele PetrallaDmitri y Misha, residentes de la aldea de Dolgoshchelye, otean el horizonte más allá del río Kuloi, donde en su día observaron cómo un cohete caía a tierra.
Fotografía de Raffaele PetrallaPavel Popov muestra el componente de un cohete que contiene oro.
Fotografía de Raffaele PetrallaUn pescador en su barco «rocketa» atraca con su carga. Vive en una aldea de solo cuatro habitantes, a 10 horas en barco de la aldea de Bychye. Tarda tres días en llegar a otras aldeas por el río, vender su captura y volver a casa.
Fotografía de Rafaelle Petralla