Periodo Jurásico

Por Redacción National Geographic
Los cocodrilos del Nilo hembra ponen sus huevos en un nido enterrado, y lo abren cuando oyen chillidos que salen de él. El sexo de las crías depende de la temperatura del nido, y no de la genética.
Fotografía de Michael Nichols

5 de septiembre de 2010

Dinosaurios, aves y roedores. Masas continentales desmenuzándose y mares interiores. Monstruos marinos, tiburones y plancton rojo como la sangre. Bosques de helechos, cicas y coníferos. Brisas tropicales, húmedas, cálidas. Esto era el Jurásico.

Al comienzo del periodo, la rotura del supercontinente Pangea continuaba y se aceleraba. Laurasia, la parte del norte, se rompió en Norteamérica y Eurasia. Gondwana, la parte del sur, comenzó a quebrarse a mediados del Jurásico. La parte del este, la Antártida, Madagascar, India y Australia se dividió en África del oeste y Sudamérica. Los nuevos océanos inundaron los espacios intermedios. Las montañas se elevaron sobre el suelo marino empujando a su vez el nivel marítimo hacia arriba y hacia los continentes.

Toda esta agua le dio al clima previamente cálido y seco una sensación subtropical lluviosa y húmeda. Los secos desiertos lentamente adquirieron un tono más verde. Las cicas similares a palmeras eran abundantes igual que los coníferos como las araucarias y los pinos. Los Ginkgos tapizaban las latitudes del norte y ed podocarpus, un tipo de coníferas, tenían mucho éxito al sur del Ecuador. Los helechos también estaban presentes.

Los océanos, especialmente los que se formaron nuevos, de poca profundidad en el interior, estaban repletos de abundante vida. En la cima de la cadena alimenticia estaban los plesiosauros de cuello largo, los cocodrilos marinos gigantes, los tiburones y las rayas. Los ictiosauros en forma de pez, cefalópodos similares a calamares y ammonoideas con sus conchas en forma de espiral. Los arrecifes de coral crecían en las aguas cálidas y esponjas, caracoles y moluscos crecían sin dificultad. El plancton flotaba libre, microscópico y pudo hacer que parte del océano fuera rojo.

Enormes dinosaurios

Sobre tierra, los dinosaurios estaban dejando huella, literalmente. El saurópodo herbívoro Braquiosaurio alcanzaba los 16 metros de altura, tenía unos 26 metros de largo y pesaba más de 80 toneladas. El Diplodocus, otro saurópodo, medía unos 27 metros. La magnitud de estos dinosaurios pudo haber disuadido al Alosaurio, un corpulento y carnívoro dinosaurio que caminaba sobre dos potentes patas, de atacarlos. Pero el Alosaurio y otros carnívoros de pies ligeros, como los celurosaurios, podrían haber salido exitosos alguna que otra vez. Otras presas podrían ser los enormes estegosaurios acorazados.

La primera ave conocida, la Archaeopteryx, tomó posesión del cielo a finales del Jurásico, la mayoría probablemente evolucionaron de un dinosaurio celurosaurio anterior. La Archaeopteryx tenía que competir por el espacio aéreo con los pterosaurios, reptiles voladores que habían estado zumbando por el cielo desde finales del Triásico. Mientras tanto, los insectos como los cicadélicos y los escarabajos eran abundantes y muchos de los primeros mamíferos de la Tierras surgían alrededor de los dinosaurios ignorando que su especie dominaría la Tierra cuando los dinosaurios desaparecieron a finales del Cretácico.

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