Este time-lapse muestra la elaboración de un remedio de hierbas chino
En una farmacia tradicional ubicada en Chengdu, China, se preparan dosis de un remedio de hierbas para ayudar a los pacientes a hacer frente al calor y la humedad del verano.
Si entras en una botica tradicional china, te encontrarás con hileras de tarros y recipientes llenos de un colorido y aromático conjunto de sustancias: raíces comunes, hierbas y flores, como el ginseng, la menta y el jazmín, o artículos más exóticos, como nidos de avispa, conchas de abulón, lombrices y hasta placentas humanas.
Durante más de dos milenios, los curanderos tradicionales chinos han recolectado estos miles de ingredientes del mundo natural para emplearlos como medicina. Pero centrarse en las formas inusuales en las que vienen puede resultar engañoso. «En realidad, todos estos ingredientes son combinaciones de sustancias químicas», afirma el científico de Yale Yung-Chi Cheng, que dirige un equipo que ha desarrollado un prometedor tratamiento del cáncer a base de hierbas a partir de una antigua fórmula china.
Durante siglos, los primeros médicos probaron diversos ingredientes, solos y mezclados, observaron sus efectos en los pacientes y documentaron los resultados. Las fórmulas que obtuvieron a partir de estos procesos se transmitieron a lo largo de siglos y las generaciones siguientes de médicos las refinaron y les añadieron más elementos. En la era moderna, la ciencia ha producido muchos tratamientos más eficaces y efectivos, pero los remedios tradicionales siguen siendo populares en China y en otros lugares.