Estos pájaros "reciclan" pinchos y cuchillas antipájaros para hacer sus nidos

A pesar de la plétora de productos diseñados para mantener a las aves alejadas de los edificios, nuestros amigos emplumados están enviando un claro mensaje: seguid intentándolo.

Por Jason Bittel
Publicado 18 jul 2023, 10:41 CEST
Nido de urraca euroasiática

Las urracas euroasiáticas suelen construir sus nidos con ramas espinosas, pero algunas aves han descubierto que los pinchos antipájaros funcionan igual de bien, si no mejor.

Fotografía de Auke Florian Hiemstra

En un ejemplo de "venganza perfecta", las aves europeas arrancan las púas antipájaros de los edificios y las utilizan para construir nidos blindados para sus polluelos, según los científicos.

"Cogen lo que usamos para disuadir a los pájaros, hacen un nido con ello y luego crían más pájaros", explica Auke-Florian Hiemstra, biólogo del Centro de Biodiversidad Naturalis de los Países Bajos y autor principal de un estudio sobre el fenómeno publicado este mes en Deinsea, la revista digital del Museo Nacional de Historia de Rotterdam.

"Es una forma brillante de luchar contra el sistema. Es bueno ver que algunos pájaros contraatacan".

Aunque los pájaros son vecinos habituales de las ciudades, sus habitantes no siempre aprecian los excrementos y el material de nidificación que dejan tras de sí nuestros amigos emplumados. Esto ha dado lugar a toda una industria de productos diseñados para mantener a las aves alejadas de las infraestructuras humanas, como pantallas luminosas, redes e incluso afilados pinchos metálicos.

Sin embargo, un nuevo estudio ha demostrado que a algunas aves no sólo no les molestan las largas tiras de púas, sino que arrancan los pinchos de los edificios y los utilizan para construir guarderías blindadas para sus polluelos.

En los Países Bajos, dos casos muestran hasta ahora que los cuervos carroñeros enrollaban las tiras de modo que las púas quedaran hacia dentro, posiblemente sirviendo de base para el nido y ayudando a atar otros materiales de anidamiento, como ramitas y hojas secas.

Izquierda: Arriba:

Esta tira de pinchos antipájaros se extrajo de un nido en Amberes.

Fotografía de Auke Florian Hiemstra Auke Florian Hiemstra
Derecha: Abajo:

Los científicos quieren saber si estos nidos (en la foto, uno encontrado en Amberes, Bélgica) protegen mejor a los polluelos que los que no tienen púas.

Fotografía de Auke Florian Hiemstra

Las urracas euroasiáticas, en cambio, construyen nidos con tejado. "A las urracas les preocupa mucho que los cuervos les roben los huevos y las crías, así que para protegerlos hacen esta cúpula", dice Hiemstra. "Pueden volar varios kilómetros buscando material. Sin embargo, en las ciudades no hay muchas ramas espinosas alrededor".

Quizá por eso, en tres casos distintos descritos entre 2021 y 2023 en Holanda, Bélgica y Escocia, Hiemstra encontró nidos de urraca que incorporaban pinchos antipájaros en la parte superior de la cúpula. Y esto es intrigante, porque las urracas suelen construir sus techos con tallos de espino, endrino y rosal.

En otras palabras, parece que las urracas no tratan las tiras antipájaros como un material de construcción más. Están usando los pinchos como pinchos.

De ser cierto, sería la primera documentación de este tipo.

(Relacionado: La estrategia de los cuervos para colonizar el mundo)

"Las urracas están locas"

Para que quede claro, las aves construyen nidos con objetos hechos por el hombre todo el tiempo. Para su nueva investigación, Hiemstra buceó en la literatura científica para encontrar ejemplos de aves que utilizan pinchos antipájaros.

El primer ejemplo registrado de este comportamiento parece ser de 2009 en Rotterdam, pero en total los científicos reunieron cinco casos en tres países. Una vez que empezó a buscar estructuras de aves no normales, Hiemstra también encontró ejemplos de nidos hechos con limpiaparabrisas, auriculares, tornillos, alambre de espino, agujas hipodérmicas, envases de cocaína y preservativos.

"Así que incluso el lado salvaje de Ámsterdam se ve reflejado en los nidos de pájaros", afirma. "Casi cualquier cosa puede convertirse en material para anidar".

También se ha documentado anteriormente que algunas especies, como las cacatúas en Australia, arrancan activamente los pinchos antipájaros de sus amarres.

Sin embargo, lo que hace diferente a este nuevo estudio es la idea de que las urracas, especialmente, pueden estar utilizando los pinchos antipájaros de forma funcional.

"He visto pájaros que construían encima de los pinchos", que también se utilizan en EE.UU., dice Karina Sánchez, ecóloga urbana de la Universidad de New Hampshire que no participó en el estudio. "Pero era la primera vez que veía que arrancaban los pinchos de la estructura y los utilizaban en los nidos".

Sánchez dice que no le sorprenden las especies implicadas. "Las urracas están locas", se ríe. "Sus nidos son muy elaborados. Solíamos llamarlos 'apartamentos".

Aunque las fotos incluidas en el estudio son "algo convincentes", Sánchez dice que ahora mismo, la idea de que las urracas podrían estar utilizando los pinchos funcionalmente es "todavía algo anecdótico."

Por un lado, el comportamiento sólo se ha documentado un puñado de veces. Y en segundo lugar, se necesitaría más experimentación para demostrar que las urracas reconocen que los materiales fabricados por el hombre tienen una función similar a la de los materiales naturales, como las ramas espinosas.

Al mismo tiempo, dice Sánchez, "no veo por qué no sería una posibilidad".

Según Hiemstra, el siguiente paso será diseñar experimentos que permitan averiguar si los materiales espinosos ayudan a las urracas a criar más pollos. Después, querrían ver si los pinchos antipájaros producen resultados similares, o quizá incluso mejores.

El estudio se produce entre dos ejemplos recientes de animales salvajes que se entrometen en las vidas de la gente: una nutria que roba tablas de surf en California y una oleada de incidentes en los que orcas atacan barcos en Europa. Estos incidentes han suscitado titulares que apuntan a que la fauna salvaje está por fin harta de la gente.

Por supuesto, los científicos no pueden decir (todavía) si un animal siente realmente ansias de venganza, dice Hiemstra.

"Si las propias aves entienden la ironía de toda la situación, eso es, por supuesto, imposible de decir. Pero los córvidos comprenden muchas cosas, son auténticos solucionadores de problemas, se reconocen en los espejos [y] entienden el uso de herramientas", afirma.

Y es indiscutible que la fauna salvaje ha descubierto cómo vivir entre nosotros, sobre todo en las ciudades.

"Es muy triste que luchemos tan activamente contra nuestra fauna urbana", dice Hiemstra, "cuando en realidad es muy bonito que estos animales vivan en las ciudades, igual que nosotros".

"Así que me gustaría mucho que la gente acogiera esa fauna urbana, en lugar de combatirla con pinchos para pájaros".

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    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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