Groenlandia podría perder más hielo este siglo que en los últimos 12 000 años

La velocidad de fusión de las dos últimas décadas es comparable a los puntos de máximo deshielo de la historia geológica reciente y sigue acelerándose.

Por Madeleine Stone
Publicado 1 oct 2020, 11:03 CEST
Manto de hielo de Groenlandia

Según los científicos, la velocidad a la que se funde el manto de hielo de Groenlandia es demasiado rápida para que forme parte de un ciclo natural. Si desapareciera todo el manto, añadiría siete metros al nivel del mar global.

Fotografía de Martin Zwick, REDA&CO/UNIVERSAL IMAGES GROUP/GETTY IMAGES

Un nuevo estudio ha desvelado un hallazgo alarmante: Groenlandia podría perder más hielo este siglo que en cualquier otro momento del Holoceno, el periodo de 12 000 años en el que ha florecido la civilización humana.

El estudio, publicado hoy en la revista Nature, ofrece las evidencias más recientes de que el manto de hielo más septentrional de la Tierra —con suficiente agua congelada para aumentar 7,4 metros el nivel del mar— ha entrado en un periodo de deterioro rápido y podría derretirse por completo si la humanidad sigue quemando combustibles fósiles a los niveles actuales. La investigación también refuta la idea de que el reciente deterioro de Groenlandia forme parte de un ciclo natural, ya que demuestra lo rápida que es la fusión actual comparada con los altibajos del pasado geológico.

«Ahora estamos seguros de que este siglo será único en el contexto de la variabilidad natural de los últimos 12 000 años», afirma Jason Briner, autor principal del estudio y glaciólogo de la Universidad de Buffalo.

Uniendo el pasado y el futuro

Durante los últimos 40 años, el rápido calentamiento del Ártico ha hecho que Groenlandia pierda hielo a paso acelerado. Pero para situar esta tendencia en un contexto a largo plazo, los científicos necesitan registros del crecimiento y la disminución del manto de hielo a lo largo de miles de años.

Anteriormente se había intentado reconstruir los cambios de tamaño del manto de hielo de Groenlandia a lo largo del Holoceno a partir de los isótopos de oxígeno-18 dentro de testigos de hielo, de los que se pueden obtener indicios de las temperaturas pasadas. Con todo, la mayoría de dichos análisis extrapolaban las condiciones climáticas a toda Groenlandia a partir de un solo testigo de hielo, por lo que la reconstrucción es incierta. Además, no hay estudios previos que hayan hilvanado las reconstrucciones de la historia de Groenlandia con las proyecciones de la cantidad de hielo que se fundirá este siglo.

«Se han elaborado modelos del pasado del manto de hielo de Groenlandia y también del futuro», afirma Briner. «No ha habido un estudio que haya utilizado el mismo modelo, los mismos métodos y que abordara el asunto desde el pasado hasta el futuro».

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Briner y sus colegas han llenado este vacío temporal y, en el proceso, han reconstruido la historia de la fusión de Groenlandia de una forma más sofisticada. Combinaron el modelo de un manto de hielo con los datos de temperatura y nieve de una serie de testigos de hielo extraídos por toda Groenlandia. A continuación, ampliaron esta información a todo el manto de hielo con un modelo climático. Los investigadores ejecutaron el modelo hacia detrás y hacia delante en el tiempo, de hace 12 000 años al año 2100 d.C., utilizando supuestos de emisiones de carbono bajas y altas para simular los posibles futuros del manto de hielo.

Sus resultados demuestran que la fusión actual del hielo de Groenlandia es tan extrema como cualquier otra cosa ocurrida durante el Holoceno.

Hace entre 10 000 y 7000 años, un fenómeno de calentamiento conocido como máximo térmico del Holoceno hizo que el manto de hielo de Groenlandia menguara drásticamente. Durante un siglo extremo se fundieron aproximadamente seis billones de toneladas de hielo, algo comparable a los 6,1 billones de toneladas de hielo que podría perder Groenlandia este siglo si la velocidad media de deshielo entre el 2000 y el 2018 se extrapolase al futuro.

Pero 6,1 billones de toneladas es una estimación conservadora del hielo que podría perder Groenlandia: Conforme el carbono sigue acumulándose en la atmósfera, el planeta seguirá calentándose y los las velocidades medias de deshielo deberían seguir acelerándose. También es probable que Groenlandia tenga más años de deshielo extremo como 2012 y 2019, cuando las olas de calor y el cambio climático conspiraron para provocar la desaparición de una cantidad de hielo descomunal en verano.

En una situación hipotética optimista, en la que la humanidad reduzca rápidamente las emisiones de carbono globales, los modelos de Briner indican que Groenlandia perderá casi 9,7 billones de toneladas de hielo este siglo. Pero si seguimos quemando combustibles fósiles con desenfreno, Groenlandia podría perder 21 billones de toneladas de hielo este siglo, una velocidad de deshielo que casi cuadriplicaría las estimaciones más altas del modelo para los últimos 12 000 años.

Esta última situación hipotética, llamada RPC 8.5, se considera pesimista desde el punto de vista de las emisiones, pero es el rumbo que más de cerca sigue Groenlandia según las pérdidas de hielo recientes. Los hallazgos del RPC 8.5 también concuerdan con otro estudio reciente que concluyó que Groenlandia podría quedarse sin hielo en solo 1000 años.

Ted Scambos, glaciólogo del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo que no participó en el estudio, dice que es «una combinación excelente de paleoregistros, mediciones actuales y modelado que amplía el trabajo a las proyecciones futuras».

«El artículo también es una respuesta para quienes descartan los efectos actuales del cambio climático diciendo que “la tierra siempre ha cambiado”. La respuesta es “no a este ritmo”», afirma Scambos.

Limitaciones y próximos pasos

Los resultados del estudio tienen una salvedad importante: los autores restringieron los modelos al sudoeste de Groenlandia, ya que la región tiene una física relativamente simple y la mayor parte del deshielo se debe a las temperaturas del aire, no al calentamiento marino ni a la desintegración de glaciares que desembocan en el mar. A partir de ahí, lo extrapolaron al resto de Groenlandia.

La pérdida de hielo que los investigadores concluyeron a partir de los modelos coincidía en gran medida con los datos observacionales de los últimos 40 años, lo que respalda los hallazgos. Con todo, como siguiente paso, al equipo le gustaría aplicar sus modelos a toda Groenlandia e incorporar más procesos que fundan y rompan el hielo.

El sudoeste de Groenlandia es «la región que ha mostrado uno de los mayores aumentos del deshielo en los últimos años, así que es un buen indicador de cómo cambiará en general el resto del manto de hielo», explica la glacióloga Ruth Mottram, del Instituto Meteorológico Danés, que no participó en la redacción del artículo.

Mottram señala que los autores también utilizaron las morrenas de los glaciares —campos de restos rocosos que dejan a su paso los glaciares tras su retroceso— para comprobar hasta qué punto coincidían los modelos de crecimiento y disminución del hielo con las evidencias de la vida real. «La combinación de los resultados sobre el terreno y de los modelos nos hace estar más seguros de los resultados de los modelos del clima pasado y, por consiguiente, de las proyecciones futuras, o eso esperamos», dice.

Pero Ellyn Enderlin, glacióloga de la Universidad Estatal de Boise, cree que extrapolar el sudoeste a todo el manto de hielo es «un poco forzado».

«Aunque los autores apuntan que las tendencias de la pérdida de masa moderna son similares en esta región y en todo el manto de hielo, cabe la posibilidad de que esta correlación no se sostenga a lo largo de periodos mucho más largos en los que la geometría del manto de hielo era diferente al presente», afirma Enderlin.

Enderlin señala que en un manto de hielo más grande con más glaciares que desembocan en el mar, la fusión «habría sido controlada por las inestabilidades inherentes a estos sistemas, que podrían no seguir los mismos patrones de pérdida de masa modelados para la parte sudoeste del manto de hielo».

Aunque queda más trabajo por delante para investigar los detalles del pasado de Groenlandia y su futuro, Scambos dice que en este momento la comunidad científica ha recabado suficientes pruebas para afirmar con seguridad que Groenlandia —como el clima de la Tierra en general— se verá drásticamente alterada si la humanidad no cambia de rumbo.

«Hemos encontrado el pedal del acelerador y le hemos puesto un ladrillo encima en lo que al clima se refiere», afirma Scambos. «Y no va a parar hasta que cambiemos».

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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