El Tesla espacial de Elon Musk podría estrellarse contra la Tierra en el futuro lejano

Cada gran vuelta alrededor del Sol acerca un poco más al coche deportivo a un ardiente encuentro con nuestro mundo, según calcula un equipo de investigadores.

Por Nadia Drake
Publicado 16 feb 2018, 12:34 CET
Tesla Roadster
El 6 de febrero de 2018, SpaceX lanzó un Tesla Roadster con el muñeco de un astronauta como conductor, Starman, y lo puso en órbita alrededor del Sol. Con su trayectoria actual, se cruzará con Marte y entrará en el cinturón de asteroides, pero dentro de millones de años, el coche podría colisionar con la Tierra, con Venus o con el mismísimo Sol.
Fotografía de Space X, Getty

El Tesla Roadster interplanetario de Elon Musk, lanzado la semana pasada a bordo del nuevo cohete de SpaceX, Falcon Heavy, está actualmente realizando un lento recorrido alrededor del Sol. Pero el viaje del coche podría llegar a su fin en un futuro no tan distante cuando —en un giro del destino— colisione con el planeta más cercano y querido para nosotros.

«El Tesla probablemente impactará en la Tierra en decenas de millones de años», afirma Hanno Rein, de la Universidad de Toronto.

Al menos esa es la mejor estimación de Rein, que se ha basado en simulaciones que exploran las andanzas futuras del Tesla Roadster 2008. El coche, que viaja en la segunda etapa del Falcon Heavy y que transporta a un muñeco llamado Starman, ya está clasificado como «cuerpo del sistema solar» en un catálogo que mantiene el JPL de la NASA.

Recientemente, Rein y sus colaboradores decidieron hacer avanzar su órbita varios millones de años y observar qué trayectorias podría seguir el coche a medida que da vueltas alrededor del sol en su épico viaje por el sistema solar. El Roadster, que actualmente sigue una órbita que se cruza en las trayectorias de la Tierra y Marte, se verá desplazado tras encuentros cercanos con estos planetas.

Aunque eso hace más difícil determinar con precisión la trayectoria del coche en un futuro lejano, si los científicos realizan simulaciones suficientes podrán comprobar qué desenlaces son más probables. Sin importar dónde se produzca su desaparición, al Roadster solo le quedan unas decenas de millones de años de vida, según el equipo.

Encuentros cada vez más cercanos

Sin embargo, el futuro cercano del Roadster es más seguro. El próximo encuentro particularmente cercano del coche con la Tierra tendrá lugar en 2091, cuando estará a solo una distancia lunar de nuestro planeta. Podría ser fácilmente visible con el tipo adecuado de telescopio. Aunque no es lo suficientemente grande para que se pueda distinguir de la miríada de objetos que brillan día a día, la reflectancia —o espectro— del coche debería hacerlo destacar.

«Tendrá muchos encuentros cercanos con la Tierra al principio», afirma Rein. «Un poco más adelante, también tendrá encuentros cercanos con Venus y Marte. Durante cada encuentro, su órbita variará ligeramente».

Rein y sus colegas calcularon que no existe prácticamente ninguna posibilidad de que el coche se estrelle en Marte. Pero existe una posibilidad de un seis por ciento de que el Tesla se estrelle en la Tierra en los próximos millones de años y una posibilidad de un 2,5 por ciento de que colisione en Venus. Ambos porcentajes, como es lógico, son más o menos paralelos a lo que los científicos esperan del tipo de cuerpos menores en órbitas que se cruzan con la Tierra, conocidos como objetos próximos a la Tierra o NEO, por sus siglas en inglés.

Después de que transcurra el plazo inicial de un millón de años, cada vez que el coche pase cerca, sus probabilidades de colisionar con uno de los dos planetas hermanos aumentan, según Rein, de manera que existe una posibilidad del 11 por ciento de que choque contra la Tierra en tres millones de años.

«La probabilidad de una colisión aumenta con el tiempo, ya que el índice de colisión es relativamente constante», explica Rein.

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    Renu Malhotra, experta en dinámica planetaria de la Universidad de Arizona, dice que el trabajo de Rein y sus colegas es sólido. Pese a ser un objeto más bien único en el espacio profundo, el Roadster se comporta de forma casi igual a un objeto natural de masa y tamaño prácticamente idénticos.

    «Hice una estimación rápida en la que la Tierra choca con varios NEO del tamaño del Roadster cada año, y dichas colisiones suelen ser insignificantes», afirma.

    Pero Malhotra sospecha que el fin más probable del Roadster será una colisión ni más ni menos que con la estrella más grande en sus inmediaciones, quizá dentro de unos pocos millones de años en vez de en decenas de millones.

    «Creo que el final más probable es la colisión con el Sol», explica. «Y el segundo final más probable es la colisión con la Tierra, como ocurre con los NEO».

    Pero no hay nada que temer. Aunque el Roadster regrese finalmente a su hogar, eso ocurrirá dentro de tanto tiempo que ninguno de nosotros estaremos allí y no supondrá ningún tipo de amenaza para el planeta. El coche es tan pequeño que probablemente se incendiará cuando entre en la atmósfera terrestre, la que sea que tengamos en ese futuro distante.

    «Es posible que algunos restos sobrevivan a la entrada. Se calentará mucho pero también entrará tan rápido que podría no darle tiempo a fundirse del todo», afirma Jonathan McDowell, del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian. «Creo que podemos apostar a que se fundirá, pero no es algo totalmente seguro».

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