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Página del fotógrafo
Giuseppe Nucci
Una fotografía de Svetlana Semenova sobre su tumba en el tercer aniversario de su muerte. El ADN de Semenova se criopreservó en las instalaciones de KrioRus.
Los cosmistas reunidos en el museo y biblioteca Fiódorov hacen un rezo de apertura en el tercer aniversario de la muerte de Svetlana Semenova. Semenova fundó el museo y había sido una figura importante en el grupo.
El equipo de Polistena Human Criopreservation, en Italia, prepara un cuerpo para enviarlo a Rusia. KrioRus se ha asociado con empresas fuera de Rusia para promover la criopreservación y proporcionar formación.
Danila Medvedev, miembro del consejo de administración del movimiento transhumanista ruso y cofundador de KrioRus, trabaja en el proyecto Nanolab, cuyo objetivo es producir un sistema de software que permita la manipulación directa de átomos en un entorno virtual.
Un técnico de KrioRus se pone una máscara de gas antes de subir a una cámara de enfriamiento para preparar un cuerpo para su inmersión en nitrógeno líquido. Primero los cuerpos se cubren con hielo para bajar la temperatura del cuerpo de forma uniforme a los -78°C. El uso de la máscara es obligatorio, ya que los vapores de dióxido de carbono del hielo seco pueden provocar asfixia.
El transhumanista Alexey Turchin fotografiado en su apartamento. Turchin es el fundador de Digital Immortality Now, una empresa que desarrolla software de IA capaz de replicar la personalidad humana. Turchin criopreservó el cerebro de su madre en KrioRus y firmó un acuerdo similar sobre su propia criopreservación.
El cuerpo de un paciente de KrioRus yace dentro del almacén tras haber llegado desde Italia. La criopreservación de un cuerpo entero cuesta unos 29.000 euros, mientras que preservar solo el cerebro cuesta la mitad.
Una herramienta empleada para detectar niveles de líquido criogénico en los cuerpos sometidos a criopreservación sobre una mesa dentro de la sede de KrioRus.
Los transhumanistas Alexey Samykin e Igor Trapeznikov llevan a cabo una demostración de criopreservación con un maniquí mientras los graban para un documental alemán dentro de la sede de KrioRus. Puede llevar entre cuatro y ocho horas remplazar la sangre de un paciente con el líquido criogénico. Un equipo médico especializado lleva a cabo el procedimiento.
Ivan Stepin, director adjunto de KrioRus y miembro del movimiento transhumanista, supervisa el llenado de un tanque criogénico durante las labores de mantenimiento.