CONTENIDO OFRECIDO POR ANDORRA TURISME
Andorra al natural

EL ENTORNO DONDE GERMINAN LAS IDEAS

Andorra se erige como un destino ecoturístico de referencia, en tanto que el 92% de su territorio está conformado por montañas, ríos, lagos y praderas. Un enclave situado en pleno corazón del Pirineo oriental que nos invita a reflexionar y tomar conciencia sobre nuestra relación como seres humanos con la madre naturaleza. El escenario idóneo para analizar, innovar y mejorar la práctica turística en comunión con el medio natural. Un entorno propicio para que germinen nuevas ideas.

Xary Rodríguez, oriunda de Chiclana, llegó a Andorra en 2009 como ciclista profesional para entrenar en altura. Allí conoció a Xavier Florencio, catalán con el que compartía profesión y pasión por el deporte y la naturaleza. Enamorados del país que los unió, decidieron ir a vivir juntos a Andorra, donde al cabo de un año tendrían a su primera hija.
Xary reconoce que el gran valor diferencial de Andorra es la conexión especial que el individuo establece con la naturaleza. Como ciclista, admite que hay cosas que no tienen precio, como estar a dos mil metros de altura envuelta por el silencio de la montaña, o el hecho de que los vehículos, que no acaparan el paisaje, conozcan y respeten al deportista con el que comparten la calzada.
Andorra se ha convertido en uno de los destinos preferidos para los amantes del ciclismo. Pese a tener una superficie reducida, cuenta con muchos kilómetros aptos para pedalear tanto por carretera como entre medias de los bosques. Abundan en el territorio las tiendas y talleres especializados, así como una buena oferta de hoteles para ciclistas y establecimientos bikefriendly.
El ciclismo social persigue crear una comunidad que quiera aprender a practicar un deporte, o una actividad deportiva, sin que su objetivo primordial sea la competición, sino el compartir un espacio de ocio en el que tenga cabida el espíritu de superación. Aunque desde fuera se pueda percibir como un deporte individual, Xary destaca la importancia del trabajo en equipo.
Xary Rodríguez habla con entusiasmo de su país de adopción, y se enorgullece de ser parte del tejido social de Andorra haciendo crecer aquí sus proyectos. Como amante del deporte, su puerto de montaña favorito es el Port de Cabús, una zona que obliga al ciclista a pedalear cuesta arriba durante 16 km para luego disfrutar de un valle en el que poder rodar 6 km en llano.
La iniciativa
Las personas venidas de fuera, como Xary, aseguran haber encajado bien en Andorra por el estilo de vida activo y hábitos saludables que comparten sus habitantes. Para ella es un privilegio poder compartir su pasión por el deporte con otras personas en medio de la naturaleza, y combinar con facilidad la bici de carretera con la de montaña.
El 92% del territorio de este país son sus bosques, ríos y montañas, lo que obliga a la presencia humana a integrarse con respeto y equilibrio dentro de ese ecosistema con el fin de disfrutarla. Esta proporción del territorio, a favor de los entornos naturales, brinda al deportista espacios seguros y poco transitados por vehículos a motor.
Los beneficios que aporta el estar en estrecho contacto con la naturaleza repercuten directamente en la salud. Salir de tu hogar y estar rodeado de verde, respirar el aire puro de la montaña, o descalzarse para ir a caminar por el bosque son elementos de un valor incalculable si los podemos incorporar en nuestra vida diaria.
Marta Rosinach llegó hace años a Andorra con su familia. Venía de una ciudad grande y de un país en conflicto. Encontró en este territorio la calma y seguridad que tanto ansiaba para su crecimiento personal y profesional, por lo que decidieron establecerse de forma permanente.
Diseñadora gráfica de formación, al llegar a Andorra decidió apostar por profesionalizar su vocación y dedicarse al cuidado de la salud física, emocional y espiritual de las personas a través del yoga y las terapias alternativas, pues el entorno propicia el desarrollo de dichas actividades en contacto con la naturaleza.
Marta reivindica la conexión del individuo con su propio ser, una manera de conocernos mejor y detectar así cuándo nuestro cuerpo y mente necesitan un respiro. Alejarse y desconectar en la quietud de un entorno natural es una de las terapias más recomendadas; salir a pasear por la orilla del lago Engolasters es un privilegio que incluso desde el centro de la capital, Andorra la Vella, solo lleva unos pocos minutos.
Saber escuchar es una de las claves que pueden contribuir a la mejora de nuestra salud, tanto física como mental. Marta defiende los beneficios del contacto directo con los elementos que componen el paisaje natural, como es el sonido del río o la vibración de los árboles; escuchar al resto de seres vivos con los que compartimos nuestro ecosistema.
Cuando el tiempo y el clima lo permiten, Marta apuesta por llevar a cabo sus prácticas en la naturaleza, en contacto directo con la tierra y rodeados por el paisaje andorrano, con el fin de conectarnos a ella como seres vivos empleando todos nuestros sentidos.
El entorno de alta montaña invita al autocuidado. El visitante que llega a Andorra busca tanto la actividad física como el descanso emocional, en un país que ha sabido convertirse en un destino de referencia en turismo de salud, que pone al alcance de las personas una amplia oferta de servicios para nuestro bienestar en un enclave único.
Marta utiliza la práctica física del yoga para desbloquear canales energéticos y lograr conectar con la respiración, con la mente, soltar emociones y volver así a conectar con nosotros mismos.
Muchas personas vienen de fuera en busca de estas sensaciones. Andorra es un destino ideal para volver a aprender algo tan sencillo como la respiración. El yoga nos enseña a hacerlo correctamente, y nos acerca a un estado de autoconciencia mayor a través de actos sencillos y cotidianos, como la meditación o la contemplación.
Josep Areny proviene de una de las diez familias que a principios del siglo pasado estaban establecidas en Soldeu. Todas ellas vivían de la agricultura de alta montaña, conocían bien la tierra y cuidaban del ganado. Los Calbó, nombre de la casa familiar, sienten un gran apego por el territorio y un fuerte compromiso con el futuro de su país, Andorra.
La casa familiar de Can Calbó era uno de los primeros hostales que se encontraban al otro lado de la frontera con Francia. La gran transformación de la zona se produjo con la implementación de las primeras pistas de esquí, lo que reinventó la economía Andorrana. Josep fue uno de los visionarios que apostó por impulsar un modelo de crecimiento sostenible, basado en una amplia oferta de servicios premium.
Familias como los Calbó son conscientes de su origen humilde por lo que le dan gran importancia al trato humano, tanto con sus clientes como con sus trabajadores. Josep tiene una estrecha relación con las personas que habitan el valle, como Miquel, ganadero amigo de la familia, pues sabe que su apuesta empresarial es también una apuesta de país, que trata de no dejar a nadie atrás.
El valle de Incles es uno de los parajes naturales privilegiados que Andorra ofrece al visitante. Un paisaje único, caracterizado por tierras de pastoreo y antiguas bordas dispersas, acompañan al visitante hasta llegar al fondo del valle, siempre rodeado de abundante flora y fauna.
Josep creció en contacto con la naturaleza del valle y aprendió el oficio de restaurador en casa, en el seno de Can Calbó, viendo a su madre llevar la cocina y a su tía atender a los huéspedes del hostal. Arraigado a los valores familiares, a día de hoy mantiene las cabezas de ganado de su padre, que durante tantos años fueron parte de la economía de su hogar.
El Sr. Areny se enorgullece de pertenecer a una de las familias andorranas que, por el respeto que les merece el territorio y el legado familiar, han apostado por conservar el patrimonio, protegerlo y transformarlo para adaptarse a los nuevos tiempos. Eduard, a cargo de una parte del ganado de los Calbó, reconoce el privilegio que es poder habitar y compartir el paraje inigualable del Valle de Incles.
Las bordas son un tipo de construcción típica de Andorra, el lugar en el que se guardaba el ganado en invierno. En la actualidad, muchas siguen manteniendo su función original, otras se han reconvertido en restaurantes, mientras que unas pocas ofrecen un servicio exclusivo de hospedaje. Josep ha restaurado algunas de ellas para transformarlas en auténticas suites de lujo, con todos los servicios de un gran hotel, modernizando un elemento arquitectónico propio del lugar sin olvidar su integración con el paisaje.
Josep Areny apuesta por el talento de las nuevas generaciones para convertir al Hotel Sport Hermitage & Spa, complejo hotelero de su propiedad, en un referente internacional. Para ello cuenta con personas excepcionales, como el chef Jordi Grau, con quién comparte la pasión por el servicio y la incansable búsqueda de la excelencia.
Jordi Grau es el chef al frente del restaurante gastronómico Ibaya, ubicado dentro del Hotel Sport Hermitage & Spa, que logró el sueño de conseguir la primera estrella Michelin en Andorra. Su apuesta es construir una cocina de conexión sensorial y emocional, explicando historias a través de cada propuesta culinaria, aunando tradición y modernidad.
El Hotel Sport Hermitage & Spa es un hotel de lujo situado en la localidad de Soldeu, junto a las pistas de esquí de Grandvalira. Dentro de los muchos servicios premium que ofrece, la restauración es una de sus grandes apuestas. En ella prima el producto de proximidad y la inspiración en la cocina tradicional andorrana, combinados con una oferta gastronómica internacional.
En el seno de la familia Calbó nació la pasión de Josep por dar servicio a los demás, por lo que cuando creció decidió viajar por todo el mundo para aprender a mejorar la oferta hostelera de su país, algo que ha logrado con vocación, compromiso y respeto por el entorno natural de Andorra.
Xary Rodríguez, oriunda de Chiclana, llegó a Andorra en 2009 como ciclista profesional para entrenar en altura. Allí conoció a Xavier Florencio, catalán con el que compartía profesión y pasión por el deporte y la naturaleza. Enamorados del país que los unió, decidieron ir a vivir juntos a Andorra, donde al cabo de un año tendrían a su primera hija.
Xary reconoce que el gran valor diferencial de Andorra es la conexión especial que el individuo establece con la naturaleza. Como ciclista, admite que hay cosas que no tienen precio, como estar a dos mil metros de altura envuelta por el silencio de la montaña, o el hecho de que los vehículos, que no acaparan el paisaje, conozcan y respeten al deportista con el que comparten la calzada.
Andorra se ha convertido en uno de los destinos preferidos para los amantes del ciclismo. Pese a tener una superficie reducida, cuenta con muchos kilómetros aptos para pedalear tanto por carretera como entre medias de los bosques. Abundan en el territorio las tiendas y talleres especializados, así como una buena oferta de hoteles para ciclistas y establecimientos bikefriendly.
El ciclismo social persigue crear una comunidad que quiera aprender a practicar un deporte, o una actividad deportiva, sin que su objetivo primordial sea la competición, sino el compartir un espacio de ocio en el que tenga cabida el espíritu de superación. Aunque desde fuera se pueda percibir como un deporte individual, Xary destaca la importancia del trabajo en equipo.
Xary Rodríguez habla con entusiasmo de su país de adopción, y se enorgullece de ser parte del tejido social de Andorra haciendo crecer aquí sus proyectos. Como amante del deporte, su puerto de montaña favorito es el Port de Cabús, una zona que obliga al ciclista a pedalear cuesta arriba durante 16 km para luego disfrutar de un valle en el que poder rodar 6 km en llano.
La iniciativa
Las personas venidas de fuera, como Xary, aseguran haber encajado bien en Andorra por el estilo de vida activo y hábitos saludables que comparten sus habitantes. Para ella es un privilegio poder compartir su pasión por el deporte con otras personas en medio de la naturaleza, y combinar con facilidad la bici de carretera con la de montaña.
El 92% del territorio de este país son sus bosques, ríos y montañas, lo que obliga a la presencia humana a integrarse con respeto y equilibrio dentro de ese ecosistema con el fin de disfrutarla. Esta proporción del territorio, a favor de los entornos naturales, brinda al deportista espacios seguros y poco transitados por vehículos a motor.
Los beneficios que aporta el estar en estrecho contacto con la naturaleza repercuten directamente en la salud. Salir de tu hogar y estar rodeado de verde, respirar el aire puro de la montaña, o descalzarse para ir a caminar por el bosque son elementos de un valor incalculable si los podemos incorporar en nuestra vida diaria.
Marta Rosinach llegó hace años a Andorra con su familia. Venía de una ciudad grande y de un país en conflicto. Encontró en este territorio la calma y seguridad que tanto ansiaba para su crecimiento personal y profesional, por lo que decidieron establecerse de forma permanente.
Diseñadora gráfica de formación, al llegar a Andorra decidió apostar por profesionalizar su vocación y dedicarse al cuidado de la salud física, emocional y espiritual de las personas a través del yoga y las terapias alternativas, pues el entorno propicia el desarrollo de dichas actividades en contacto con la naturaleza.
Marta reivindica la conexión del individuo con su propio ser, una manera de conocernos mejor y detectar así cuándo nuestro cuerpo y mente necesitan un respiro. Alejarse y desconectar en la quietud de un entorno natural es una de las terapias más recomendadas; salir a pasear por la orilla del lago Engolasters es un privilegio que incluso desde el centro de la capital, Andorra la Vella, solo lleva unos pocos minutos.
Saber escuchar es una de las claves que pueden contribuir a la mejora de nuestra salud, tanto física como mental. Marta defiende los beneficios del contacto directo con los elementos que componen el paisaje natural, como es el sonido del río o la vibración de los árboles; escuchar al resto de seres vivos con los que compartimos nuestro ecosistema.
Cuando el tiempo y el clima lo permiten, Marta apuesta por llevar a cabo sus prácticas en la naturaleza, en contacto directo con la tierra y rodeados por el paisaje andorrano, con el fin de conectarnos a ella como seres vivos empleando todos nuestros sentidos.
El entorno de alta montaña invita al autocuidado. El visitante que llega a Andorra busca tanto la actividad física como el descanso emocional, en un país que ha sabido convertirse en un destino de referencia en turismo de salud, que pone al alcance de las personas una amplia oferta de servicios para nuestro bienestar en un enclave único.
Marta utiliza la práctica física del yoga para desbloquear canales energéticos y lograr conectar con la respiración, con la mente, soltar emociones y volver así a conectar con nosotros mismos.
Muchas personas vienen de fuera en busca de estas sensaciones. Andorra es un destino ideal para volver a aprender algo tan sencillo como la respiración. El yoga nos enseña a hacerlo correctamente, y nos acerca a un estado de autoconciencia mayor a través de actos sencillos y cotidianos, como la meditación o la contemplación.
Josep Areny proviene de una de las diez familias que a principios del siglo pasado estaban establecidas en Soldeu. Todas ellas vivían de la agricultura de alta montaña, conocían bien la tierra y cuidaban del ganado. Los Calbó, nombre de la casa familiar, sienten un gran apego por el territorio y un fuerte compromiso con el futuro de su país, Andorra.
La casa familiar de Can Calbó era uno de los primeros hostales que se encontraban al otro lado de la frontera con Francia. La gran transformación de la zona se produjo con la implementación de las primeras pistas de esquí, lo que reinventó la economía Andorrana. Josep fue uno de los visionarios que apostó por impulsar un modelo de crecimiento sostenible, basado en una amplia oferta de servicios premium.
Familias como los Calbó son conscientes de su origen humilde por lo que le dan gran importancia al trato humano, tanto con sus clientes como con sus trabajadores. Josep tiene una estrecha relación con las personas que habitan el valle, como Miquel, ganadero amigo de la familia, pues sabe que su apuesta empresarial es también una apuesta de país, que trata de no dejar a nadie atrás.
El valle de Incles es uno de los parajes naturales privilegiados que Andorra ofrece al visitante. Un paisaje único, caracterizado por tierras de pastoreo y antiguas bordas dispersas, acompañan al visitante hasta llegar al fondo del valle, siempre rodeado de abundante flora y fauna.
Josep creció en contacto con la naturaleza del valle y aprendió el oficio de restaurador en casa, en el seno de Can Calbó, viendo a su madre llevar la cocina y a su tía atender a los huéspedes del hostal. Arraigado a los valores familiares, a día de hoy mantiene las cabezas de ganado de su padre, que durante tantos años fueron parte de la economía de su hogar.
El Sr. Areny se enorgullece de pertenecer a una de las familias andorranas que, por el respeto que les merece el territorio y el legado familiar, han apostado por conservar el patrimonio, protegerlo y transformarlo para adaptarse a los nuevos tiempos. Eduard, a cargo de una parte del ganado de los Calbó, reconoce el privilegio que es poder habitar y compartir el paraje inigualable del Valle de Incles.
Las bordas son un tipo de construcción típica de Andorra, el lugar en el que se guardaba el ganado en invierno. En la actualidad, muchas siguen manteniendo su función original, otras se han reconvertido en restaurantes, mientras que unas pocas ofrecen un servicio exclusivo de hospedaje. Josep ha restaurado algunas de ellas para transformarlas en auténticas suites de lujo, con todos los servicios de un gran hotel, modernizando un elemento arquitectónico propio del lugar sin olvidar su integración con el paisaje.
Josep Areny apuesta por el talento de las nuevas generaciones para convertir al Hotel Sport Hermitage & Spa, complejo hotelero de su propiedad, en un referente internacional. Para ello cuenta con personas excepcionales, como el chef Jordi Grau, con quién comparte la pasión por el servicio y la incansable búsqueda de la excelencia.
Jordi Grau es el chef al frente del restaurante gastronómico Ibaya, ubicado dentro del Hotel Sport Hermitage & Spa, que logró el sueño de conseguir la primera estrella Michelin en Andorra. Su apuesta es construir una cocina de conexión sensorial y emocional, explicando historias a través de cada propuesta culinaria, aunando tradición y modernidad.
El Hotel Sport Hermitage & Spa es un hotel de lujo situado en la localidad de Soldeu, junto a las pistas de esquí de Grandvalira. Dentro de los muchos servicios premium que ofrece, la restauración es una de sus grandes apuestas. En ella prima el producto de proximidad y la inspiración en la cocina tradicional andorrana, combinados con una oferta gastronómica internacional.
En el seno de la familia Calbó nació la pasión de Josep por dar servicio a los demás, por lo que cuando creció decidió viajar por todo el mundo para aprender a mejorar la oferta hostelera de su país, algo que ha logrado con vocación, compromiso y respeto por el entorno natural de Andorra.
Xary Rodríguez, oriunda de Chiclana, llegó a Andorra en 2009 como ciclista profesional para entrenar en altura. Allí conoció a Xavier Florencio, catalán con el que compartía profesión y pasión por el deporte y la naturaleza. Enamorados del país que los unió, decidieron ir a vivir juntos a Andorra, donde al cabo de un año tendrían a su primera hija.
FOTOGRAFÍA DE JAVIER CORSO

Andorra es un país repleto de parajes de ensueño y con una enorme biodiversidad, en el que igualmente destaca su paisaje humano. Personas con una fuerte vinculación al territorio andorrano que, gracias a su forma de entender el mundo y sus acciones, se convierten tanto en guardianes como en promotores del patrimonio natural, histórico y cultural de la región.

Andorra - Logo Oficial

FUENTE DE INSPIRACIÓN

El carácter emprendedor y activo de los andorranos, así como su fuerte vinculación al territorio, propicia una constante reflexión sobre nuestra relación con el entorno natural y cómo ésta puede mejorarse. Para tal fin, Andorra lleva a cabo un proceso de innovación, junto a Imagine Creativity Center, con la voluntad de abordar los retos específicos que enfrenta el país en materia de Turismo de Salud, Deporte y Premium. 

Inspirados por las historias personales y los casos de éxito de Xary, Marta y Josep, distintos grupos de trabajo analizan y proponen soluciones innovadoras, viables y efectivas que mejoren la experiencia turística de aquellos que visitan Andorra, en cualquier momento del año, de forma sostenible, consciente y responsable.

Andorra al natural
El Sport Hotel Hermitage (Soldeu) es un claro referente de la propuesta turística que Andorra ofrece a sus visitantes más selectos. Una experiencia que tiene en cuenta tanto la atención a los detalles, como su integración en la naturaleza.
Josep Areny, presidente del Grupo Calbó, comparte su larga experiencia con los equipos encargados de mejorar el turismo premium en Andorra. Un propósito que nunca debe olvidar los valores familiares con los que él creció: la humildad y el servicio.
Marta Rosinach y su marido Eduardo, ambos terapeutas holísticos, analizan aquellas propuestas que buscan posicionar Andorra como un destino de referencia mundial, en cuanto a la oferta de experiencias turísticas para la salud física y mental.
El valle de Incles es uno de los parajes naturales privilegiados que Andorra ofrece al visitante. Un paisaje único, caracterizado por tierras de pastoreo y antiguas bordas dispersas, acompañan al visitante hasta llegar al fondo del valle, siempre rodeado de abundante flora y fauna.
Una de las jornadas del fin de semana de innovación en Andorra comienza con una sesión de respiración y ejercicios al aire libre. Una primera toma de contacto con un país en el que hasta el 92% de su territorio está conformado por naturaleza salvaje.
La naturaleza nos llama de forma instintiva, ya que formamos parte de ella. Dejarnos llevar y conectar con el entorno natural nos permite también conectar con nosotros mismos, una práctica que nos aporta bienestar físico y emocional.
Los tres estanques de Tristaina son de alta montaña y son de los más visitados de Andorra. Están formados por el lago Primero, el más pequeño, el del Mig, rodeado de colinas, y el lago de Més Amunt, que se encuentra en un entorno glacial característico de alta montaña, al pie del pico de Tristaina (2.878 m).
Marta y Xary, en calidad de guías locales, acompañan a los participantes del programa de innovación en una excursión por el Parque Natural del Comapedrosa. Un paraje con imponentes paisajes de alta montaña, donde se encuentra la cima más alta de toda Andorra.
Tras la exigente caminata, el grupo lleva a cabo una breve meditación y disfruta de un merecido descanso en uno de los ríos que cruza el Comapedrosa. El proceso de innovación ha motivado un crecimiento tanto profesional como personal de los participantes.
El proceso de innovación nunca tuvo una voluntad competitiva, sino cooperativa y de retroalimentación de las distintas ideas. Tras varios meses desarrollando sus proyectos, se ha evidenciado que todos los participantes conforman un único equipo.
Vista aérea de Andorra la Vella, la capital de Andorra.
Xary Rodríguez, exciclista profesional, valida el proyecto de Sebastián, Paula y Silvia. Una iniciativa que apuesta por un ciclismo que va más allá de la mera práctica deportiva, invitándonos a conectar con el entorno, mientras aprendemos más sobre el patrimonio natural, histórico y cultural de Andorra.
En su fase final, hasta seis equipos de trabajo se dieron cita en Andorra durante un fin de semana intensivo, para evolucionar y validar sus propuestas en estrecho contacto con el territorio. Proyectos como el de Xavi, Cristian y Anton buscan hacer frente a la masificación turística del país empleando nuevas tecnologías como la inteligencia artificial.
Andorra ha llevado a cabo un proceso de innovación de varios meses, junto a Imagine Creativity Center, con la voluntad de abordar los retos específicos que enfrenta el país en materia de Turismo de Salud, Deporte y Premium.
Una cuidada selección de profesionales y expertos, de sectores diversos y provenientes de distintos lugares del mundo, unieron fuerzas para innovar y mejorar la práctica turística en el Principado. El lugar escogido para las presentaciones finales fue la sede de Turismo de Andorra, en el edificio histórico de Radio Andorra.
Jordi, Esmeralda y Santiago apuestan por la creación del primer índice mundial de destinos saludables, un baremo inspirado en el 'World Happiness Report' de la ONU. Un proyecto que busca empoderar a la población, ofreciendo herramientas que faciliten el conocimiento y comprensión de su estado de salud.
Daria, Jordi y Miguel Ángel proponen recuperar el patrimonio histórico y arquitectónico de Andorra, como por ejemplo las bordas de los pastores, para transformarlo en experiencias turísticas de alto nivel. Una iniciativa basada en el respeto y en no olvidar nunca los orígenes.
Conscientes del perfil de turista cualitativo que quieren para el país, Stephanie, Sonia y Alejandro defienden que es necesario buscar y captar el interés de éste de forma proactiva. Su proyecto no sólo extiende una invitación exclusiva y personalizada, sino que también proporciona una IA que actúa como un asistente privado que responde a sus necesidades.
Nacho, Om y Lucho defienden que Andorra es el lugar idóneo para crear el primer ecosistema de innovación especializado en la salud de la denominada “silver generation”. Un segmento de la sociedad, el de mayores de 55 años, que cada vez muestra más interés en las experiencias de bienestar holístico.
Marta, Josep y Xary son emprendedores cuyos casos de éxito en los ámbitos del turismo de Salud, Premium y Deporte, respectivamente, han servido como modelo de inspiración para los participantes del programa de innovación. Durante el fin de semana de trabajo intensivo en Andorra, han podido conocer y validar los distintos proyectos.
El Sport Hotel Hermitage (Soldeu) es un claro referente de la propuesta turística que Andorra ofrece a sus visitantes más selectos. Una experiencia que tiene en cuenta tanto la atención a los detalles, como su integración en la naturaleza.
Josep Areny, presidente del Grupo Calbó, comparte su larga experiencia con los equipos encargados de mejorar el turismo premium en Andorra. Un propósito que nunca debe olvidar los valores familiares con los que él creció: la humildad y el servicio.
Marta Rosinach y su marido Eduardo, ambos terapeutas holísticos, analizan aquellas propuestas que buscan posicionar Andorra como un destino de referencia mundial, en cuanto a la oferta de experiencias turísticas para la salud física y mental.
El valle de Incles es uno de los parajes naturales privilegiados que Andorra ofrece al visitante. Un paisaje único, caracterizado por tierras de pastoreo y antiguas bordas dispersas, acompañan al visitante hasta llegar al fondo del valle, siempre rodeado de abundante flora y fauna.
Una de las jornadas del fin de semana de innovación en Andorra comienza con una sesión de respiración y ejercicios al aire libre. Una primera toma de contacto con un país en el que hasta el 92% de su territorio está conformado por naturaleza salvaje.
La naturaleza nos llama de forma instintiva, ya que formamos parte de ella. Dejarnos llevar y conectar con el entorno natural nos permite también conectar con nosotros mismos, una práctica que nos aporta bienestar físico y emocional.
Los tres estanques de Tristaina son de alta montaña y son de los más visitados de Andorra. Están formados por el lago Primero, el más pequeño, el del Mig, rodeado de colinas, y el lago de Més Amunt, que se encuentra en un entorno glacial característico de alta montaña, al pie del pico de Tristaina (2.878 m).
Marta y Xary, en calidad de guías locales, acompañan a los participantes del programa de innovación en una excursión por el Parque Natural del Comapedrosa. Un paraje con imponentes paisajes de alta montaña, donde se encuentra la cima más alta de toda Andorra.
Tras la exigente caminata, el grupo lleva a cabo una breve meditación y disfruta de un merecido descanso en uno de los ríos que cruza el Comapedrosa. El proceso de innovación ha motivado un crecimiento tanto profesional como personal de los participantes.
El proceso de innovación nunca tuvo una voluntad competitiva, sino cooperativa y de retroalimentación de las distintas ideas. Tras varios meses desarrollando sus proyectos, se ha evidenciado que todos los participantes conforman un único equipo.
Vista aérea de Andorra la Vella, la capital de Andorra.
Xary Rodríguez, exciclista profesional, valida el proyecto de Sebastián, Paula y Silvia. Una iniciativa que apuesta por un ciclismo que va más allá de la mera práctica deportiva, invitándonos a conectar con el entorno, mientras aprendemos más sobre el patrimonio natural, histórico y cultural de Andorra.
En su fase final, hasta seis equipos de trabajo se dieron cita en Andorra durante un fin de semana intensivo, para evolucionar y validar sus propuestas en estrecho contacto con el territorio. Proyectos como el de Xavi, Cristian y Anton buscan hacer frente a la masificación turística del país empleando nuevas tecnologías como la inteligencia artificial.
Andorra ha llevado a cabo un proceso de innovación de varios meses, junto a Imagine Creativity Center, con la voluntad de abordar los retos específicos que enfrenta el país en materia de Turismo de Salud, Deporte y Premium.
Una cuidada selección de profesionales y expertos, de sectores diversos y provenientes de distintos lugares del mundo, unieron fuerzas para innovar y mejorar la práctica turística en el Principado. El lugar escogido para las presentaciones finales fue la sede de Turismo de Andorra, en el edificio histórico de Radio Andorra.
Jordi, Esmeralda y Santiago apuestan por la creación del primer índice mundial de destinos saludables, un baremo inspirado en el 'World Happiness Report' de la ONU. Un proyecto que busca empoderar a la población, ofreciendo herramientas que faciliten el conocimiento y comprensión de su estado de salud.
Daria, Jordi y Miguel Ángel proponen recuperar el patrimonio histórico y arquitectónico de Andorra, como por ejemplo las bordas de los pastores, para transformarlo en experiencias turísticas de alto nivel. Una iniciativa basada en el respeto y en no olvidar nunca los orígenes.
Conscientes del perfil de turista cualitativo que quieren para el país, Stephanie, Sonia y Alejandro defienden que es necesario buscar y captar el interés de éste de forma proactiva. Su proyecto no sólo extiende una invitación exclusiva y personalizada, sino que también proporciona una IA que actúa como un asistente privado que responde a sus necesidades.
Nacho, Om y Lucho defienden que Andorra es el lugar idóneo para crear el primer ecosistema de innovación especializado en la salud de la denominada “silver generation”. Un segmento de la sociedad, el de mayores de 55 años, que cada vez muestra más interés en las experiencias de bienestar holístico.
Marta, Josep y Xary son emprendedores cuyos casos de éxito en los ámbitos del turismo de Salud, Premium y Deporte, respectivamente, han servido como modelo de inspiración para los participantes del programa de innovación. Durante el fin de semana de trabajo intensivo en Andorra, han podido conocer y validar los distintos proyectos.
El Sport Hotel Hermitage (Soldeu) es un claro referente de la propuesta turística que Andorra ofrece a sus visitantes más selectos. Una experiencia que tiene en cuenta tanto la atención a los detalles, como su integración en la naturaleza.
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