Mujeres guerreras

Ca. 1200 a.C., Fu Hao, General de la dinastía Shang: Es posible que Fu Hao sea la primera mujer guerrera cuyo nombre e historia conocemos. La general Fu Hao, esposa principal del emperador Wu Ding, fue una comandante militar por derecho propio. El estudio moderno de antiguas escrituras chinas sugiere que dirigió ejércitos y campañas. En su tumba se hallaron más de 100 armas.
Fotografía de Lauren BrevnerCa. 358-320 a.C., Cynane, líder macedonia: Cynane, medio hermana de Alejandro Magno, se ganó una reputación de líder militar talentosa antes de los 20 años. Dirigió ejércitos macedonios y es probable que combatiera a caballo. El autor Polieno del siglo II d.C. le atribuye haber derrotado a un ejército y matado a su reina en un combate cuerpo a cuerpo.
Fotografía de Lauren BrevnerCa. 361-411 d.C., Mawiyya, rebelde antirromana: La reina árabe viuda Mawiyya, gobernante de una alianza tribal llamada confederación Tanukh, dirigió en el siglo IV d.C. una revuelta contra los romanos en la actual Siria. Con tácticas de guerrilla, dirigió por el desierto a sus ejércitos hasta las profundidades de Palestina y su habilidad superó a las legiones romanas, que acabaron aceptando sus condiciones.
Fotografía de Lauren Brevner1582-1663, Njinga, reina del África Occidental: Njinga utilizó la guerra de guerrilla y la diplomacia para defender sus reinos, Ndongo y Matamba, de los portugueses. Tenía casi 75 años cuando dirigió por última vez a su ejército en la batalla y preparaba a soldados décadas más jóvenes enseñándoles un ejercicio riguroso de danza de guerra con flechas y lanzas.
Fotografía de Lauren Brevner1771-1825, Laskarina Bouboulina, comandante griega: Bouboulina, dueña de barcos y nacionalista griega, encargó en secreto un barco de guerra, reunió una flota y la dirigió en una guerra por la independencia contra el Imperio otomano. Se le atribuye un ataque naval de éxito contra un importante puerto otomano y sus soldados la llamaban Kapetanisa, o «capitana».
Fotografía de Lauren Brevner1780-1862, Juana Azurduy de Padilla, rebelde sudamericana: En el siglo XIX, Azurduy colaboró con su marido, Manuel Padilla, como opositora al dominio español. Dirigieron a un ejército rebelde y combatieron juntos en Bolivia y Argentina. Dirigió a hombres soldados, se ganó la reputación de atrevida en el campo de batalla y siguió combatiendo tras la muerte de su marido.
Fotografía de Lauren Brevner1847-1868, Nakano Takeko, samurái japonesa: Takeko dirigió un grupo de 30 mujeres samuráis contra los soldados imperiales durante una batalla del siglo XIX en el norte de Japón. Ella y su ejército utilizaron naginatas (armas de asta) y espadas para matar a soldados provistos de armas de fuego. Murió por una herida de bala y pidió que le cortaran la cabeza y la enterraran para que el enemigo no la convirtiera en un trofeo.
Fotografía de Lauren BrevnerCa. 1840-1889, Lozen, guerrera apache: En el siglo XIX, Lozen participó con regularidad en guerras y partidas de asalto en el sudoeste de Estados Unidos. Su hermano mayor, el líder guerrero apache chiricahua Victorio, la describió como «un escudo para su pueblo». Se dice que sobresalía en la estrategia de batalla y las dotes medicinales, y se le daba bien robar caballos enemigos durante los asaltos.
Fotografía de Lauren Brevner1892-1973, Milunka Savić, heroína de guerra serbia: Savić, que recibió varias medallas por su valentía en combate, se alistó en la Primera Guerra de los Balcanes disfrazada de hombre. Como era habitual entre las mujeres que luchaban disfrazadas, la descubrieron cuando resultó herida por el impacto de una granada búlgara. Se negó a abandonar la guerra y sirvió tres años más.
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