Revista Nat Geo
Registrarse
Programación TV
Disney+
National Geographic
National Geographic
National Geographic
Ciencia
Animales
Historia
Medio Ambiente
Viajes
Ciencia
Animales
Historia
Medio Ambiente
Viajes
Página del fotógrafo
Laurent Ballesta
Los nadadores de todo el Atlántico Norte huyen al ver esta medusa, Pelagia nociluca, conocida comúnmente como aguijón malva. Las células urticantes cubren sus tentáculos y todo su cuerpo. Pero un coral negro ha paralizado a ésta, frente a La Ciotat, en el sur de Francia.
Frente a Marsella, a 78 metros bajo la superficie del mar Mediterráneo, los camarones narvales flotan en bosques de coral negro. El coral recibe su nombre por su esqueleto negro, pero el tejido vivo es blanco. Los camarones miden unos diez centímetros y envían señales tocando las antenas. En el Mediterráneo se han encontrado trozos de plástico en sus intestinos.
Con la ayuda de un equipo de buceo, una campana de buceo y un hábitat presurizado, el fotógrafo Laurent Ballesta y su equipo pudieron pasar 28 días buceando en el Mar Mediterráneo.
Laurent Ballesta fue nombrado Wildlife Photographer of the Year (Fotógrafo de Vida Salvaje del Año) por esta imagen de unos meros apareándose.
Tiburones de arrecifes, habituales en la región del Indo-Pacífico, se alimentan de peces unicornio de nariz corta.
Un celacanto nada en la bahía de Sodwana, en Sudáfrica. El animal, considerado extinto durante años, se redescubrió en 1938.
En una noche casi sin luna en Fakarava, en la Polinesia francesa, los miembros del equipo del fotógrafo Laurent Ballesta nadan contra la corriente y sostienen potentes luces necesarias para fotografiar a los tiburones mientras cazan meros en el arrecife.
Durante la noche, los tiburones grises cazan en manada en el canal sur del atolón Fakarava, en el archipiélago de Tuamotu de la Polinesia Francesa. El equipo del fotógrafo Laurent Ballesta, sumergiéndose sin jaulas ni armas, contó 700 tiburones.
Fragmentos de carne de mero salen de las mandíbulas de dos tiburones mientras desgarran a los peces. Tras cazar en equipo para sacar al mero de su escondite en el arrecife, los tiburones lo rodean, pero compiten por los restos.
Unos buzos sostienen luces para iluminar a los tiburones mientras cazan meros ocultos en el arrecife.