Página del fotógrafo

Fredrik Lerneryd

Un cooperante le pone una mascarilla a un niño mientras reparte comida a familias vulnerables de Nairobi, Kenia. Conforme se afianzaban las repercusiones de la COVID-19, la pandemia ha desencadenado una crisis económica que ha afectado de forma desproporcionada a comunidades de bajos ingresos de todo el mundo.

Las estudiantes organizan por talla las zapatillas de ballet donadas antes de distribuirlas.

Wendy Ochieng y Lavenda Orisa se prueban sus nuevos trajes de ballet antes de que empiece la clase.

Elsie Ayoo ensaya un pequeño acto que ella y sus compañeras bailarinas realizaron en Kibera y en la universidad de Nairobi.

Para muchas de los niñas, el ballet es una oportunidad de expresarse, fortalecer su autoestima y soñar a lo grande.

Antes de que empiece la clase, las estudiantes despejan el aula, barren el suelo y se ponen sus coloridos leotardos.

El aula donde tienen lugar las clases de ballet es muy pequeña, así que para dar a los estudiantes la oportunidad de practicar movimientos más avanzados, lo hacen uno por uno.

Mike Wamaya, exbailarín profesional, es quien enseña la clase.

Los estudiantes de la Spurgeon's Academy se quedan después del colegio para observar a sus compañeras practicar ballet.

Wendy Ochieng practica una pirueta mientras el resto de estudiantes esperan su turno.