El retroceso de los glaciares, causa de la escasez de agua

Por Redacción National Geographic
Deshielo de agua dulce
Montañas en deshielo

4 de enero de 2012

Es sabido que los glaciares de las montañas se están reduciendo a causa del calentamiento global. Sin embargo, científicos de la Unión Geofísica Americana han afirmado en una reunión en San Francisco que el proceso es más rápido de lo que inicialmente se creía.

«Por ejemplo», comentó Garry Clarke, profesor emérito de glaciología de la Universidad de Columbia Británica (Canadá), «los grandes glaciares de la región canadiense de San Elías, que en la actualidad abarcan 453 kilómetros cúbicos, se reducirán a la mitad en 2100».

«Y ésas son las buenas noticias», añadió. «En zonas de las Montañas Rocosas de Canadá algunos glaciares desaparecerán completamente y otros se reducirán hasta el 5-20 por ciento de su tamaño actual».

«Creemos que el siglo que viene seremos testigos de la desaparición de la mayoría de los glaciares del oeste de Norteamérica».

Otros datos desalentadores provienen de la región del Himalaya, donde Ulyana Horodyskyj, estudiante de doctorado del Instituto Cooperativo para la Investigación en Ciencias Medioambientales (Universidad de Colorado), se dedica a la observación de lagos supraglaciares (estanques de agua que aparecen en la superficie de glaciares).

«Casi todos pensamos que los glaciares retroceden», comenta, «pero también encogen verticalmente. Estos lagos pueden favorecer el derretimiento, y se están formando muchos en el Himalaya… Son como un cáncer para los glaciares».

Aunque se derritieran todos los glaciares del mundo, el efecto en el nivel del mar sería pequeño. Clarke calcula, por ejemplo, que incluso si se derritieran todos los glaciares de la zona occidental de Canadá, el nivel de los océanos solamente aumentaría 6,6 milímetros. «No es como para preocuparse», afirmó.

Escasez de agua

Sin embargo, los glaciares actúan como depósitos naturales, almacenando agua durante el invierno y liberándola en verano a medida que el hielo se derrite.

«Si los glaciares desaparecen, las consecuencias para la mayoría de estas regiones serían terribles», afirmó Clarke. «Cambiaría el flujo de la corriente, su temperatura, etc».

«Cambiaría hasta el volumen total del agua», añadió Michel Baraer, de la McGill University de Montreal (Canadá), «porque el hielo mantiene el agua de forma que no se evapore».

De este modo, aunque las precipitaciones se mantengan en las montañas, habrá más agua en estado líquido, que se evapora rápidamente.

La construcción de diques tampoco pondría fin al problema. «La evaporación en los depósitos es más elevada que la sublimación (cambio de estado sólido a gaseoso) en los glaciares», afirmó Baraer. «Los diques no podrán nunca sustituir los sistemas hidrológicos naturales que tenemos hoy».

Un problema real

A pesar de que los científicos creían que el problema se plantearía dentro de varias décadas, de acuerdo con Baraer, Perú está a punto de sufrir las consecuencias de la escasez de agua debido a que uno de los mayores ríos procedentes de los glaciares de los Andes, el Río Santa, recibe ya menos agua.

Basándose en mediciones realizadas vía satélite, su equipó determinó que el Río ya ha alcanzado el punto en el que el flujo se ha estabilizado y comienza a disminuir.

«Esto quiere decir que en lugar de tener diez, veinte o treinta años por delante para encontrar una solución, no tenemos nada», afirmó.

Y esto no es más que el principio. Sudamérica, con sus altas montañas y clima tropical, es especialmente vulnerable al cambio climático, por lo que el siguiente paso será centrar nuestra atención en los vecinos de Perú, especialmente Bolivia y el norte de Chile, para descubrir si ahí se está dando el mismo fenómeno.

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