Este cuenco de vidrio azul transparente de 1.700 años, de poco más de 20 centímetros de diámetro, se descubrió enterrado junto a la mujer en el centro del cementerio. En griego, la inscripción reza: «Beber para vivir para siempre, durante muchos años».
Fotografía de Arne Hodalič y Katja Bidovec