Conjunciones planetarias y otros 9 fenómenos en nuestra agenda astronómica de septiembre
La conjunción de Mercurio y Marte y la mejor vista de Neptuno son solo algunas de las maravillas celestiales en la agenda de este mes.
A medida que las estaciones cambian, estate atento a las llamativas alineaciones de planetas y estrellas, así como a la luna jugando al escondite con un ojo de buey estelar. Los cielos nocturnos también exhibirán al planeta más alejado del sol en su mejor momento del año, mientras que por las mañanas podrás ver una imagen fantasmagórica de una hermosa pirámide cósmica.
Así que recupera tus prismáticos y marca estas fechas en tu calendario de septiembre.
Mejor momento para observar Neptuno: 5 de septiembre
El distante gigante helado alcanza su oposición este mes, lo que significa que se encontrará frente al sol en nuestro cielo, siendo visible durante toda la noche del 5 de septiembre y la madrugada del 6 de septiembre. La oposición también marca el máximo acercamiento del planeta a la Tierra, lo que hará que tenga un aspecto más brillante respecto a cualquier otra época del año.
Durante las próximas semanas, Neptuno se encontrará a aproximadamente 4.300 millones de kilómetros de la Tierra y la luz solar reflejada en sus nubes heladas tardará casi cuatro horas en alcanzarnos. Incluso en su punto de brillantez máxima, en torno a una magnitud de 7,8, Neptuno se verá mejor a través de prismáticos o de un telescopio.
Escruta el cielo hacia el sureste, dentro de la constelación de Acuario, el portador de agua. Estudia cuidadosamente la constelación y busca un pequeño disco de color gris azulado que aparecerá sobre un fondo de estrellas más tenues. La vista podría ser incluso mejor unos días después de la oposición, ya que el planeta podría ser más difícil de ver con el resplandor de la brillante luna llena del 6 de septiembre.
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Regulus y Mercurio: 10 de septiembre
Para un gran desafío de observación, busca la conjunción del planeta Mercurio con Regulus, la estrella principal de la constelación de Leo, en la parte baja del cielo en dirección este, unos 45 minutos antes del amanecer. Lo mejor que puedes hacer es buscar a este dúo justo por encima del horizonte durante el crepúsculo matutino.
La luna y Aldebarán: 12 de septiembre
La luna gibosa menguante se elevará hacia la madrugada en el cielo oriental, cuando pasará a través de la constelación de Tauro, el toro. Eso hará que la luna se encuentre cerca de la estrella anaranjada brillante, Aldebarán, que marca el ojo del mítico toro. Los observadores con suerte que se encuentren en Norteamérica podrán ver a la pareja tan de cerca que Aldebarán parecerá deslizarse tras el disco lunar en un fenómeno conocido como ocultación.
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Marte y Mercurio: 17 de septiembre
Busca a Mercurio al amanecer mientras se «acerca» (solo en apariencia) a su hermano planetario, Marte. Ambos mundos tendrán la apariencia de estrellas tenues de tonalidades anaranjadas en el cielo en dirección este unos 45 minutos antes del amanecer. Ambos planetas estarán separados por menos de la mitad de la anchura del disco de la luna llena. La proximidad, por supuesto, es una ilusión: Mercurio, el planeta más cercano al sol, se encuentra a unos 77 millones de kilómetros de la Tierra, mientras que Marte se encuentra a unos 88 millones de kilómetros de distancia.
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Venus y la luna: 18 de septiembre
El crepúsculo matutino en el este mostrará una impresionante alineación de joyas cósmicas, comenzando con la delgada luna en cuarto creciente encaramada justo por encima del brillante Venus. Siguiendo una línea diagonal, los espectadores verán la estrella Regulus, seguida de Mercurio y Marte. Los prismáticos pueden ayudarte a observar a todos los miembros de esta alineación celestial y a contrarrestar el resplandor cada vez mayor del sol naciente.
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Luces zodiacales: 18 de septiembre
A partir de este día y durante dos semanas, los observadores del hemisferio norte tendrán la oportunidad perfecta para ver una exhibición etérea denominada luces zodiacales, gracias a un cielo casi sin luna en las horas previas al amanecer. El fenómeno está provocado por la luz que se refleja en innumerables partículas de polvo esparcidas entre los planetas sobre el plano del sistema solar. En zonas oscuras alejadas de las luces de ciudad, busca un resplandor en forma de pirámide, mucho más tenue que la Vía Láctea, que se eleva en el horizonte oriental.
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Venus y Regulus: 20 de septiembre
Los más madrugadores podrán observar el cielo oriental una hora antes del amanecer para observar al brillante Venus muy cerca de la estrella Regulus. Estos dos faros celestiales parecerán estar separados por poco menos de la anchura de la luna llena.
Equinoccio: 22 de septiembre
El otoño dará comienzo en el hemisferio norte y la primavera arrancará en el hemisferio sur a las 20:02 UTC de este día. El equinoccio de septiembre marca uno de los cuatro puntos de inflexión principales del ciclo estacional. Las estaciones se dan en la Tierra debido a que el eje del planeta se encuentra inclinado respecto a su órbita alrededor del sol. Sin embargo, durante un equinoccio, la inclinación se desvanece y ambos hemisferios reciben cantidades iguales de luz solar. El día y la noche también tienen la misma duración: la palabra «equinoccio» deriva del latín y significa «noche igual».
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Júpiter y la luna: 22 de septiembre
Si quieres observar por última vez al rey de los planetas antes de que desaparezca de nuestros cielos nocturnos, deberás hacerlo el día del equinoccio. Júpiter se dirige a una conjunción en la que, desde nuestro punto de vista, se encontrará detrás del sol. Pero el día 22, los observadores más rápidos podrán ver la luna creciente en dirección oeste a medida que se desliza junto a Júpiter justo antes de que el planeta siga al sol y se esconda tras el horizonte por la noche.
Saturno y la luna: 26 de septiembre
Tras la caída de la oscuridad, mira al cielo en dirección suroeste y busca la luna cerca del cuarto creciente con un amarillento Saturno colgando bajo ella. El planeta anillado se encontrará a unos tres grados de distancia de la luna, o al equivalente a unos seis discos lunares.
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