Los parientes enviaron a muchos de los niños lobo en Lituania recuerdos familiares y de sus vidas anteriores porque dejaron atrás la mayoría de sus pertenencias cuando huyeron de Prusia Oriental. Aquí, Reinhard Bundt observa antiguas fotos familiares.
La Cruz Roja alemana recibió miles de peticiones para encontrar a niños y padres desaparecidos y trabajó para reunir a las familias tras la Segunda Guerra Mundial. En esta carta de 1961, la Cruz Roja notificaba a Gisela Unterspann que su madre se encontraba en Alemania.
Años después de separarse, Gisela recibió una carta de su madre, que estaba a casi 1600 kilómetros. Aunque reconectaron a través de las cartas, Gisela no pudo viajar a Alemania para ver a su madre antes de que muriera.