Archivo del blog de la expedición a la Isla del Coco

Por Redacción National Geographic
Expedición a la isla del Coco
Expedición a la isla del Coco

30 de noviembre de 2015

Un mensaje de esperanza

Hemos regresado a Costa Rica continental tras tres increíbles semanas en la Isla del Coco y los montes submarinos Las Gemelas. ¿Qué hemos aprendido?

Hemos aprendido que el Parque Nacional Isla del Coco cuenta con la mayor biomasa de depredadores estudiada hasta la fecha de los ecosistemas marinos tropicales del Pacífico. En Las Gemelas encontramos un complejo sistema montañoso submarino que alberga un asombroso ecosistema con una rica biodiversidad, entre la que se encontraban corales de aguas profundas, esponjas, cangrejos, erizos de mar, estrellas de mar, pepinos de mar y peces de aguas profundas. Sin embargo, la abundancia de peces de gran tamaño, como el mero, en Las Gemelas era menor que en los mismos hábitat dentro de la zona protegida del Parque Nacional Isla del Coco. A pesar de la fuerte presión que supone la pesca ilegal que tiene lugar en las aguas del parque, la Isla del Coco continúa siendo un sitio extraordinario de valor único a nivel mundial. Tal y como mostramos a través de nuestros vídeos en Internet, la principal protección se debe en gran medida a la regularidad de los esfuerzos que cada día realizan los guardas forestales de la ACMIC (Área de  Conservación Marina Isla del Coco), el servicio de guardacostas de Costa Rica y la organización para la conservación de los recursos marinos MarViva.

Juntos, día tras día, equipados con un puñado de pequeñas embarcaciones, además de una gran determinación y pasión, patrullan el parque, impiden la pesca ilegal y confiscan los aparejos de pesca ilegales antes de que puedan causar más daño. Los hemos acompañado en varias ocasiones y hemos quedado sorprendidos por su pasión, profesionalidad y dedicación completa. Llueva o haga sol, de noche o de día, realizan su labor de forma incansable. La gente no comprende la dureza que entraña este trabajo.

Suponemos que la presencia menor de especies de gran tamaño en Las Gemelas se debe a la pesca, porque encontramos numerosos sedales enredados en los montes submarinos. Aunque, afortunadamente, todavía existen numerosos peces pequeños, de forma que los depredadores podrían recuperarse si se les da la oportunidad. En los próximos meses tendremos más información a partir de los vídeos que hemos realizado desde el submarino DeepSee, como, por ejemplo, la cantidad de nuevas especies que hemos encontrado.

Los hechos se reflejan en los números: hay más pescadores que personas dedicadas a la protección de las especies y, al igual que en las numerosas zonas marinas protegidas que existen en el mundo, hemos sido testigos de que los esfuerzos que se realizan actualmente necesitan más apoyo.

La buena noticia, y el mensaje de esperanza, es que el Parque Nacional Isla del Coco, el servicio de guardacostas de Costa Rica, unas cuantas organizaciones dedicadas a la conservación de los recursos marinos, tales como MarViva, The Nature Conservancy, Conservation International, PRETOMA, Fundación Amigos de la Isla del Coco, CIMAR, además de otros organismos de investigación y diversos donantes, están realizando una ardua labor para proteger esta joya del océano. Son un ejemplo para todos los costarricenses y para el mundo en general.

La cala de los piratas

Lunes, 28 de septiembre de 2009 / 13:48 horas, Publicado por Avi Klapfer, Undersea Hunter Group

Durante años los numerosos visitantes de la Isla del Coco han tallado sus nombres en las grandes piedras de la playa de la Bahía Chatham. Aquí hay algo inusual: dos puntos y dos flechas. ¿Quién creéis que hizo estas peculiares grabaciones en la roca?

Piratas. Por supuesto. Alguien estuvo aquí mismo hace muchos años, en esta misma roca de la Bahía Chatham. Esa persona hizo estas marcas. Murió hace mucho tiempo. Probablemente cogieron el tesoro, lo enterraron en la cala siguiente y dejaron otra marca en la roca de allí para que alguien lo descifrara.

No sabemos exactamente hacia dónde señala, pero parece aquel cabo y la isla Manuelita. De hecho, hace varias décadas encontraron un auténtico cofre del tesoro en una cala de Manuelita que sólo queda a la vista cuando hay marea baja. El cofre colgaba de una cadena en la parte de atrás de la cala. La gente ha dedicado sus vidas a buscar tesoros de piratas que se pensaba que estaban enterrados aquí, en la Isla del Coco, pero, que yo sepa, ése es el único cofre que se ha encontrado hasta ahora.

La Bahía Chatham sería uno de los mejores lugares donde parar si llevaras una carga pesada. Aunque hay un problema con esta isla, siempre está en constante cambio. Si das una vuelta por ella en barco, puedes comprobar que hay numerosos desprendimientos. El paisaje evoluciona constantemente. Si escondes un tesoro en la Isla del Coco, la isla lo esconde de ti.

Cerca de aquí también había una enorme roca con marcas que indicaban un tesoro. Durante muchos años lo estuvieron buscando, hasta que excavaron bajo la roca y descubrieron que había letras y nombres escritos al revés. Entonces se comprendió que la roca había rodado cuesta abajo y que se había estado tras la pista equivocada.

Ahora, por supuesto, sabemos dónde está el verdadero tesoro en la Isla del Coco. Está bajo el agua y lo encontramos cada vez que venimos aquí.

Hace veinte años yo pescaba atún por aquí, cerca de la Isla del Coco, en un pequeño barco costarricense. Por aquel entonces había muchos peces para los pescadores. No venía mucha gente, sólo cinco o seis pequeños barcos pesqueros para coger atún. Realmente poca cosa. La gente no venía porque estaba muy lejos. Entonces no había GPS ni sónar de profundidad. Sólo teníamos nuestra brújula y un sextante para calcular posiciones.

Normalmente acudíamos juntos dos o tres barcos. Al llegar sólo colocábamos pequeños sedales con 50, 60 ó 70 anzuelos porque lo recogíamos todo a mano. Ahora todo es hidráulico y se ponen en el agua kilómetros y más kilómetros de sedales. Y después sólo hay que pulsar un botón para recoger el sedal. Pero, en el pasado, necesitabas manejar el sedal a mano. En el barco sólo estábamos ocho personas: El capitán, el ingeniero jefe y la tripulación. Todos trabajábamos muy duro.

Veníamos hasta aquí a pescar atún. En aquellos días el atún que cogíamos era más grande que yo: dos metros de largo y 80 ó 100 kilos. Vendíamos el pescado en el mercado de Costa Rica, en el muelle de Puntarenas. Entonces había muchos peces en la pesquería, no como ahora. A veces también cogíamos tiburones. La diferencia era que en el mercado lo utilizaban todo, todas las partes del tiburón, no se desperdiciaba nada. No como hoy día, sólo las aletas. Compraban todo el tiburón, además de las aletas.

Era difícil venir aquí, era duro pescar y difícil regresar. Cada cuatro o cinco viajes pasaba algo, un motor roto o cualquier otra cosa. Por eso no veníamos solos. De vez en cuando olíamos a quemado. Y todos nos dirigíamos bajo cubierta. Podía ser algo eléctrico, los cables, por ejemplo, y el motor se detenía. Los únicos a los que podíamos llamar eran los otros barcos. Les pasábamos una cuerda y ellos tiraban de nosotros remolcándonos durante todo el camino de regreso.

En uno de los viajes se nos averió el motor. Pasamos una cuerda a otro barco y comenzaron a remolcarnos. Ocho horas después, nos llamaron: «¡Eh! ¡Eh! ¡Tenemos que parar! ¡Se ha calentado demasiado nuestro motor! Necesitamos parar.» Para entonces nuestro motor había mejorado algo. Así que cambiamos la cuerda desde la proa a la popa y comenzamos a tirar de ellos. Estuvimos cambiando de delante a atrás, alternándonos cada pocas horas, durante todo el camino hasta llegar a puerto. ¡Tardamos 54 horas en llegar a casa! Ahora podemos hacer el viaje en 30 horas. Increíble.

Ahora que estoy informado sobre los tiburones, los atunes y la forma en la que los pescan, me alegro de traer a gente a la isla a ver los peces en vez de venir en un barco para pescarlos.

Tengo tres hijos en tierra. Están siguiendo esta expedición en el blog, al igual que todos sus profesores y compañeros del colegio. Están entusiasmados con la labor que estamos haciendo. Mi hija mayor dice que quiere ser médica. Y el segundo quiere ser científico o biólogo, quizá biólogo marino, como muchas de las personas que participan en esta expedición. Pero, cuando pregunto al pequeño, todavía me dice «Papá, cuando sea mayor, quiero conducir un barco, ¡como tú!»

Seguimiento de tortugas y pesca con palangre

Sábado, 26 de septiembre de 2009 / 14:27 horas, Publicado por Allan Bolaños Quirós

PRETOMA trabaja con las tortugas. Hace cuatro años comenzamos a estudiar a las tortugas en la Isla del Coco y las pequeñas islas de alrededor para comprobar si se quedaban en la zona o si sólo estaban de paso. Averiguamos que, la mayoría del tiempo, permanecían en la isla, residían allí.

Una cuestión que preocupa a PRETOMA es que las atuneras también atrapan tortugas, tiburones y otras muchas especies. Por eso estamos tratando de proteger esta zona y mostrar a la gente la importancia de la fauna marina. Necesitamos saber más; no lo sabemos todo. Todavía estamos aprendiendo.

¿Cuántas tortugas controla PRETOMA y por qué?

Actualmente estamos realizando un seguimiento a 12 tortugas. Se trata de algo nuevo: nuestra labor comenzó con los tiburones, pero vimos que la Isla del Coco cuenta con una gran población de tortugas, así que nos interesamos por seguirlas a la vez que controlábamos a los tiburones.

¿Has visto algo en la expedición que te sorprendiera o que te gustaría estudiar más a fondo?

Sí. Los operadores de cámara grabaron el apareamiento de tortugas marinas. He visto este comportamiento en mar abierto, pero no pensaba que lo hicieran aquí, cerca de la isla. Será de gran ayuda averiguar si ponen huevos en las dos playas de la Isla del Coco. Las estamos controlando con indicadores adicionales para poder extraer más información. Es algo que he aprendido de los vídeos que se están haciendo aquí, no lo sabríamos si no se hubieran realizado las grabaciones para esta expedición.

Colaboras estrechamente con varios pescadores que trabajan en las aguas que hay justo fuera del parque. ¿Han experimentado cambios en su pesca en los últimos años?

Sí. Saben que es un gran problema. Saben que existe una sobreexplotación en la pesca. No necesitas ser un experto para saber que la población de peces está disminuyendo. Cada día hay menos. Ésa es la razón por la que se ejerce una gran presión sobre las aguas protegidas de la isla. Es el único lugar donde los peces pueden reproducirse y mantener al resto de la población, podría decirse, medio sana.

Actualmente la presión sobre las poblaciones marinas de la isla es tremenda porque fuera no hay apenas nada. Hay demasiados barcos con mil anzuelos y cientos de sedales, con kilómetros de sedales abriéndose paso. Se trata de una lucha entre algunos pescadores, por un lado, y los guardacostas y guardas forestales que tratan de proteger el parque y el futuro de la pesca, por otro. De modo que sí, la sobreexplotación pesquera es un gran problema aquí y los pescadores lo saben. Pero deben subsistir, tienen jefes y necesitan dinero para vivir. De manera que la presión para pescar tanto dentro como fuera del parque es cada vez mayor.

¿Quién pesca aquí?

Puedes ver grandes barcos atuneros de Taiwán y muchos otros países. Los costarricenses también salen a pescar en estas aguas, pero hay muchos otros países que pescan aquí actualmente.

¿Has visto cambios esperanzadores en el parque o en la industria pesquera?

Creo que el tipo de labor que estamos haciendo actualmente, mostrando lo que ocurre a los habitantes de Costa Rica y de otros países, sólo es un paso. Estoy seguro de que la mayoría de la gente ni siquiera sabe lo que ocurre realmente en mar abierto. Los programas y vídeos que estamos preparando mostrará a la gente la realidad de lo que pasa en el océano, cosas que deben saber.

Espero que la gente los vea y aprenda que estamos en una situación difícil, que el mar está en una situación difícil. La gente puede lograr que las cosas cambien, tomar decisiones mejores, pero sólo si ven lo que ocurre.

Proyección de diapositivas: Isla del Coco: espíritu selvático

Viernes, 25 de septiembre de 2009 / 16:46 horas, Publicado por Ford Cochran

El equipo comparte fotografías hechas durante una excursión a través de la selva tropical de la Isla del Coco, desde la Bahía Wafer hasta las cataratas Río Genio y, después, a través de una cadena montañosa hasta la Bahía Chatham.

El gigante amable

Viernes, 25 de septiembre de 2009 / 09:36 horas, Publicado por Octavio Aburto

A pesar de su enorme boca y de su impresionante tamaño (hasta 15 metros), los tiburones ballena son inofensivos para los seres humanos. Se alimentan de zooplancton, larvas de distintas especies y pequeños animales, como cangrejos, gambas y medusas. Les atraen los montes y promontorios submarinos como la Isla del Coco porque las corrientes arrastran su comida hasta estos lugares.

Con su enorme cuerpo, los tiburones ballena son el hogar perfecto para algunas especies que viven adheridas a otras. Es habitual ver rémoras en grandes grupos o adosadas a diversas partes de los tiburones ballena: la cola, el vientre o cerca de la boca. Aunque las rémoras se alimentan de los restos que dejan los tiburones, se desconoce si los tiburones ballena se benefician de alguna forma de la presencia de las rémoras

Incluso grandes grupos de pargos jilgueros, peces con una longitud que suele rondar el metro, parecen pequeños al lado de la magnificencia de un tiburón ballena.

Este tipo de tiburones emigran desplazándose cientos de kilómetros todos los años. A pesar de la tremenda dificultad que supone vigilar sus desplazamientos, se ha demostrado que cada individuo presenta un patrón de manchas único distinto del resto, como las huellas dactilares de los seres humanos. Gracias a los patrones del lateral izquierdo de los tiburones ha sido posible crear un catálogo cada vez mayor, el cual es compartido por diversos programas locales de seguimiento de todo el mundo para ayudar a controlar sus movimientos.

Vídeo: Los sedales ilegales pasan factura a la Isla del Coco

Viernes, 25 de septiembre de 2009 / 08:44 horas, Publicado por Enric Sala

En la sede del servicio de guardas forestales de la Bahía Wafer en la Isla del Coco los defensores de las aguas protegidas del parque, formados por los empleados y el personal voluntario del servicio de parques nacionales de Costa Rica (ACMIC), el servicio de guardacostas costarricense, MarViva y PRETOMA, libran una difícil batalla para proteger la vida marina de la descontrolada pesca ilegal.

Vídeo: La danza de las tortugas

Jueves, 24 de septiembre de 2009 / 20:44 horas, Publicado por Manu San Félix y Leandro Blanco

Las tortugas verdes se reúnen cerca de Roca Sucia, en la costa septentrional de la Isla del Coco.

¿Estamos matando a la Isla del Coco?

Jueves, 24 de septiembre de 2009 / 09:09 horas, Publicado por Enric Sala

Estos últimos tres días hemos sido testigos de primera mano de lo que está matando a los océanos. Ha sido como despertar del sueño más maravilloso a la más cruda realidad.

Hemos pasado dos semanas disfrutando de la naturaleza en su máximo esplendor en el Parque Nacional Isla del Coco. En cada inmersión veíamos grandes bancos de depredadores, como peces martillo, tiburones de Galápagos, pargos jilgueros y jureles ojones. Cada noche éramos testigos de la caza feroz de un grupo de cien tiburones oceánicos. No podíamos creer que pudiera existir tanta vida bajo el agua.

Gelatina en Las Gemelas

Miércoles, 23 de septiembre de 2009 / 16:43 horas, Publicado por Bruce Robison

Bruce Robison es un ecólogo de Deep Sea y centra su investigación en la biología y ecología de los animales de aguas profundas. Hablamos con Bruce sobre las observaciones que había realizado hasta entonces en esta expedición.

Háblanos de lo que han revelado tus observaciones en el submarino DeepSee sobre las gelatinosas criaturas que estudias.

Sabemos que la diversidad de los trópicos es, por lo general, muy grande. Pero algunas de las cosas que raramente suelen medirse es la abundancia relativa y la composición de los grupos de animales a los que nos referimos como animales o plancton gelatinoso. Hay relativamente pocas oportunidades para evaluar a estos animales debido a la delicada construcción de la mayoría de sus partes.

Tienen cuerpos gelatinosos, de modo que, cuando arrastran las redes por el agua, los convierten en una pasta. Después, cuando se remolca la red, se abre el copo, donde se encuentran algunos peces y gambas y, quizá, con suerte, un calamar o dos. Y también una gran capa de masa pringosa por encima (que realmente es una masa indistinguible), que no es otra cosa que restos de animales gelatinosos. No hay forma de identificarlos ni contabilizarlos, ni de hacerse una idea de lo que representan en el ecosistema.

Por eso me ha encantado ver que aquí existe una gran diversidad de animales gelatinosos. Durante una inmersión vimos cinco tipos distintos de medusas en peine. Ello reforzó nuestras sospechas de que la diversidad de plancton gelatinoso alrededor de la isla es también muy grande. Y también es señal de la existencia de un ecosistema sano en el parque, un ecosistema que no está demasiado dañado, ya que su diversidad todavía está intacta.

La abundancia puede haber variado con las diversas influencias del ser humano, pero siguen existiendo los componentes básicos de un ecosistema sano. Sabemos que un ecosistema diverso es un ecosistema estable. Cuanto mayor sea la diversidad de especies dentro de un sistema, mayor será su capacidad para responder a las presiones externas y recuperarse de las perturbaciones. Por eso lo que estamos viendo es indicio de que, sí, aquí existe una diversidad importante. Esto nos hace confiar en que el sistema pueda recuperarse.

Desde tu punto de vista, ¿cuáles son algunas de las cosas más extraordinarias en relación a esta expedición a la Isla del Coco y Las Gemelas?

Todos tenemos nuestra propia área de especialización y podemos satisfacer nuestra curiosidad e interés sobre dichos tipos particulares de animales. Pero, además, como se trata de una expedición integrada, también podemos aprender sobre el resto de animales que pueden no ser nuestra especialidad. Además de observar a los peces e invertebrados que nadan y están adheridos a las paredes rocosas y la arena del lecho marino, también podemos buscar en la columna de agua que hay alrededor del submarino, ya que hay numerosos animales pelágicos a los que empujamos con nuestro movimiento.

De forma que, una de las mayores ventajas de la expedición, además de trabajar con lo que más me gusta, es poder crear una imagen general de los diferentes tipos de animales que forman parte de estos ecosistemas. Estoy viendo animales que no suelo estudiar. Soy un científico especializado en columnas de aguas profundas oceánicas, ése es el tipo de animales en los que me centro. Sin embargo, aquí estamos estudiando los animales asociados con el lecho marino y las paredes rocosas que forman los laterales de las islas y los montes submarinos de esta zona. De manera que me estoy remontando a una etapa anterior de mi carrera profesional, cuando también aprendí cosas sobre estos animales. Afortunadamente, estoy recordando todo rápidamente. Pero se ha descubierto tanto desde que comencé a estudiar los animales bénticos que hay muchas cosas de las que debo ponerme al día.

Mis inicios fueron el estudio de los peces. Cuando comencé a trabajar en las aguas profundas, empecé a estudiar los cefalópodos y, después, los animales gelatinosos, sencillamente porque todos esos animales estaban también allí, al igual que mis peces, y no podía ignorarlos.

De modo que ha sido una autentica satisfacción, a la vez que divertido, poder trabajar con Rick Starr en especial y sumergirme para observar a todos estos peces, ver la gran diversidad de no sólo formas y colores, sino también patrones de comportamiento y maneras de interactuar, poder ver a todas estas comunidades de peces de forma detenida.

¿Hay algo que pienses que te gustaría compartir con los jóvenes que están siguiendo la expedición?

Una de las cosas que aprendí en la facultad y que no esperaba aprender es que es posible tener un trabajo con el que disfrutes y te diviertas. Una de las mejores lecciones sobre una expedición como ésta, donde hacemos cosas importantes y emocionantes en lugares interesantes y lejanos, es que, cuando coges todo tu equipo y te adentras en el mar con un montón de buena gente, la ciencia es algo realmente divertido.

Es algo que te cautiva. Supone un reto. Es algo que importa. Es todo lo que sueñas que puede ser un trabajo. Y, además de todo esto, más de una vez, miras a la persona que está contigo en el submarino, a la persona que está contigo en el barco, atravesando el oleaje hacia un lugar de inmersión. O sólo estar fuera con el viento y la lluvia, disfrutando del momento y pensando que has puesto mucho para llegar aquí. Y entonces te dices «Todo esto ¡y, además, nos pagan!»

La ciencia es una profesión apasionante. Tiene mucho que ofrecer, retos tanto físicos como mentales. Y, para alguna gente, ésa es una combinación que no puede superarse.

Vídeo: Telaraña letal

Miércoles, 23 de septiembre de 2009 / 08:57 horas, Publicado por Enric Sala

Los guardacostas costarricenses llaman con noticias: han descubierto sedales ilegales en las aguas protegidas, a sólo unas cuantas millas de la Isla del Coco, algo que sucede con alarmante (y creciente) frecuencia. El equipo se apresura a salir y queda consternado con lo que encuentra.

Bioluminiscencia: Luciérnagas en la cúpula

Martes, 22 de septiembre de 2009 / 13:22 horas, Publicado por Edie Widder

Estamos haciendo estas espectaculares inmersiones y todas han sido magníficas. Aunque he tenido suerte de que me tocasen las inmersiones nocturnas, mis favoritas. Al final de cada inmersión, apagamos todas las luces y nos adentramos en el agua en completa oscuridad, excepto por la bioluminiscencia que estamos estimulando.

El piloto suelta el lastre. Se forma todo un campo de burbujas sobre la cúpula, las cuales acarician a todo el plancton luminiscente que hay en el agua. El piloto también activa los propulsores y se arremolinan alrededor de éstos, como cuando tiras un tronco en una hoguera y despide brasas. Sólo que éstas son brasas azules. Se arremolinan alrededor de la cúpula.

De manera que estamos tres personas en este pequeño y mágico planetario formado por un campo de estrellas remolinantes. Se produce un efecto extraño: estás en un campo de pequeñas luces, como la Vía Láctea. Y entonces aparecen los eufáusidos, el krill, que desprenden luces más brillantes. Son como luciérnagas que vuelan alrededor de la cúpula, una especie de ilusión óptica.

Nos acercamos para tratar de tocarlas. Sabemos que no podemos, pero parece como si estuvieran exactamente allí. Es como el espectáculo más mágico que jamás puedas imaginar.

¿Por qué emiten bioluminiscencia estas criaturas? ¿En qué les beneficia?

De hecho, la bioluminiscencia es algo realmente común en el océano. La mayoría de las personas no lo sabe, pero, si sales a un entorno de mar abierto lejos de la costa, el 80% o el 90% de las criaturas de los miles de metros de la capa externa del océano emiten luz. La utilizan para encontrar comida, atraer a sus parejas o defenderse de los depredadores. El pequeño plancton que estamos viendo justamente ahora (los copépodos, eufausiáceos y, posiblemente, dinoflagelados) emite destellos para protegerse. Es un mecanismo de defensa.

Aunque hay otros que utilizan la luz para atraer a sus parejas o comida. En la profundidad del océano hay seres, como el pez pescador, que tienen señuelos luminiscentes para atraer los alimentos. Hay montones de especies que tienen instaladas linternas para poder ver en la oscuridad.
Es una adaptación sorprendente que tienen muchos animales..

Vídeo: Cuatro hombres, 500 anzuelos

Martes, 22 de septiembre de 2009 / 10:03 horas, Publicado por Enric Sala

El equipo se une a un barco pesquero a unas 25 millas al sur de la Isla del Coco, más allá del área de veda de pesca que rodea la isla. Realizan una ardua labor que da escasos resultados en estas aguas de gran explotación pesquera.

Vídeo: Inmersión en Roca Sucia

Lunes, 21 de septiembre de 2009 / 13:30 horas, Publicado por Ford Cochran

Unos cuantos miembros del equipo de Ocean Now van a realizar una inmersión matutina en Roca Sucia, cerca de la Isla del Coco.

Tecnología de los sueños de Julio Verne para explorar el mar

Domingo, 20 de septiembre de 2009 / 14:48 horas, Publicado por Ford Cochran

Hace unas cuantas noches, después de trabajar tras un largo día y gran parte de la noche, alguien puso la película antigua 20.000 leguas de viaje submarino y nos apiñamos en la sala del Hanse Explorer's para verla. La novela de Julio Verne, escrita hace más de un siglo, predecía muchas cosas: trajes con tanques de aire para respirar y trabajar bajo el agua, una remota isla volcánica en el Pacífico tropical, montes submarinos escondidos, un despliegue de sensores para la recopilación de datos científicos y un sumergible futurista de alta tecnología con grandes ventanas diseñado para llevar a las personas a lugares que nadie había visto antes.

Pero, entre el Hanse Explorer y el Argo, hemos aportado un destacable despliegue de vanguardistas herramientas tecnológicas a las tareas de entender y documentar los ecosistemas de la Isla del Coco y Las Gemelas.

Por supuesto, está el submarino DeepSee, montado sobre el Argo antes de ser inaugurado rumbo al océano y al abismo. El compartimento de Plexiglas transparente y esférico del DeepSee es un ojo gigante con capacidad para tres personas diseñado para poder realizar un viaje de cuatro horas y unos 400 metros hacia nuevas fronteras de la observación humana. Qué diferencia puede suponer medio kilómetro: de lo conocido, lo visible y lo familiar a lo misterioso, lo oculto, lo desconocido. El

DeepSee cuenta con equipos para traer de vuelta más cosas además de a sus atemorizados pasajeros. Las intensas luces del submarino iluminan las profundidades donde la luz del sol apenas brilla. Una cámara de vídeo montada en la parte delantera graba todo lo que se mueve delante del submarino. Dos láseres proyectan haces de luz paralelos medio metro por delante para dar escala a las maravillosas criaturas y paisaje. Y el brazo mecánico y el contenedor del DeepSee hacen posible recuperar muestras de las profundidades para que los biólogos marinos de la superficie puedan comenzar a hacerse preguntas tales como: ¿es esta especie nueva para la ciencia? ¿existe esta esponja, coral o erizo exclusivamente en Las Gemelas o quizá, incluso, en sólo uno de los dos montes submarinos, los cuales son ecosistemas distintos que han evolucionado de forma independiente?

Además de realizar controles de seguridad antes, durante y después de cada inmersión, el submarino también cuenta con una serie de sistemas de seguridad para garantizar que su tripulación regrese de las sobrecogedoras profundidades que visita. El submarino siempre se mantiene con «flotabilidad positiva», lo que significa que, si no se conduce, se desliza lentamente hacia arriba hasta que sale a la superficie. Los dos pasajeros también saben (han recibido un entrenamiento básico) qué hacer, en caso de que el piloto esté incapacitado por algún motivo, para acelerar el ascenso.

Los científicos del Hanse Explorer utilizan una sofisticada tecnología con la sólo ellos cuentan. Alan Friedlander y Brian Zgliczynski han traído a la Isla del Coco sensores medioambientales para registrar diferentes parámetros del agua, como la temperatura y la salinidad a diversas profundidades durante un periodo de tiempo. Los están colocando en diferentes ubicaciones seleccionadas detenidamente alrededor de la isla. Los datos registrados serán vitales para entender cómo cambian las condiciones aquí durante ciclos climáticos más largos, como la transición a y desde El Niño. También han traído etiquetas de seguimiento que pretenden colocar en los tiburones. Estas etiquetas transmiten su posición vía satélite cuando los animales se aproximan a la superficie, lo que ayuda a desentrañar el misterio de las migraciones de largo alcance de los tiburones.

Allan Bolaños Quirós, miembro de la ONG costarricense Pretoma, centrada en la protección de las tortugas marinas salvajes, ha traído etiquetas y transmisores para colocarlos en diversos ejemplares de estos amables gigantes. Asimismo, Kyler Abernathy ha traído una Crittercam fabricada para la ocasión (descrita en un mensaje reciente del blog de Ocean Now) para conseguir una vista de la Isla del Coco desde la perspectiva de un tiburón.

Los ecólogos marinos utilizan un software de sistema de información geográfica (GIS por sus siglas en inglés) para registrar sus hallazgos, utilizando los mismos satélites de navegación que permiten a nuestros barcos desplazarse sin problemas desde aquí a cientos de millas en mar abierto. Mientras tanto, desde arriba, el satélite GeoEye 1 recopila nuevas imágenes de gran resolución de la Isla del Coco y las aguas circundantes para ayudar en las labores del grupo por cortesía de GeoEye. Y Google Earth actualiza a diario sus imágenes de la expedición oceánica conforme compartimos nueva información, para que todo aquel con acceso a Internet pueda seguir el progreso de nuestras investigaciones en su impresionante globo terráqueo digital.

Por último, las herramientas de difusión y comunicación digital que hemos traído para contar la historia de la Isla del Coco y Las Gemelas habrían hecho las delicias del Capitán Nemo. Los realizadores cinematográficos Manu y Leandro tienen sendas videocámaras digitales Sony EX-1 con luces brillantes submarinas y han ideado unas carcasas submarinas fabricadas a medida para inmersiones a gran profundidad que les han sido entregadas tan sólo unos días antes de la expedición. Llevan baterías recargables y capacidad de almacenamiento digital suficientes para realizar nada menos que seis, o incluso más, inmersiones al día, una cantidad que a veces necesitan para seguir el ritmo a Enric Sala, nuestro jefe de expedición y «delfín» particular. Enric y Octavio Aburto tienen dos cámaras digitales de alta resolución con luces de gran intensidad y grandes carcasas sumergibles.

Todo el mundo ha traído un portátil.

Mi equipaje es ligero, consistente en dos pequeñas cámaras automáticas Canon SD1100 IS, una cámara automática Olympus Stylus Tough-8000 que puede sumergirse a 10 metros y dos portátiles MacBook Pro para escribir, recopilar fotos y realizar vídeos cortos. Mi emisor satélite Hughes INMARSAT ha funcionado a las mil maravillas y me ha servido de excusa para sentarme bajo estrellas desconocidas en la cubierta superior del Hanse Explorer numerosas noches durante la expedición. Sin él nada de esto os habría llegado desde la lejana Isla del Coco.

Ah, casi se me olvida, también hemos traído nuestro equipo de buceo.

Julio Verne predijo que, cuando las personas estuviesen preparadas para utilizarlas de forma sabia, las tecnologías futuristas que manejaba el Capitán Nemo estarían a disposición del género humano una vez más. Conforme vivimos el sueño de Julio Verne, sólo podemos esperar que nuestra veneración por las maravillas naturales de la Isla del Coco y Las Gemelas satisfagan tan alto nivel.

La Crittercam filma la Isla del Coco a través de los ojos de los animales

Sábado, 19 de septiembre de 2009 / 13:09 horas, Publicado por Kyler Abernathy

La Crittercam es un dispositivo de imágenes y recopilación de datos acoplado a los animales. Explicado de forma sencilla, se trata de una cámara con diversos sensores medioambientales que ponemos de forma temporal en los animales para conocerlos y registrar su comportamiento en momentos y lugares donde los seres humanos no podemos acceder o, si pudiéramos, alteraríamos el comportamiento natural de dichos animales.

Hasta la fecha hemos desplegado Crittercam en 53 especies diferentes. Esperamos aumentar esa cifra en la Isla del Coco. Como primer propósito pretendemos acoplar una Crittercam en los peces martillo por los que la isla es famosa, los característicos tiburones de la Isla del Coco.

Es sabido que vienen peces martillo; la gente se acerca hasta aquí desde todas las partes del mundo para verlos. Pero no se sabe mucho sobre su comportamiento. Se han observado en gran medida en las llamadas «estaciones de limpieza», a donde acuden los submarinistas para verlos. Pero, cuando los tiburones abandonan estas estaciones de limpieza, ¿a dónde se dirigen? ¿Qué hacen? Éstos continúan siendo grandes misterios y son el tipo de preguntas que la Crittercam puede ayudar a resolver.

Si podemos acoplar de forma segura una Crittercam en un pez martillo, esperamos conseguir vídeos que nos proporcionen algunas respuestas. ¿Se alejan de la isla? ¿Por alimentarse? ¿Por socializarse? ¿Interactúan con otros tiburones? ¿Interactúan con otros organismos marinos?

Para acoplar la Crittercam a tiburones como los peces martillo utilizamos un sistema de sujeción para las aletas. Es un mecanismo no invasivo y muy rápido que consiste fundamentalmente en dos brazos sujetados en la parte delantera con una bisagra de muelle. Se ajusta a la aleta dorsal, de forma que la cámara se desplaza grabando imágenes sobre la cabeza del tiburón. Después de un periodo de tiempo de grabación establecido y, al menos, aproximadamente una hora antes de que anochezca si esto tiene lugar antes (de esta manera tenemos mayores oportunidades de recuperarla), se abre el sistema de sujeción y la cámara emerge hacia la superficie, dejando al tiburón totalmente ileso. Un radiofaro en la Crittercam nos ayuda a localizarla donde quiera que flote entre el oleaje.

En esta zona también hay otras especies que son igualmente desconocidas, no se conoce su biología ni su historia natural. De modo que quizá también encontremos tiburones jaquetones, tiburones de Galápagos, tiburones de puntas blancas, e incluso una tintorera tigre. Puede que no sean tan famosos como los peces martillo aquí en la Isla del Coco, pero son igual de misteriosos e importantes para el ecosistema y creo que podemos obtener información realmente interesante.

El estudio de los seres vivos en su ambiente natural y el trabajo con la Crittercam son realmente apasionantes. Me encanta meterme en el agua y estar cerca de estos animales. Es un trabajo muy duro: nos levantamos a las 3:30 de la madrugada para salir al mar antes del amanecer, aguantando bajo la lluvia y quedándonos hasta tarde trabajando con los equipos. Pero todo merece la pena cuando tienes ese bello encuentro con el animal, cuando logras acoplar la Crittercam y la recuperas, y ves ese vídeo increíble; ver cosas que nadie ha visto antes. Eso es lo que hace que valga la pena.

Vine directamente desde un viaje a Baja California, donde acoplamos una Crittercam por primera vez a un calamar gigante. Esta especie suele tener una longitud de 1,5 ó 2 metros. (¡Vaya calamar!) Aunque no estábamos realmente seguros de si podía llevar una Crittercam. Era el primer invertebrado al que habíamos colocado una cámara. El cuerpo de estos animales en muy blando. No estábamos seguros de si funcionaría bien y de cómo se comportarían al llevar acoplado este objeto duro.

Fue emocionante, aunque el resultado era muy incierto. Logramos hacer algunos buenos acoplamientos, conseguimos recuperar los vídeos y vimos algunas de las secuencias más increíbles sobre la forma en que interactuaban los calamares. Conseguimos imágenes de estos calamares flotando en grandes grupos en aguas de profundidad media. Nada que yo hubiera podido prever antes. De manera que, como tantas veces en el pasado, la Crittercam nos proporcionó una visión del mundo animal que no habíamos siquiera imaginado.

Espero que podamos hacer algo parecido aquí en la Isla del Coco.

Una galaxia dentro de otra galaxia

Viernes, 18 de septiembre de 2009 / 20:37 horas, Publicado por Kristen Green

Describe tu primera inmersión en Las Gemelas, que también ha sido tu primera inversión en un sumergible de gran profundidad.

Ha sido un poco surrealista hacerlo realidad todo de repente. Estás a 300 metros por primera vez, encerrada en un sumergible y viendo esas increíbles cosas que verías en un acuario; pero te das cuenta de que estás en el fondo del océano, viéndolo en tiempo real.

¿En qué medida es diferente el submarinismo a esa profundidad?

En cierta manera creo que es una mezcla entre mirar a través de unas gafas de buceo y estar en un acuario, pero te das cuenta de que en realidad estás en un lugar que nunca has visto antes. Tratas de compararlo con algo que hayas visto y miras a tu alrededor, ves el hábitat de las profundidades, ves peces desconocidos que nunca verías a la profundidad a la que haces submarinismo. ¡Es muy emocionante!

¿Qué es lo más sorprendente que has visto en tu inmersión?

Sin duda, la bioluminiscencia. Verla aparecer en la oscuridad total; estás sentado en el fondo del océano en una completa oscuridad y, entonces, conforme comienzas a moverte, ves estos pequeños animales que comienzan a emitir luz de la nada y te sientes como si estuvieras en una galaxia dentro de otra galaxia. Nunca había visto nada igual. Era algo para lo que no podía prepararme y que no esperaba.

¿Cómo es estar dentro de un sumergible?

Es muy cómodo. Estás sentado en un espacio seco y cerrado, mirando hacia fuera y viendo el fondo del océano por primera vez. Llevar el mono que se utiliza para ir en el sumergible es como llevar el pijama.

¿Te sientes desorientado?

En una inmersión diurna puedes ver la luz del día y la superficie. Es más claro en la parte de arriba a una cierta profundidad. Pero, por la noche, no puedes. Desorienta un poco porque no sabes realmente en qué dirección es hacia arriba. Ves pasar algunas corrientes y puedes decir en cierta medida en qué dirección se mueve el agua. Pero, en ese punto, estaba tan embelesada con lo que ocurría fuera que no pensaba realmente qué dirección era hacia arriba.

¿Cómo viniste aquí?

Estaba en el lugar correcto en el momento adecuado. Mi coordinador, Rick Starr, había realizado muchas actividades sumergibles. Soy estudiante de postgrado con el grupo de Rick en los laboratorios Moss Landing Marine y llevo trabajado con él mucho tiempo en distintos proyectos. Me invitó a hacer este viaje de investigación con él. He tenido la suerte de estar aquí con todos estos increíbles ecólogos de renombre.

¿Hay algo más que quieras comentar sobre la expedición Ocean Now?

Hasta ahora, aproximadamente la semana que llevo aquí, nunca he estado rodeada de tanta biología marina en mi vida. Nunca había tenido una experiencia semejante. No sólo en el entorno exterior. Como alumna de postgrado he realizado muchas labores de campo. Pero aquí he tenido una combinación de trabajo de campo, la diversión de simplemente saltar al océano y ver los animales de forma inmediata y las constantes charlas científicas de todos estos biólogos que llevan haciéndolo durante 30 ó 40 años. Poder contar con sus perspectivas y, además, verlo en la vida real, ha sido una experiencia realmente increíble y distinta de cualquier otra cosa que yo haya podido vivir.

Reino de tiburones

Viernes, 18 de septiembre de 2009 / 10:43 horas, Publicado por Ford Cochran

Es la hora de la comida para los tiburones de puntas blancas, dueños de esta parcela de inmensidad azul, a tiro de piedra de la Isla del Coco.

Los coloridos peces de arrecife (soldado azotado rojo y pargo azul dorado) tienen la sensatez de pegarse a sitios escondidos en la roca cuando un grupo de tiburones de puntas blancas merodean por las cercanías.

Este depredador me evoca una famosa cita de la película Tiburón: «Vas a necesitar un barco más grande».

La verdad sea dicha, con la pesca amenazando su futuro en gran parte del mar, estos tiburones nos temen más a nosotros que nosotros a ellos. Hemos pescado, con anzuelo o red, al menos el 90% de ellos en los últimos 50 años. Quizá van a necesitar un océano más grande.

Inmersión en los montes submarinos Las Gemelas

Jueves, 17 de septiembre de 2009 / 16:32 horas, Publicado por Sylvia Earle

Estoy aquí, cerca de la Isla del Coco, a cinco grados al norte del Ecuador, en el Pacífico Oriental, con dos barcos, el Hanse Explorer y el Argo. Voy a bordo del Argo, que cuenta con un pequeño y precioso submarino llamado DeepSee. En la superficie hay una embarcación de apoyo llamada TopSee. (De vez en cuando alguien se equivoca y lo llama whoopsie. Ya llevamos en el mar un tiempo...)

Nos estamos divirtiendo mucho aquí y estamos realizando numerosas y buenas observaciones científicas, ¡en realidad se trata de unos cuantos avances! Hemos podido dirigirnos a dos montes submarinos que nunca habían sido observados antes con un submarino. No puedes bucear hasta allí porque están a demasiada profundidad.

La única forma en que se han realizado antes muestreos de ellos ha sido a través de los pescadores. Hay gran cantidad de pruebas de ello, ya que, durante las cuatro inmersiones que hicimos durante la semana pasada, pudimos ver literalmente kilómetros de sedales enredados en estos bellos montes submarinos.

Incluso vimos un gran mero que todavía tenía un anzuelo clavado en la boca y un largo sedal que llevaba allí tanto tiempo que había crecido sobre él. Era un mero horriblemente flacucho, supongo que porque tenía problemas para comer. Realmente se te parte el alma al ver lo que ocurre cuando los aparejos de pesca abandonados causan problemas a los animales de la zona. No sólo los que quedan atrapados inmediatamente, sino los que sufren después de que haya pasado la época de pesca.

Aunque generalmente hay buenas noticias:

hemos visto montones de peces y corales que se están recuperando de los años de El Niño, cuando, sin embargo, muere gran parte del coral. Esto es lo que pasó: durante El (potente) Niño del año pasado murió aproximadamente el 90% del coral de la zona. Jorge Cortés, el costarricense científico jefe de este barco, el cual ha estudiado la zona durante muchos años, señala que, si muriera el 90% de la selva tropical, la gente pondría el grito en el cielo, estaría muy preocupada. Cuando muere el 90% de los arrecifes de coral, la gente se preocupa, pero no reacciona con la misma pasión que cuando ocurre algo en tierra que todos pueden ver.

Bajo el agua, parte de nuestra labor consiste en sacar a la luz los problemas que se están produciendo y la importancia que tienen para todos, ya que lo que le ocurra al océano te afecta donde quiera que te encuentres; asimismo debemos llamar la atención sobre el hecho de que lo que nosotros hacemos afecta al océano de una forma que es importante que entendamos. El océano nos da el oxígeno que respiramos. La mayoría del oxígeno que inhalamos procede del mar. El agua que cae del cielo se origina en su mayor parte del mar. De forma que no tienes que vivir junto al mar para vivir al lado del mar, porque el mar realmente gobierna la vida, la vida de todas las personas. Es realmente importante que entendamos eso, para que podamos cuidar mejor del océano que nos cuida.

Proyección de diapositivas: La Isla de las Cataratas (continuación)

Jueves, 17 de septiembre de 2009 / 08:40 horas, Publicado por Ford Cochran

Leandro Blanco, uno de los dos operadores de cámara profesionales de nuestro equipo (tras 30 años trabajando como piloto de aerolíneas), me invitó a salir por la tarde a filmar lugares de la Isla del Coco. La isla es célebre por sus cientos de espectaculares cascadas y está empeñado en filmar algunas de ellas para el documental que él y Manu San Félix harán sobre esta expedición.

Vídeo: La Isla del Coco al descubierto

Miércoles, 16 de septiembre de 2009 / 16:58 horas, Publicado por Leandro Blanco y Manu San Félix

En este vídeo Leandro Blanco y Manu San Félix presentan una atrevida mirada a la vida marina de la Isla del Coco, donde puede apreciarse, entre otras cosas, la aparición de un extraordinario pejesapo.

Primeros atisbos de Las Gemelas

Miércoles, 16 de septiembre de 2009 / 13:17 horas, Publicado por Edie Widder y Bruce Robison

El Dr. Edie Widder y el Dr. Bruce Robison están trabajando a bordo del Argo con Sylvia Earle y otros científicos marinos, además de con el naviero, Avi Klapfer, y la tripulación. Acaban de finalizar las inmersiones iniciales en los montes submarinos de Las Gemelas en el sumergible DeepSee.

WIDDER: Tuvimos la suerte de hacer la primera inmersión en Las Gemelas. Ver un monte marino que nunca nadie ha explorado antes ha sido sencillamente una experiencia fantástica. Y, por supuesto, cuando desciendes hacia algo como eso, no tienes ni idea de con lo que vas a encontrarte. Puede ser espectacular. O puede ser una auténtica decepción... fue espectacular.

ROBISON: Nos sorprendió mucho la diversidad de animales que vimos y también su abundancia, todo tipo de peces e invertebrados por todos lados en las rocas. En algunos lugares había un gran colorido. Muchas de las rocas estaban cubiertas por toda una variedad de criaturas de distintos tipos.

WIDDER: Junto a todos los hermosos invertebrados y vertebrados, y los peces, había sedales por todos lados, cubriendo las rocas. De hecho fue un poco desconcertante porque tienes que estar atento para que el sumergible no quede atrapado por los sedales. Pero ha sido muy interesante ver la cantidad de sedales que había ahí fuera, descubrir cuántos peces deben de haber sido eliminados en este hábitat y preguntarse el aspecto que habría tenido si eso no se hubiera producido. Porque es exuberante, hermoso, pero, por ejemplo, debería haber numerosos meros y sólo vemos unos cuantos. Sigue siendo un lugar realmente especial y ha sido asombroso ver la diversidad de vida, su abundancia, su color, su variedad de formas. Cada milímetro de esas rocas estaban cubiertas de vida.

ROBISON: Incluso aunque hay muchas pruebas de que la pesca ha tenido un gran efecto sobre esta zona, las semillas de la recuperación se ven claramente. En las circunstancias adecuadas este profundo montículo puede recuperarse y regenerar el tipo de diversidad y abundancia que obviamente tenía en el pasado.

WIDDER: Por ejemplo, todos estos peces rojos que veis en la pantalla (mirad la tercera imagen que hay más abajo) son fuente de alimento para los meros. De forma que hay mucha comida. Si se les deja solos, tienen muchas posibilidades de recuperarse.

Como científicos, ¿cuáles son algunas de las preguntas que hacéis y las observaciones que debéis efectuar al comenzar a estudiar un lugar desconocido como éste?

WIDDER: La primera pregunta es simplemente «¿qué hay allí?». Esa pregunta siempre te lleva a otras, porque, una vez has averiguado lo que hay allí, te preguntas qué mantiene lo que hay allí, qué falta y cómo todas estas cosas se combinan para formar el maravilloso conjunto que vemos ahí fuera. ¿Qué constituye este ecosistema? ¿Qué necesita para mantenerse sano? ¿Qué le ha afectado en el pasado y qué le afectará en el futuro?

ROBISON: También buscamos los patrones en la estructura de la manera en la que se distribuyen estos animales. ¿Qué tipo de grupos comunitarios se dan juntos y cuáles separados? Tratamos de entender la clasificación espacial, qué tipos de animales se dan y a qué profundidades. O los distintos tipos de hábitat en los que tienen que vivir: ¿roca? ¿arena? ¿una combinación de ambas? ¿Qué tipos de animales viven en cada tipo de hábitat?

WIDDER: Y ésas no son preguntas fáciles de responder, porque sólo nos hemos sumergido en dos de los montes submarinos que hay ahí fuera y ha sido suficiente para ver una notable diferencia, pero ahora mismo no nos resultan evidentes las razones por las que se produce esta diferencia.

Costa Rica ha salvado su más preciado tesoro

Martes, 15 de septiembre de 2009 / 07:51 horas, Publicado por Enric Sala

La Isla del Coco nos cautivó antes de realizar la expedición; una vez iniciada, ha cautivado nuestros corazones. La Isla del Coco es un parque nacional, patrimonio de la humanidad, una zona marítima protegida donde no se permite la pesca con el objetivo de proteger su exclusiva vida marina. Hemos visto numerosos tiburones en cada una de nuestras inmersiones, en aguas someras y profundas, y muchos bancos de cientos o miles de peces. La biomasa de depredadores de esta zona es una de las mayores del mundo. Es realmente difícil creer que pueda haber tantos peces y tantos depredadores.

En la superficie, Costa Rica es famosa en el mundo entero por sus magníficos parques, la biodiversidad de sus bosques de niebla y su compromiso por proteger la naturaleza. El país de Costa Rica ha reservado un porcentaje muy alto de su territorio a la protección de la vida salvaje y el eterno disfrute público. La gente debe saber y entender los motivos de ello, bajo el mar Costa Rica es absolutamente un tesoro natural.

La Isla del Coco es la zona marítima protegida más emblemática de Costa Rica y, diría además, de toda América. No sólo protege la vida marina que habita dentro de sus fronteras (12 millas alrededor de sus costas), sino que también es una parada fundamental para especies del Pacífico Tropical Oriental que migran desplazándose a grandes distancias, como las tortugas en vías de extinción y los tiburones. Estas especies utilizan corredores biológicos (autopistas bajo el agua para especies marinas) para desplazarse entre las zonas de alimentación y de reproducción. Esta migración puede ser tan monumental como la del ñu del Serengeti, sólo que aquella nunca ha sido vista.

La zona marítima protegida alrededor de la Isla del Coco es muy beneficiosa para Costa Rica y el mundo en general. Además de los beneficios ecológicos dentro de sus límites, aporta importantes ingresos procedentes del turismo, proporciona un refugio para que las especies se reproduzcan y se recuperen cerca del área de pesca y ofrece oportunidades científicas y educativas únicas.

Vinimos a la Isla del Coco porque en Ocean Now estamos tratando de estudiar y mostrar los últimos lugares intactos del océano. Esta isla puede haber padecido fenómenos de calentamiento (como El Niño en 1997, que mató a numerosos corales) y la pesca ilegal, aunque sigue estando muy bien conservada, gracias al heroico trabajo de los guardas forestales, los guardacostas y las organizaciones para la conservación de los recursos marinos. Sólo espero que mantenga buena salud, ya que un mundo sin la Isla del Coco sería mucho más pobre.

Vídeo: Cielo de peces martillo

Lunes, 14 de septiembre de 2009 / 15:56 horas, Publicado por Enric Sala

¡Acabamos de volver de una inmersión alucinante! Hemos realizado la inmersión sobre la cumbre de un monte. Había muchos jureles y peces martillo. Los peces martillo han nadado sobre nosotros. Ha sido tremendamente hermoso.

Después, cuando estábamos en el bote, hemos visto todos estos movimientos en la superficie. Se trataba de un banco «defensivo» formado por pargos y otros peces... caballas, atunes y tiburones. Ha sido sencillamente increíble.

Después hemos ido a otro lugar y hemos visto el pez más hermoso de todos, un pez naranja que parece una esponja. Era un pejesapo. No tiene las tradicionales aletas. No nada. Ha transformado las aletas en algo parecido a patas y camina sobre la parte trasera.

¡Vaya lugar más sorprendente!

La Isla del Coco es realmente asombrosa. Me alegro mucho de que este lugar esté protegido.

Proyección de diapositivas: La Isla de las Cataratas

Lunes, 14 de septiembre de 2009 / 14:36 horas, Publicado por Ford Cochran

Leandro Blanco, uno de los dos operadores de cámara profesionales de nuestro equipo (tras 30 años trabajando como piloto de aerolíneas), me invitó a salir por la tarde a filmar lugares de la Isla del Coco. La isla es célebre por sus cientos de espectaculares cascadas y está empeñado en filmar algunas de ellas para el documental que él y Manu San Félix harán sobre esta expedición.

Vídeo: ¡Hemos conocido a tu tortuga!

Domingo, 13 de septiembre de 2009 / 08:37 horas, Publicado por Sylvia Earle

¡Ayer fue un día repleto de acción! Se realizaron dos inmersiones en submarino, una a 100 metros y otra a 300. Todavía no he realizado ninguna inmersión en el submarino, pero tengo muchas ganas de hacer una hoy.

Las noticias son realmente fantásticas. Además de las dos inmersiones en submarino, había inmersiones de SUBMARINISMO. Hice dos de este tipo, que para mí fueron dos agradables regresos a la Isla del Coco para reencontrarme con viejos amigos y conocer a otros nuevos.

Encontramos una tortuga que tenía una etiqueta adherida, una etiqueta de control por satélite. De hecho, era una tortuga muy amable; era una tortuga carey que aparentemente no se había alterado por el contacto con los seres humanos. Le hicimos fotos. Le brindamos una gran sonrisa, ella nos devolvió una sonrisa al estilo tortuga ¡y después se esfumó!

Alguien está rastreando esa tortuga en algún lugar. Espero que podamos saber quién es para que podamos decirle «¡Hemos conocido a tu tortuga!»

Hoy Bruce Robison y yo haremos un descenso en el submarino Deep See. Nuestro destino está a unos 300 metros hacia abajo, en un lugar que sólo ha sido observado un par de veces. Esperamos encontrar cosas nuevas y ver de nuevo a viejos amigos.

Ayer, cuando Eddie Widder y Jorge Cortés realizaron su primer descenso, vieron a un pez vela. ¡Ver un pez vela es algo fuera de lo corriente! No se entretuvo: se fue.

No sabemos con lo que vamos a encontrarnos, tanto en aguas de profundidad media como cuando descendamos al fondo.

Esta es una zona de la Isla del Coco a la que es difícil llegar. No es un lugar donde la gente va tradicionalmente con los submarinos. Estamos buscando más información de utilidad que nos ayude a determinar la medida en la que la Isla del Coco es realmente especial.

Bajo la superficie

Domingo, 13 de septiembre de 2009 / 06:31 horas, Publicado por Enric Sala

El cielo sobre Bahía Chatham adquiere tonos rojizos antes del amanecer y comienza a perfilarse la silueta de la Isla del Coco, una sombra sobre la interminable inmensidad azul. Sólo la cumbre es visible sobre las olas, pero la montaña se extiende miles de metros hacia abajo sobre el suelo del Pacífico.

Desde esta cumbre volcánica, envuelta en verde, el mar abierto se extiende cientos de millas en todas direcciones. Los marineros y bucaneros, lejos de casa, han recibido con los brazos abiertos su cobijo y sus cascadas de agua dulce durante siglos. Pero en la Isla del Coco hay mucho más de lo que a simple vista puede parecer.

Acomodados sobre los hombros de la isla, bajo el océano, la vida brota por todas partes en un fértil anillo. Las corrientes del océano profundo, desviadas hacia arriba por el crecimiento del lecho marino, transportan nutrientes a la superficie, lo que provoca que las aguas de la isla estén plagadas de plancton y otros minúsculos organismos. Éstos aseguran unas cadenas alimenticias que se extienden a través de una colección de especies intermedias marinas hasta los depredadores por los que la Isla del Coco es conocida por experimentados submarinistas y biólogos marinos del mundo entero

Desde los acantilados o desde la cubierta de un barco que navegue junto a la isla, uno no puede olvidar lo que se extiende por debajo de este inmenso mar azul. Sólo los delfines y las ocasionales aletas de los tiburones rompiendo la superficie perturban el horizonte e insinúan la existencia de algo más. Pero no hay más que ponerse unas gafas de buceo y sumergir la cara bajo el agua para apreciar la riqueza del ecosistema que se extiende ahí mismo.

Sin tierra seca que indique su presencia o importancia, los cercanos montes submarinos de Las Gemelas mantienen en secreto similares cadenas de vida. Estos montes son parte de una profunda cadena submarina que se extiende cientos de millas al sur de las islas Galápagos. Las especies pelágicas (que viven en mar abierto), como los peces martillo, utilizan en ocasiones esa cadena montañosa como una autopista marina para migrar entre las zonas de alimentación y reproducción.

La ciencia tiene mucho que ver y aprender sobre el mundo submarino de nuestro planeta. Hay muchas cosas seguras: la vida marina microscópica produce más de la mitad del oxígeno de la atmósfera; los océanos ayudan a regular el clima que hacen que la Tierra sea un lugar maravilloso para vivir; y nos proporciona muchos millones de toneladas de alimentos marinos cada año, entre otros servicios esenciales para nuestro bienestar.

Un día, tú también podrías venir a la Isla del Coco o a cualquier otra costa. Independientemente de quién seas o dónde vivas, el océano y la vida marina que alberga son importantes. Recuerda las aguas de la Isla del Coco y Las Gemelas (así como otros valiosos lugares submarinos como ellos) con gratitud siempre que respires.

Inmersión nocturna con tiburones coralinos

Sábado, 12 de septiembre de 2009 / 22:09 horas, Publicado por Enric Sala

Acabamos de salir del agua después de una inmersión nocturna. Son las 10 de la mañana y hemos estado sumergidos junto a cien tiburones coralinos. Estaban nadando por el fondo tratando de cazar peces, metiendo la nariz en las rocas, un espectáculo auténticamente asombroso.

Es tremendamente difícil encontrar en otro lugar las concentraciones de depredadores que tenemos aquí. Este parque nacional es verdaderamente uno de los tesoros del Océano Pacífico.

Vídeo: Inmersión nocturna con tiburones coralinos

Sábado, 12 de septiembre de 2009 / 22:09 horas, Publicado por el equipo de Ocean Now

En este vídeo Enric habla sobre su inmersión nocturna junto a cien tiburones coralinos en la costa de la Isla del Coco.

Bahía Wafer

Sábado, 12 de septiembre de 2009 / 17:33 horas, Publicado por Ford Cochran

Doy una vuelta en una Zodiac con Allan Bolaños Quirós desde el Hanse Explorer, anclado en la Bahía Chatham, hacia el sudoeste pasando los verdes acantilados de la Isla del Coco hasta la Bahía Wafer. Allan vigila las actividades pesqueras para Pretoma, una ONG (organización no gubernamental) costarricense, y quiere recoger material y ver a algunos amigos en la sede del servicio de guardas forestales del parque nacional, escondida tras varias palmeras y una playa adoquinada.

Amarramos la barca y trepamos por la arena hasta la Base Wafer.

Los guardas que trabajan aquí son los únicos que tienen permiso para pasar la noche en la isla. Ellos viven aquí a tiempo completo en un paraíso verde (si no te importa la soledad).

Una de sus principales funciones es patrullar, en la medida de lo posible, el cinturón de 12 millas de agua protegida que rodea la Isla del Coco y confiscar cualquier aparejo utilizado para pescar tiburones u otro ser vivo marino de forma ilegal. El tesoro de contraband

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