El 27 de octubre de 2008, una joven cantante folk con mucho talento, Taylor Mitchell, muere mientras hacía una excursión en solitario por un parque natural de Canadá. Los culpables: los coyotes. Se trata del primer ataque de coyotes a una persona del que se tiene constancia, y conmociona no solo a la gente de la zona, sino también a los expertos en estos animales. Los coyotes, que se muestran tímidos ante la gente, nunca se habían considerado peligrosos para el hombre.