Los restos del USS Nevada

En la popa del acorazado aún se ven los restos de los números «36» y «140». El nombre del USS Nevada era BB-36 y el 140 se pintó en la popa del buque antes de los ensayos atómicos para facilitar los informes de daños tras la explosión.
A finales de la Segunda Guerra Mundial, el Nevada transportaba 32 cañones automáticos Bofors 40 mm. Estos cañones están montados junto a un «director» estándar parcialmente derribado que la tripulación usaba para apuntar los disparos.
El USS Nevada, como otros buques de Bikini, fue una plataforma flotante para el equipo y el instrumental militar que se diseñó para comprobar las posibles repercusiones de una bomba atómica. Uno de los cuatro tanques colocados en el Nevada, que es o un Chaffee o un Pershing, sobrevivió a la bomba de 23 kilotones y a una segunda explosión submarina de 20 kilotones, y permaneció en el acorazado hasta que lo hundieron en la costa de Hawái el 31 de julio de 1948.
Esta escotilla lleva a un compartimento de manejo de proyectiles para uno de los cañones de 5 pulgadas y calibre 38 del Nevada. La primera línea de la inscripción que hay sobre el tabique de la escotilla es el número de la puerta, la segunda la designación del compartimento y la tercera el número del compartimento al que da acceso la puerta. Este nivel de preservación se observa de vez en cuando en los pecios a gran profundidad debido a la falta de luz, oxígeno y el frío extremo en profundidades superiores a 4500 metros.
Como sus barcos hermanos de la Primera Guerra Mundial y de principios de la segunda, la superestructura del Nevada se construyó en torno a un mástil trípode de acero que sostenía los centros de mando y navegación, las estaciones de los vigías y el radar. Esta es la parte superior del mástil, que se elevaba a más de 30 metros sobre la cubierta del Nevada.