Un gallo en la India mostró verdadero coraje al defender al resto de sus crías de una cobra.
En el vídeo, vemos cómo la mortífera serpiente se enrosca de forma defensiva con la capucha desenvuelta, intentando atacar varias veces al gallo. Sin embargo, las rápidas maniobras del gallo le permiten agarrar a la serpiente y mantenerla en una posición en la que el ave se encuentra fuera de peligro mientras la cobra se retuerce e intenta escapar.
El gallo aleja a la cobra de los otros pollos, tirándola al suelo y picoteándola o corriendo con ella colgando de su pico. Los movimientos del gallo parecen estar adaptados a este tipo de lucha, lo que dificulta que la cobra le ataque con su veneno mortal.
Al final de la pelea, el gallo se traga entera a la serpiente debilitada, deslizando al reptil por su pico mientras los músculos de la serpiente se enrollan inútilmente.
El comportamiento del gallo no es inusual; las aves suelen alimentarse de serpientes, y se sabe que los gallos matan y comen especies venenosas cuando resulta necesario. Los gallos domesticados siempre están al acecho de los depredadores que pueden devorar a las gallinas y a sus huevos. Aunque a veces una serpiente grande puede salir vencedora, matando a los pollos en el gallinero y comiéndose los huevos que han puesto.
La serpiente del vídeo es probablemente una cobra real, una especie que vive principalmente en las selvas tropicales y en llanuras de la India, el sur de China, y el sudeste de Asia. Además de los huevos y las aves, también se alimentan de lagartos. Todas las cobras son venenosas y la cantidad de neurotoxinas en una de sus mordeduras es suficiente para matar a 20 personas. Suelen ser tímidas, pero pueden ser feroces cuando se sienten acorraladas (por un ser humano o un gallo).
La relación entre gallos y serpientes también ha aparecido en la mitología. En algunas historias, el canto de un gallo es letal para la serpiente mitológica conocida como basilisco.