El Museu de les Ciències acoge la muestra sobre el único dinosaurio carnívoro conocido hasta el momento adaptado a la vida acuática: el Spinosaurus

La exposición «Spinosaurus: el gigante perdido del Cretáceo» está organizada por National Geographic con la Universidad de Chicago.

Por Redacción National Geographic
Publicado 9 nov 2017, 4:29 CET
Fotografía de Museo de las Artes y las Ciencias de Valencia

La muestra temporal «Spinosaurus: el gigante perdido del Cretáceo» presenta a partir del 6 de octubre en el Museu de les Ciències al primer dinosaurio conocido hasta el momento que estaba adaptado para nadar y el más grande entre los dinosaurios carnívoros. La muestra está organizada por la National Geographic Society con la colaboración de la Universidad de Chicago.

Lo que conocemos como Spinosaurus no es una sola especie, sino un género representado por varias especies de dinosaurios terópodos. Los Spinosaurus, que vivieron en el Cretáceo, hace 95 millones de años, tenían unas dimensiones colosales –6,8 toneladas de peso y 15 metros de longitud, dos metros más que el Tyrannosaurus rex–, y unas características que lo hacen único: el cráneo parecido al de un cocodrilo, una inmensa cresta dorsal y patas posteriores cortas para desplazarse en el agua.

Los resultados de la investigación sobre el nuevo hallazgo, que desveló la forma de vida semiacuática del Spinosaurus y sus dimensiones, se publicaron en la revista Science en el año 2014 y son el origen de esta exposición que se inauguró en el Museo National Geographic de Washington. Después de pasar por Milán, Berlín y Barcelona llega ahora a Valencia donde podrá verse hasta febrero de 2018.

El único dinosaurio nadador conocido

Los expertos habían debatido durante mucho tiempo si los dinosaurios podían nadar o no y, hasta la fecha, las pruebas directas de dinosaurios acuáticos no son precisamente abundantes. Sin embargo, sí han aparecido indicios prometedores, como unas marcas que habrían dejado los vientres de los dinosaurios en Utah.

Pero cuando un equipo de arqueólogos que trabajaba en Marruecos encontró el esqueleto más completo del gigantesco carnívoro conocido como Spinosaurus, no solo se confirmó que este dinosaurio era más grande que el terror del Cretácico, el Tyrannosaurus rex, sino que también presentaba adaptaciones evolutivas para nadar: patas planas y cortas, unas fosas nasales que llegaban hasta la mitad del cráneo y una gran densidad ósea, como la de los hipopótamos.

Este dinosaurio, nombrado Spinosaurus aegyptiacus, claramente estaba adaptado para nadar en lagos y ríos. Cuando el Spinosaurus vivió en Marruecos hace 97 millones de años, la zona era un pantano.

Peces... ¿y otros dinosaurios?

Respecto a su dieta, tras realizar estudios de los contenidos estomacales de otros fósiles de Spinosaurus, en concreto del Baryonyx, se dedujo que el dinosaurio habría tenido una dieta compuesta básicamente de peces. Sin embargo, también se encontraron restos de otros dinosaurios en el estómago del Baryonyx, así como un diente de Spinosaurus incrustado en un hueso de pterosaurio. Esto indicaría que los carnívoros eran capaces de consumir una gran variedad de carne.

Pese a todo, siguen existiendo muchas incógnitas en torno a la vida de estas criaturas monstruosas. Si quieres saber más sobre ellas, ¡no te pierdas la exposición!

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