Un oso polar bate el récord nadando 687 kilómetros seguidos
28 de julio de 2011
Según un nuevo estudio, una hembra de oso polar ha alcanzado un récord al nadar durante 9 días seguidos, atravesando 687 kilómetros de agua, lo que equivale a la distancia entre Washington D.C. y Boston.
El animal llevó a cabo este épico viaje en el Mar de Beaufort (ver mapa), donde el hielo se está reduciendo debido al calentamiento global, lo que obliga a las madres de esta especie a nadir distancias cada vez mayores para alcanzar hielo, lo que supone un riesgo para sus cachorros.
Así, la cría de esta osa, por ejemplo, murió en algún punto entre el comienzo del viaje y el momento en el que los investigadores detectaron al animal en el hielo. La osa perdió también el 22 por ciento de su masa corporal.
«Estamos seguros de que antes estos animales no tenían que recorrer a nado estas distancias, puesto que no se han observado en la historia evolutiva de los osos polares extensiones de agua de 687 kilómetros» afirmó el coautor del estudio Steven Amstrup, científico de Polar Bears International (organización para la conservación de los osos polares). Amstrup también fue el director del proyecto de investigación de los osos polares del Servicio Geológico de Estados Unidos, que dirigió este nuevo estudio.
Otra hembra de oso polar nadó durante más de 12 días, aunque parece que encontró lugares en los que descansar durante su viaje.
Nadar largas distancias es mortal para las crías
Los biólogos colocaron unos dispositivos con forma de collar a 68 hembras de oso polar entre 2004 y 2009 para estudiar sus movimientos. Debido a lo que Geoff York, coautor del estudio y biólogo de WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza), llama «error de tecnología y diseño», los investigadores detectaron lagunas en los datos sobre la situación de los osos polares. Más tarde, los investigadores pudieron relacionar esta falta de información con periodos en los que los osos se encontraban en el mar. (Ver fotografías de osos polares).
Los científicos examinaron los datos de GPS de viajes de larga distancia a nado de más 50 hembras, considerando larga distancia a los recorridos de más de 50 kilómetros. Más tarde se estableció la correlación de estos datos con las tasas de supervivencia de las crías.
«Los osos que emprendían viajes de larga distancia por mar tenían más posibilidades de perder a sus crías», afirmó el coautor del estudio George Durner, zoólogo del Servicio Geológico de Estados Unidos en Anchorage (Alaska).
De acuerdo con la investigación, presentada el 19 de julio en la International Bear Association Conference (Conferencia de la Asociación Internacional de Osos) que tuvo lugar en Ottawa (Canadá), cinco de cada 11 madres que tuvieron crías antes de empezar su viaje las habían perdido cuando los investigadores volvieron a detectarlas en el hielo. El estudio no ha sido publicado aún.
Continúa la disminución de hielo marino
Hasta 1995 el hielo marino se ha mantenido a lo largo de la plataforma continental del Mar de Beaufort, hábitat considerado vital para los osos polares debido a la elevada población de focas. En la actualidad, el nivel del hielo marino de los mares de Beaufort y Chukchi está descendiendo cientos de kilómetros desde la costa, según comentó Durner.
En 2010 la extensión de hielo marino del Ártico fue la tercera más baja registrada, lo que confirma la tendencia a largo plazo de la pérdida de hielo que continuará durante décadas, de acuerdo con el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo en Boulder (Colorado).
«Por tanto, los factores que favorecen que los osos naden largas distancias persistirán en el futuro, lo que tendrá un impacto negativo en la población al estar la mortalidad de las crías directamente relacionada», afirmó Durner.
Se desconoce si las crías se ahogan en el mar o si el duro viaje a través de agua helada, con los consiguientes efectos que esto tiene sobre su organismo, acaba con su vida al alcanzar hielo.