Una rara mantis dragón grabada en la naturaleza

Puede que la mantis dragón brasileña no sea el doble exacto de Drogon o Smaug, pero la verdad es que es bastante impresionante; claro está, si consigues verla.

La mantis dragón, camuflada a la perfección tanto en forma como en comportamiento con sus apéndices con aspecto de hoja y un contoneo particular, parece una rama que se balancea.

Normalmente, se suele esconder a plena vista entre el follaje denso y sombrío del bosque lluvioso atlántico, pero un grupo de investigadores con vista muy aguda ha capturado recientemente a la mantis dragón y ha grabado un vídeo de su majestuoso disfraz en la Reserva Ecológica de Guapiaçu, en Brasil.

 «Nos quedamos muy sorprendidos, ya que esta mantis se considera legendaria entre los especialistas», afirma Leonardo Lanna, investigador de Projeto Mantis, que dirigió a la expedición para encontrar a la Stenophylla cornigera. 

«Teníamos una lista con las mantis a las que queríamos encontrar durante la expedición y la Stenophylla era la número uno».

Unas embajadoras encantadoras

La Stenophylla cornigera, reclasificada recientemente y agrupada en una familia separada, es rara entre las mantis, cuya distribución y número de ejemplares no están bien registrados en bosques lluviosos densos. De hecho, según lanna, las tres especies del género Stenophylla son conocidas gracias a colecciones de museos.

«Ver una viva es algo que pocos han hecho», afirma Lanna, que recibió financiación de la National Geographic Society para su expedición.

En diciembre de 2017, Lanna y sus colegas del Projeto Mantis fueron al bosque lluvioso atlántico para encontrar y estudiar especies nuevas, raras o indocumentadas históricamente de mantis.

Los científicos sospechan que las especies de mantis podrían ser ideales para estudiar la evolución de los insectos. Además, se sabe tan poco sobre las mantis que su papel ecológico es un gran misterio.

Dicha investigación es urgente, ya que la deforestación está destruyendo rápidamente uno de los biomas más ricos y que corren más peligro.

«Las mantis son insectos encantadores e inofensivos», afirma Lanna. «Son como embajadoras, esenciales para romper la barrera que tiene la mayoría con los insectos y con el mundo de lo diminuto».

Una noche, mientras buscaban a estas carnívoras, Lanna y sus colegas descubrieron no una, sino dos mantis dragón macho. Los insectos habían volado hacia sus trampas de luz, que atraen a los bichos.

«No podíamos creernos lo que estábamos viendo», afirma. «Ahora estamos seguros de que, al igual que la mayoría de las mantis, los machos adultos son voladores nocturnos que se guían siguiendo la luz de la luna».