Las bacterias que se esconden en los patitos de goma

La persona promedio encuentra miles de gérmenes diferentes cada día, pero la mayoría son inofensivos.

Por Sarah Gibbens
Publicado 10 abr 2018, 12:34 CEST
Las bacterias que se esconden en los patitos de goma

«¿Sabías que las ciudades romanas quedaron enterradas con el tiempo bajo escombros? Lo mismo ocurre con la cama».

 

Philip Tierno está describiendo tu colchón. Y tu almohada. Y otras superficies suaves y mullidas. El patólogo de la Universidad de Nueva York y cazador de microbios autoproclamado ha escrito un libro llamado The Secret Life of Germs. Él sabe donde se esconden.

Aunque la cama promedio puede sonar como un partenón de vida microbiana y patógenos, sorprendentemente no es la parte más plagada de gérmenes de una casa, según Tierno.

 

«Los gérmenes son ubicuos», añade. «Todos los seres vivos, las rocas, el suelo... están llenos de gérmenes. Procedemos de seres unicelulares primordiales. Los gérmenes estaban aquí antes que nosotros».

 

Ahora mismo están sobre ti y en la pantalla en la que estás leyendo. Aunque son omnipresentes, (normalmente) no debemos temer a estas formas de vida que no vemos. Para protegerte frente a cualquier posible agente causante de enfermedades solo tienes que entender a tu adversario.

¿De qué estamos hablando?

Entonces, ¿qué son los gérmenes en realidad? Los organismos diminutos están por todas partes, pero aquellos considerados «gérmenes» incluyen a una serie de especies de virus y bacterias. También podemos encontrar hongos y protozoos causantes de enfermedades en casa, especialmente en zonas expuestas a la humedad.

 

En el baño, por ejemplo, el agua que entra en contacto con una superficie dura puede crear lo que se conoce como biopelícula, un tapiz de microorganismos.

 

En un estudio publicado en la revista Biofilms and Microbiomes a finales del mes pasado, un equipo de investigadores diseccionó patitos de gomas, los juguetes de plástico que suelen encontrarse en las bañeras de la gente. En su interior, descubrieron bacterias patógenas en un 80 por ciento de los juguetes analizados.

 

Aunque puede resultar sorprendente, Tierno dice que si buscas gérmenes en el baño, todavía no has encontrado el lugar más plagado de la casa.

 

«Es más limpio comer sobre un retrete, comparado con el desagüe», dice, refiriéndose al desagüe de la cocina. «El fregadero es la zona más sucia de la casa». Añade que va seguido de cerca por el estropajo de la cocina.

Un estudio de 2011 de NSF International, una organización de seguridad del consumidor, clasificó objetos del hogar con el mayor recuento de gérmenes. Difieren ligeramente de Tierno, ya que descubrieron que las esponjas y los trapos eran los objetos del hogar más sucios, seguidos por los fregaderos de la cocina, los soportes para cepillos de dientes, los cuencos de las mascotas, los depósitos del filtro de café, los grifos del lavabo, los juguetes de las mascotas, las encimeras, los botones de los fogones y las tablas para cortar.

¿De dónde vienen?

Según explica Tierno, existen tres formas en que los seres humanos generan gérmenes. La primera es la piel. Tu mayor órgano alberga cientos de clases diferentes de gérmenes y, cada día, se desprenden.

 

La segunda fuente de gérmenes procede de tus vías aéreas: nariz y boca. Hablar, toser y estornudar son formas comunes de expulsar gérmenes al aire.

 

La tercera forma en que los humanos generan gérmenes se encuentra en la parte opuesta del cuerpo.

 

«Hay más gérmenes en una sola cucharada de heces que hombres caminando sobre la faz de la Tierra», afirma Tierno.

 

Los gérmenes que nacen ahí hacen que la cocina sea una de las habitaciones más sucias en una casa. En la cocina entran restos de ganado como carne o de fertilizante usado para cultivar verduras.

¿Son peligrosos?

«Tenemos una barrera protectora en todas las almohadas de mi casa. Lo mismo en todos los colchones», explica Tierno. Esta cobertura, según él, evita que los gérmenes se acumulen con el paso del tiempo.

 

Añade que los gérmenes se acumulan fácilmente, pero eliminarlos de una casa requiere un mantenimiento regular. Lavarse las manos también es un paso fundamental para evitar que los gérmenes entren en tu cuerpo.

 

Para retirar las biopelículas de una casa, Tierno recomienda frotar las superficies con un cepillo metálico, agua y jabón, y una solución con un 10 por ciento de lejía cuando sea necesario. La mayoría de personas tienen sistemas inmunes lo bastante fuertes para mantener a raya a los gérmenes del hogar por sí mismas, pero a medida que la medicina moderna permite a personas con el sistema inmune deprimido vivir durante más tiempo, un mayor número de gente es más susceptible a los gérmenes que hay a nuestro alrededor.

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