
Una caprella o camarón esqueleto observa una estrella de mar carnívora mientras caza sobre un kelp de azúcar (Laminaria saccharina).
Fotografía de Viktor LyagushkinEsta criatura, que se parece a un cerebro, es una Mnemiopsis ctenophore. La Mnemiopsis no pica, pero es carnívora y come todo lo que puede atrapar, incluso otros ctenóforos.
Fotografía de Viktor LyagushkinLa anémona de mar Metridium senile es una depredadora y atrapa pequeños organismos que flotan en la corriente.
Fotografía de Viktor LyagushkinEsta Lucernaria quadricornis convierte su campana en «patas» que la ayudan a fijarse a una piedra o a las macroalgas.
Fotografía de Viktor LyagushkinAunque este animal parece una nave espacial que acaba de salir de la hipervelocidad, en realidad se trata de un Beroe cucumis, que pertenece a una clase de ctenóforos. No posee tentáculos y se alimenta de otros ctenóforos.
Fotografía de Viktor LyagushkinMyoxocephalus scorpius, una especie de pez de la familia Cottidae. Protege su territorio de sus compañeros y caza por emboscada. Este atacó a Viktor cuando lo fotografiaba. Se infló, abrió la boca y fue a por la mano del fotógrafo con agresividad.
Fotografía de Viktor LyagushkinEste animal también es un ctenóforo, pero de una especie diferente. Su atuendo con «luces de colores» es en realidad una red de caza. El ctenóforo extiende la red tan ampliamente como puede y flota en el agua hasta atrapar a alguna presa.
Fotografía de Viktor LyagushkinLos corales blandos habitan aguas profundas del mar Blanco y lucen colores como el blanco, el amarillo, el rosa y el naranja.
Fotografía de Viktor Lyagushkin