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Con el telescopio espacial James Webb, los científicos se han asomado al universo primigenio y han descubierto galaxias que existían cuando el universo sólo tenía entre 300 y 400 millones de años.
Caparazones de polvo cósmico aparecen como anillos de árbol alrededor de la estrella Wolf-Rayet 140 en esta imagen del JWST. Las estrellas Wolf-Rayet se encuentran en una fase avanzada de su ciclo vital, liberando elementos pesados al espacio, y ésta forma parte de un sistema binario con una estrella de tipo O, uno de los tipos de estrella más masivos conocidos. La notable regularidad del espaciado de las capas indica que éstas se forman como un reloj durante la órbita de ocho años del sistema, cuando las dos estrellas del binario se aproximan más la una a la otra.
En cambio, la cámara de infrarrojo cercano de Webb (NIRCam) es capaz de mirar a través de los pilares polvorientos para mostrar estrellas recién formadas en tonos rosa, rojo y carmesí. La luz en el infrarrojo cercano puede penetrar las gruesas nubes de polvo, lo que permite a los astrónomos conocer mejor esta increíble escena. Los pilares son una pequeña región dentro de la nebulosa del Águila, una vasta región de formación estelar situada a 6500 años-luz de la Tierra.
El Instrumento del Infrarrojo Medio (MIRI) de Webb capta una tormenta de gas y polvo en los icónicos Pilares de la Creación. Cuando se forman nudos de gas y polvo en estas regiones, pueden colapsar bajo su propia gravedad, calentarse lentamente y acabar formando nuevas estrellas.
Decenas de miles de estrellas jóvenes nunca vistas hasta ahora estaban envueltas en el polvo cósmico de la nebulosa de la Tarántula. El telescopio espacial James Webb de la NASA puede penetrar a través de las nubes de polvo para ver las estrellas gracias a su resolución sin precedentes en longitudes de onda infrarrojas. La región más activa parece brillar con estrellas masivas de color azul pálido. Dispersas entre ellas hay estrellas recién formadas, de aspecto rojo, que aún no han salido del polvoriento capullo de la nebulosa.
Esta comparación, lado a lado, muestra las nuevas observaciones del Telescopio Espacial James Webb de la Nebulosa del Anillo Sur, a la izquierda, y una imagen compuesta de la misma nebulosa realizada con observaciones del Telescopio Espacial Hubble y el Gran Telescopio Binocular de Arizona.
El Quinteto de Stephan, una agrupación visual de cinco galaxias, se muestra en la mayor imagen de JWST hasta la fecha. Contiene más de 150 millones de píxeles y está construida a partir de casi mil archivos de imagen independientes. Esta nueva visión está proporcionando información sobre cómo las interacciones galácticas pueden haber impulsado la evolución de las galaxias en el universo temprano.
Esta vista de la nebulosa Carina evoca escenas paisajísticas de montañas y valles salpicados de estrellas brillantes. La imagen revela el borde de una región cercana de formación estelar llamada NGC 3324, captada en luz infrarroja por el telescopio espacial James Webb de la NASA, mostrando por primera vez zonas de nacimiento de estrellas antes invisibles.
En una de las primeras imágenes captadas por el telescopio James Webb de la NASA durante su fase de pruebas, un puñado de estrellas, que se distinguen por sus picos de difracción, brillan en medio de miles de galaxias débiles, algunas en el universo cercano, pero muchas más en el universo lejano.
La primera imagen de campo profundo tomada por el telescopio espacial James Webb muestra galaxias del universo primitivo, ampliadas por un cúmulo galáctico en primer plano.